Claudio Ramírez
La Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex) ya había adelantado el pasado viernes las eventuales consecuencias que tendrían en la región de Valparaíso las inesperadas precipitaciones que cayeron durante esa jornada, especialmente en las provincias de San Felipe y Los Andes.
Y, tras realizar las primeras evaluaciones en terreno, los temores iniciales se confirmaron pues los predios de uva de exportación se vieron afectados de manera importante según comentaron desde el sector agrícola.
"Hemos hecho un recorrido preliminar, hay parronales con mucho daño con un 50% como mínimo y en otros, que estaban más protegidos, no se ve un daño evidente y en ese caso hay que esperar algunos días para saber", comentó el presidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes, Víctor Catán.
Aunque advierte que todavía no es posible tener una cuantificación precisa señala que ella no debería variar mucho tras las primeras inspecciones. "Principalmente los cultivos que se han visto afectados son de uvas rosadas y blancas tempranas como son superior y flame".
Sobre la forma en que la lluvia afecta estos cultivos, explica que hay dos factores a tomar en consideración a la hora del análisis. "Uno es el daño misma que hace el agua que en el caso de la uva genera partiduras y luego hay otro perjuicio que es la humedad que se traduce en enfermedades como el aumento de la incidencia de botritis y de oídio", explicó el dirigente gremial quien precisa que en el caso de la que se utiliza para la elaboración de vino no fue afectada pues es más tardía.
Otro producto que también se vio perjudicado son los duraznos. "Los carozos de exportación se ven dañados, en cambios los de industria de conservas prácticamente no tienen daños. Hay que hacer controles preventivos pero hay soluciones", acota.
Segunda vez en el año
Pero esto no es nuevo para el sector ya que en enero de este año debió afrontar un episodio similar que fue más perjudicial pues se produjo en plena época de cosecha.
"No hay muchas herramientas para compensar esto, hay productores más grandes que tienen seguro agrícola pero eso sólo paga lo que tiene gastado hasta la fecha o parte de ello. El resto de la fruta que se va a salvar va a hacer una cosecha cara", comentó Catán.
Desde el Gobierno, el seremi de Agricultura, Ricardo Astorga comentó que el actual episodio "tuvo un componente un poco distinto y es que aún estamos en primavera, la de enero nos sorprendió en plena producción y generó más problemas".
La autoridad enfatizó que fue un evento complejo, sobre todo por la cantidad de agua caída, recalcando que están en pleno proceso de evaluación de las consecuencias del episodio. "La mayor parte de los productores está evaluando y analizando los temas, creo que se focaliza básicamente en la uva que está cambiando color y se puede partir, eso es lo más complejo junto con los carozos que están en proceso de crecimiento", deslizó el personero.
Al igual que los productores, enfatiza que se debe monitorear por un tiempo por las dificultades que se pueden generar con el paso de los días tras las precipitaciones.
"Hay que separar los efectos directos que es la misma lluvia y los indirectos que apuntan a enfermedades que se pueden desarrollar más adelante deteriorando la calidad de los productos", concluyó el seremi.
"Uno es el daño mismo del agua que en el caso de la uva genera partiduras y luego hay otro perjuicio que es la humedad que se traduce en enfermedades"
Víctor Catán, Pdte. Agricultores Los Andes"
Un fenómeno más frecuente
El seremi de Agricultura, Ricardo Astorga, puntualizó que este tipo de situaciones es más recurrente por el cambio climático ante lo cual, si bien reconoce que es complejo, hay que estar preparados. "El tema es cómo nos podemos adaptar a todos estos cambios y es difícil, lamentablemente los productores pagan el costo de eso y el punto también es cómo podemos prever", dijo la autoridad recalcando además el uso de instrumentos como el seguro agrícola. "Es una forma de estar prevenidos", enfatizó la autoridad.