La falta de directores titulares en dos importantes áreas administrativas de la Municipalidad de Viña del Mar genera inquietud en el Concejo Municipal. A la fecha, las direcciones de Control y de Administración y Finanzas son ocupadas por jefes subrogantes, pese a que la norma legal indica que esos reemplazos no pueden superar los seis meses.
Lo procedente, de acuerdo a las disposiciones, es llamar a un concurso público para llenar los cargos con bases que deben ser aprobadas por el Concejo, el cual, posteriormente, debe decidir qué postulantes pasarán a ocupar esas importantes funciones.
En cuanto a quienes desempeñan actualmente las mencionadas funciones, no aparecen objeciones de parte de los concejales, pero el punto de preocupación está en la urgencia de nombrar directores titulares con las correspondientes responsabilidades, con un sello propio y con eventuales propuestas.
La Dirección de Control es particularmente importante, debe ser el filtro por el cual pasan todas las decisiones municipales en aspectos administrativos y financieros. Y si el filtro no funciona, tarde o temprano aparecen problemas o denuncias que llegan a la Contraloría General de la República y hasta la justicia ordinaria. Desde hace 18 meses subroga la dirección de ese departamento la funcionaria Inés Espinoza.
Importante es también la Dirección de Administración y Finanzas, que debe aplicar las políticas e instrucciones específicas de la alcaldía de acuerdo al presupuesto en aspectos relativos a la "provisión eficiente, eficaz y oportuna de los recursos humanos, materiales y financieros para el funcionamiento municipal".
Esa dirección es desempeñada por el administrador municipal, Pablo Staig, desde 2012, lo cual, según interpretaciones de la norma, sería incompatible.
Frente estas carencias, la Municipalidad afirma que las plantas de personal "se encuentran congeladas desde hace 22 años, lo cual provoca numerosas complejidades administrativas para poder cubrir todas las funciones y cargos".
Toda esta situación ocurre en un cuadro económico complejo de la Municipalidad de Viña del Mar, con un presupuesto deficitario en $ 3 mil millones de pesos, lo cual hace impensable, más allá de las disposiciones vigentes, ampliar la planta de personal actual.
De este modo hay que trabajar con los cuadros existentes para resolver el problema de las titularidades en las direcciones actualmente subrogadas, evitando prolongar la situación en el tiempo.
Pero en último término lo que interesa no son soluciones cosméticas, sino que resoluciones definitivas.