Pensar en el 8 de marzo es pensar en el Día Internacional de la Mujer, una jornada cargada de simbolismo, pues se conmemora una fecha histórica en la lucha contra las diferencias de género.
Se recuerda esta efeméride con actos, discursos, flores, saludos y, en general, variadas acciones que buscan sensibilizar y posicionar el tema en la esfera pública. Sin embargo, a veces la fecha se concentra en la forma, se pierde la atención en el fondo y cuando el calendario la deja atrás, también vuelve al olvido, pese a que en Chile la mujer es la participante principal y más activa de las políticas públicas de superación de la pobreza.
Madre, cuidadora, jefa de hogar, trabajadora, dirigente social, ¿se puede desempeñar uno o más de esos roles sólo por un día, una única vez al año? Es imposible, y por lo mismo la lucha ha sido constante para defender los espacios de las mujeres, quienes son el eje fundamental de la oferta programática del sistema intersectorial de protección social.
Según la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2015, en nuestro país el 39,5% de los hogares están a cargo de una jefa de hogar, versus una realidad que a principios de los años noventa era del 30%.
La Región de Valparaíso también se suma a esta tendencia, pues las jefas de hogar pertenecientes al tramo más vulnerable del Registro Social de Hogares están presentes en el 44,1%; y en los tramos superiores las jefas de hogar alcanzan cifras nunca antes vistas, que llegan al 61,3%.
El Bono Trabajo Mujer suma 14.199 beneficiarias en la región. Y si se trata del Aporte Familiar Permanente 2017 (ex Bono Marzo actualmente en proceso de pagos), a nivel local están consideradas 156 mil familias, de las cuales 130 mil están a cargo de jefas de hogar, versus 26 mil lideradas por hombres.
Entonces, el esfuerzo que se hace por superar las brechas de género no es afán de un solo hito en la planificación anual, muy por el contario, es el resultado de priorizar durante los 365 días del año la idea de la igualdad de todas y todos en materia del respeto por los derechos ciudadanos, con miras a velar por el compromiso de un Chile Mejor. Sólo de esta manera se ve más cercano un objetivo común para poner punto final a relativizaciones y deudas históricas y para aspirar a una transformación en la que no prime un género por sobre otro, sino que armónicamente desempeñemos los roles que cada uno ha fijado y le corresponde.
Abel Gallardo
Seremi de Desarrollo Social de Valparaíso