Amelia Carvallo
La prensa especializada ya empezó a escoger los mejores discos de 2016 y los nombres que más se repiten son el de la banda inglesa Radiohead con "A moon shaped pool", el disco póstumo de David Bowie que abrió el año "Blackstar" y "Lemonade", el último trabajo de la estadounidense Beyoncé.
El año 2016 comenzó con la absoluta felicidad de los fans que recibieron el 8 de enero, día del cumpleaños 69 de David Bowie, el disco número 25 de su historia. La felicidad cambió a profundo pesar el 10 de enero, fecha en que el músico inglés dejó de existir tras haber batallado un año y medio contra un cáncer al hígado en absoluto silencio.
Procesar las siete canciones de "Blackstar" se ha vuelto parte de la última experiencia musical que dejó el Duque Blanco. Grabado con jazzistas neoyorkinos, liderados por el saxofonista Donny McCaslin, con su atmósfera oscura y aérea el disco es un regalo póstumo.
Por otra parte, tuvieron que pasar cinco años para que apareciera un nuevo disco de Radiohead. En 2011 habían vuelto con "The king of limbs" que los hizo decaer en cuanto al favor de los fans y la crítica. Con "A moon shaped pool" los de Oxford volvieron el pasado mayo con un trabajo policromático y lleno de matices que incluye 11 canciones, entre ellas "Burn the witch" y "Daydreaming".
Despreocupados a la hora de dar entrevistas por este reciente trabajo, el quinteto ha dejado que la música sea la que hable bajo el soberbio tono de voz de Tom Yorke, teclados que reverberan y ricos arreglos de cuerdas. Algunos han querido ver en este último trabajo un cierto correlato a los días que vive el mundo y apuntan a que si el 2003 tuvo en "Hail to the thief" un canto a la era de Bush y Blair, "A moon shaped pool" pone la música a los días de Donald Trump.
A su vez, Beyoncé lanzó el pasado 23 de abril "Lemonade", su sexto disco de estudio que jugó con el concepto de "álbum visual" y contó con videos musicales para cada uno de sus 12 tracks. Saludado como una pieza sólida dentro de su repertorio, la crítica ha alabado el tono confesional y profundo que ronda al disco, con emotivas letras basadas en la poesía de la afroamericana Warsan Shire, así como al despiadado escrutinio que hace de sus problemas maritales e inseguridades.
Esta vez no sólo exploró su acostumbrado R&B y pop, sino que abrió la paleta hacia el rap, el country, el funk y el reggae. Acompañada por vocalistas invitados como Jack White y Kendrick Lamar, también hay numerosos sampleos e interpolaciones al rock y el hiphop.
Gracias a este trabajo, la intérprete de 35 años consiguió 9 nominaciones a los Grammy 2017, siendo la artista con mayor número de candidaturas.
Otros que concitan acuerdo son "Blonde" de Frank Ocean, "Anti" de Rihanna y el folk electrónico de Bon Iver con su "22, a million". También ganan menciones viejos baluartes como Nick Cave & the Bad Seeds con "Skeleton Tree", Iggy Pop y su "Post pop depression", así como "You want it darker", que hizo Leonard Cohen antes de fallecer el 7 de noviembre pasado.