Claudio Ramírez
La implementación de la ley de etiquetado de alimentos no ha sido fácil de asumir para la industria alimentaria de la región, sobre todo a fin de año donde debió afrontar una serie de restricciones que, denuncian en el gremio, ha traído varias consecuencias en una fecha que habitualmente es buena para el sector como la Navidad.
"El costo ha sido muy alto, tenemos varios socios de la industria de alimentos que han tenido que reetiquetar producciones enteras", comentó el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Hans Wesser, en relación a un sector que en la zona agrupa a 2.360 empresas.
"Cubrir la Navidad no es cosa de hacerlo en el último mes sino que es algo que se prepara con tiempo, entonces que a último minuto se prohíba, por ejemplo, exhibir un Viejo Pascuero de chocolate y haya que volver a etiquetarlo es perder el trabajo de meses", dijo.
En esa línea el gerente general de Confites Merello, Andrés Merello, señaló que la situación en Navidad resultó compleja. "De partida, empresas como la nuestra han sufrido un impacto muy grande en los costos porque obviamente no es sólo etiquetar sino que tuvimos que botar una cantidad inmensa de envases, sobre todo de estas fiestas. El problema es que nosotros, al ser pequeños, compramos para varios años y así mantener precios competitivos", dijo el ejecutivo, que también critica la disparidad de criterio en las fiscalizaciones.
En el caso de las ventas reconoce que hubo un impacto inicial por los sellos, pero que lo más complejo se dio en Navidad. "Hubo una serie de productos que no pudimos exhibir. Incluso en el proceso de comercialización algunos que se habían determinado como apropiados, luego debieron retirarse en base a nuevos criterios de la autoridad sanitaria, por ejemplo, porque aparecía dibujado un regalito", comentó, reparando además que en algunos supermercados la exhibición de los productos para Navidad debió envasarse en bolsas blancas.
"Hay que decir que todo lo que sea entregar información a los consumidores acerca de lo que están comiendo es muy bueno, pero considero que el medio que se está utilizando para dar esa información adolece, a nuestro juicio, de una serie de errores", apuntó Merello que subraya la necesidad de realizar ajustes a la normativa. "Pienso que todas las leyes son perfectibles y en este caso, sobre todo en el tema de las porciones", dijo.
En tanto, el gerente general de Industrias Neuchatel, José Gil, indicó que el tema ha complicado mucho a la industria porque encarece los productos, dificulta la comercialización y complica las exportaciones. "En otros países no se aceptan esos sellos porque dan la impresión de que el producto fuera veneno", comentó el past president de Asiva, que además considera que debe modificarse.
"Esta ley es mala porque sólo castiga a los alimentos envasados y perjudica a las pymes", sentenció.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, destacó ayer la importancia de la legislación que se aplica desde junio y que, según comentó, ha permitido cambios en la forma cómo los chilenos se alimentan. "Queremos hacer un llamado a volver a la comida casera, porque estamos comiendo mucha comida rápida y de mala calidad. Lo que estamos promoviendo hoy día es que los niños y niñas también se incorporen a esta gran cruzada y contribuyan a evitar que seamos una población enferma a causa del sobrepeso y obesidad", explicó.
Industria alimentaria denuncia impactos en Navidad y pide ajustes