"Estoy absolutamente dispuesto para participar en la elección al Congreso Nacional"
Jorge Castro
Exalcalde de Valparaíso
"Nos parece que no se condice con la realidad de nuestro país, que cuenta con una Ley de Cabotaje"
Asoc. Nac. de Agentes de Naves (Asonave)
Critica informe portuario que emitió la OCDE
Casi todos los arreglos que se estaban realizando en el Palacio de la Intendencia, en el área reservada al Presidente de la República, están concluidos. Así pues, S. E. ya puede trasladarse de Santiago y sus calores a Valparaíso cuando lo estime conveniente para disfrutar del mar, acompañados de los Señores Ministros.
El transporte "Casma" de la Armada Nacional, quedó varado ayer en el canal Picton, en el sur, en su viaje de regreso tras llevar carbón a Magallanes. El buque, que tiene más de 30 años de valiosos servicios, chocó una roca abriéndose una vía de agua en su casco. Sin embargo, pese a la situación, hay seguridad en que la antigua nave será rescatada.
Los dos carros del ascensor del cerro Monjas chocaron ayer violentamente, al desprenderse el cable de arrastre de la máquina que los hace funcionar. El carro que descendía en esos momentos iba con 18 pasajeros, con exceso de peso, y el que subía, vacío. Pese a la grave situación y al pánico de los usuarios, sólo hubo lesionados leves.
Una experiencia traumática, como la destrucción de nuestra casa por un incendio, puede desencadenar síntomas de ansiedad y depresión, así como también un cuadro específico llamado Estrés Post Traumático, donde la persona se encuentra hipervigilante, irritable, con respuestas de sorpresa exageradas, con problemas para concentrarse y para dormir que no estaba presente antes del evento. Además, tiende a recordar y a revivir el hecho constantemente, en especial cuando algo externo lo recuerda, y por lo mismo, evita pensar o sentir cualquier cosa que se relacione con dicha experiencia, apareciendo una especie de anestesia que impide reconocer y expresar emociones más profundas.
Sin embargo, muchas de las reacciones que muestran las personas afectadas no constituyen necesariamente, problemas psicológicos, sino que se trata más bien de respuestas normales frente a situaciones anormales.
En este sentido, es recomendable que ante circunstancias donde la persona comience a sentir angustia, agobio o estrés realice algunas de estas indicaciones que pueden aliviar algunos síntomas:
Detener el quehacer o actividad, tratando de poner atención en la respiración, que sea calma y profunda.
Pensar y a planificar qué pasos seguirá, planteándose metas pequeñas y realistas para que se den a corto plazo. Las metas irreales o excesivas aumentan la frustración y la sensación fracaso. Una meta diaria da mayor seguridad al realizar poco a poco lo proyectado.
Consumir frutas y verduras. Las vitaminas presentes en estos alimentos favorecen la recuperación del estado de ánimo. Además, es fundamental mantener las horas de descanso, por lo que recuperar horas de sueño favorece en una mayor claridad para pensar y tomar decisiones. Un cuerpo cansado y una mente estresada aumentan la confusión y disminuye la capacidad para resolver y ejecutar.
Realizar actividades que le ayuden a descentrarse del problema como leer, tejer, hacer ejercicio, escuchar música, juegos de mesa, etc.
Buscar apoyo en la familia, en los grupos de ayuda local o en los especialistas en salud mental si es necesario. Por lo general, las personas no expresan sus experiencias dolorosas para proteger al otro, o porque creen que nos los comprenderán o porque les trae demasiado sufrimiento recordar y prefieren olvidar. No obstante, se ha comprobado que reprimir los sentimientos no ayuda a asimilar el dolor; por el contrario, aumentan los síntomas psicológicos y físicos.
Se trata de medidas muy simples, pero que si se incorporan en lo cotidiano pueden ayudar a prevenir el desarrollo de problemas en salud mental y en el desencadenamiento de enfermedades físicas graves en el largo plazo.
Paula Cornejo
Académica Escuela de Psicología Universidad Adolfo Ibáñez
Lleva un mes y medio en el Gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet y obtuvo un 69% de aprobación ciudadana, según la última encuesta Adimark. Sólo lo supera el canciller Heraldo Muñoz en el ranking de valoración positiva. Se trata de Pablo Squella, ministro de Deportes, quien sucedió a Natalia Riffo en una cartera con mucha figuración y, por lo tanto, también mucha exposición a las críticas.
Más allá que se pueda pensar en una suerte de "luna de miel" entre la gente y el secretario de Estado a cargo de las políticas públicas relacionadas con la actividad física, vale la pena detenerse en algunas de sus declaraciones de principios para entender su cercanía y sintonía.
El ministro, periodista de profesión, reconoce que su condición de exatleta puede otorgarle alguna ventaja respecto a autoridades anteriores que no provienen de su mundo. Squella fue un destacado mediofondista que participó defendiendo a Chile en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y Barcelona 1992. Además, todavía es poseedor del récord nacional de los 800 metros planos (1.45,75).
Su incorporación al actual Gabinete parece asumirla con un interés unidimensional, pues cuando se le consulta por su proyección en política, responde que "es ser ministro hasta el último día de mandato de la presidenta Bachelet y hacerlo lo mejor posible por el deporte nacional".
Además, evita juzgar a sus predecesores. Del cuestionado Gabriel Ruiz-Tagle, quien ha sido apuntado por las serias deficiencias en la construcción de los estadios Elías Figueroa y Sausalito, sólo dice que valora su gestión como implementador del Ministerio de Deportes. Tampoco critica la decisión de Riffo, quien renunció privilegiando una posible postulación al Congreso Nacional.
La actitud de Squella concuerda con una frase compartida por Gabriel Boric y Giorgio Jackson, quienes en una entrevista con el diario La Tercera dijeron estar "vacunados contra el ego".
Coincidentemente, los diputados son los dos personajes de la política actual mejor evaluados -después de Alejandro Guillier- en la última encuesta CEP.
Ese afán por trabajar y no pensar en réditos futuros, unido a una trayectoria lejana a componendas y cercana al deporte, parecen ser una fórmula que a Squella -y a quienes lo eligieron para ser ministro- le dio resultado.
Sólo el tiempo y el ejercicio de su cargo dirán si la lección que por ahora está dando el exatleta es de maestro o de ingenuo.