EDMUNDO VARELA CANDIA
Académico Escuela de
Negocios y Economía.
PUCV
¿Cuántas veces ha sentido que completó alguna tarea u obligación laboral en la mitad del tiempo que otras veces? Parte de la explicación se asocia con la energía mental, y la disposición de ánimo de las personas. Por esto, descansar también es una obligación.
Para muchas personas, febrero es tiempo de vacaciones. Resulta fácil en esta época identificar el descanso como una fuente de productividad personal, el resto del año, se tiende más bien a relativizar su importancia respecto del desempeño laboral. Para algunos incluso, el descanso no es una opción, pues perciben que tienen demasiadas cosas que atender. O bien, algunos pudieran optar por trabajar aún más intensamente cuando se sienten poco productivos.
Descansar es clave para realizar aportes creativos a la organización, o con seguridad si la tarea involucra riesgos personales. Breves descansos durante la jornada laboral renuevan la energía y el ánimo. Por ejemplo, descansos de 5 minutos cada media hora de trabajo, junto a tres o cuatro descansos de 15 a 20 minutos durante la jornada laboral son un gran aporte a la productividad de la persona en la empresa (Bennett, 2015; Segal, 2013).
Y a todo esto, ¿Qué es descansar? Revisar el celular, leer una noticia en el diario, hacer una llamada personal por un tema pendiente, como ideas de descanso; son muy parecidos a trabajar a nivel mental. Conversar con un colega sobre lo cotidiano, caminar un rato, o simplemente soñar despierto…sí permiten a la mente descansar. En mi opinión, el incorporar breves rutinas de descanso diario, no solo permiten el progreso humano, sino que contribuyen a la salud en nuestra vejez.
edmundo.varela@pucv.cl