P. Boltei / F. Arbulú
La penúltima noche del Festival de Viña del Mar tenía una estrella segura: Maluma. Desde un principio se sabía que el músico estaba entre los más esperados de este Festival y el público así lo demostró, cantando y bailando cada una de sus canciones. Ni si quiera lo pifiaron cuando alargó las canciones para alcanzar, en sólo 12 temas, a completar la hora y media que tenía por contrato.
Debido a su éxito se podría haber pensado que Rodrigo Villegas, el humorista que tenía la misión de hacer reír a la Quinta Vergara, podría haberse convertido en la primera víctima del Monstruo. Pero la verdad es que no hizo más que aparecer en el escenario para escucharse los primeros aplausos, que luego se transformaron en carcajadas.
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Con un show bailable con sus mejores éxitos, harta dinámica con el público, alargando varios de sus temas más populares, aunque con serios problemas de volumen y algunos acoples, Maluma hizo vibrar al público que lo premió con las gaviotas de plata y oro.
El colombiano eligió bien sus cartas, presentando una batería de sus últimos éxitos en solitario e interpretando también las últimas colaboraciones que hizo con artistas como Ricky Martin, Thalia y Shakira.
Comenzó con una especie de introducción de tres minutos con un contdown en el que él aún no aparecía y la expectación fue grande. Luego, apareció desde una tarima al medio del escenario con "Nadie sabe" y siguió con las conocidas "Borró cassette", "Sin contrato" y "El perdedor". "Para todas las mamacitas que vinieron a acompañarme en este día tan especial" dijo al comenzar.
Las mujeres, que eran la mayor parte del público, gritaron desde que apareció y con cada movimiento y cada palabra que decía al oriundo de Medellín, quien continuamente saludaba a las mujeres de la Quinta, aunque también a los hombres, con una particular frase: "¿Dónde están las mamacitas de Chile? y ¿dónde están los hombres que mandan en la casa?", generando en algunas suspiros y, en otras, molestia por el tono machista de la frase.
Le hicieron rapear, luego de los rumores que dicen que no sabe hacerlo, y el reciente ganador de cuádruple disco de platino tuvo tres cambios de vestuario en escena, y aunque uno de ellos fue larguísimo, e incluso detuvo el show por cuatro minutos mientras los animadores tuvieron que entrar a rellenar de forma deplorable el espacio que dejó el colombiano, al público pareció no importarle y jamás se escuchó una pifia por la larga espera, que tuvo como resultado a un Maluma más desvestido, con una polera sin mangas, larga en la parte de atrás hasta las rodillas y brillos en los hombros.
puntos fue el peak de la actuación de Maluma, el cual promedió 36,8 entre las 22.18 y 23.41 horas. 41
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