"Desde chico nos inculcaron esa rivalidad y que los clásicos no se juegan, se ganan"
Fernando Saavedra está en la galería de jugadores que dejaron una huella imborrable en el club durante las últimas temporadas.
El volante es recordado con cariño por los hinchas oro y cielo, quienes lamentaron fuertemente la abrupta e inesperada partida a San Luis de uno de sus ídolos a mediados del año pasado, justo después de la obtención del ascenso a Primera, y pese a que el "Feña" había sido uno de los artífices en el retorno a la máxima categoría del fútbol chileno.
Pero fiel a su estilo, Saavedra se marchó sin hacer ningún escándalo, aunque dolido por la manera en que se fue del club de sus amores. Y es que no era para menos, ya que desde 2008 que el mediocampista había defendido la camiseta del cuadro viñamarino, salvo por un breve periodo en 2010, cuando se fue a préstamo a Unión San Felipe.
En esos cerca de ocho años, el jugador nacido en la cantera auriazul derrochó talento y pasión, lo que le valió ser incluso capitán de Everton.
Como todo gran jugador, también dejó una marca imperecedera en los Clásicos Porteños, siendo clave en la victoria por 3-1 en Playa Ancha por la Copa Chile 2015-2016.
- ¿Cómo recuerda ese partido?
- Ese clásico fue especial porque no teníamos hinchada, que no pudo asistir al estadio, así que fue sólo con gente de ellos. Derrotarlos en su casa con ese entorno fue un partido redondo, fue más hermoso ganar en ese contexto, con ellos en contra, y más encima hice dos goles.
- ¿Hay otro clásico que recuerde de forma especial?
- Los de Quillota también los guardo en forma especial, porque fue en una cancha neutral y ganamos como tres seguidos.
¿El contexto, o cómo llega un equipo y otro, a veces parece no incidir mucho en un clásico?
- Los clásicos son distintos, hay una rivalidad grande entre los dos equipos. Cada uno quiere ganarle a su archirrival. Los dos equipos al salir a la cancha lo único que van a querer es ganar el partido. Que un equipo esté en Primera y el otro en la B no influye, como el año pasado, que les ganamos igual. Los clásicos son partidos aparte, muy peleados, que uno no quiere perder. Esa frase cliché que dice que los clásicos no se juegan, sino que se ganan, se cumple.
- Es una rivalidad que se enseña desde la infancia.
- Desde chicos nos inculcaron esa rivalidad, siempre nos enseñaron que Wanderers era el archirrival y que los clásicos no se juegan, se ganan.
- ¿Por dónde se le puede hacer daño a Wanderers?
- Yo le vi dos caras muy distintas a Wanderers. Una como la que tuvo en el partido con Católica, donde le pasó por arriba, y después con San Luis, donde nosotros fuimos muy superiores en momentos clave del partido. No sé cómo saldrán en el clásico, pero es un partido distinto, ahí desde el primer minuto se verá, pero creo que ambos equipos van a salir a ganarlo, ni uno va a querer perderlo. Va a estar bonito, ojalá sea un lindo espectáculo.
- No le parece que a Wanderers le cuesta reaccionar después que le hacen un gol. Eso podría ser incontrarrestable en el Sausalito.
- Puede ser. San Luis le hizo dos goles a los ocho minutos y ahí se derrumbaron un poco.
- ¿Que Wanderers llegue con muchas dudas a este partido, y con el técnico muy cuestionado por el mal rendimiento, afectará en algo en el clásico, o también pasa a segundo plano?
- No sé si influye. Van a salir a proponer y buscar el triunfo. Acá no importa si un equipo viene bien o viene mal, los dos van a querer ganar y pasarle por arriba al rival. Acá no se juega al empate, siempre uno va a querer ganar.
"Acá no importa si un equipo viene bien o mal, los dos van a querer ganar y pasarle por arriba al rival"."