Everton se despide del sueño copero tras caer en definición por penales
FÚTBOL. Lejos de mostrar el fútbol vistoso que ofrecieron en el Clausura, los oro y cielo sufrieron en la altura de Tunja, donde solo la ineficacia de Patriotas evitó que el duelo se definiera antes.
En una complicada visita a Patriotas en Tunja, Everton aguantó hasta el final, y cuando parecía estar cerca de lograr la clasificación, la esperanza se desvaneció de súbito.
Los oro y cielo cayeron 1-0 en el estadio La Independencia, tal como había finalizado el compromiso de ida en Chile a favor de los viñamarinos. Sin embargo, tras ir arriba en la serie de penales, el cuadro auriazul terminó perdiendo por 4-3 para despedirse en la primera ronda de la Copa Sudamericana frente al conjunto colombiano.
En un comienzo, Everton intentó hacer su tan característico juego, con buena posesión y rápidas transiciones por las bandas, pero lo cierto es que poco le duraron esas primeras intenciones.
Y es que con el correr de los minutos, Patriotas comenzó a hacerse dueño de la pelota, aunque por largos pasajes a los cafetaleros les costaba generar peligro alguno. De todas formas, paulatinamente parecía que los viñamarinos parecían comenzar a sentir los 2.800 metros de altura de la capital del departamento de Boyacá.
Pese a ese panorama, a los 17' el cuadro auriazul se las arregló para avisar con un remate desviado de Nicolás Orellana.
Y apenas un minuto después, Eduardo Lobos se lució para evitar la apertura de la cuenta. Balón largo de los colombianos e Ibargüen entró destapado por la derecha y sacó un disparo cruzado que el golero oro y cielo desvió con lo justo al córner.
A medida que seguía avanzando el reloj, Everton parecía replegarse cada vez más, con un rival que lo llevaba peligrosamente hacia su propia área.
A los 30' un pase entre líneas dejó con ventaja a Omar Vásquez dentro del área visitante, pero un buen cruce de Dilan Zúñiga evitó la conquista de los dueños de casa.
Pero a los 33' llegó el 1-0 para Patriotas. Un centro que parecía intrascendente desde la derecha y Larry Vásquez bajó de pecho la pelota en el área. Ante la impericia de los dos centrales oro y cielo, se sacó a ambos de encima y con un simple movimiento decretó la apertura de la cuenta.
Tras el gol cafetalero, los dirigidos por Pablo Sánchez se volvieron todavía más imprecisos, les costaba salir jugando e incluso conectar un par de pases. Un equipo totalmente irreconocible con respecto a lo que se vio en el Clausura: poca chispa, lento, sin ideas, sin capacidad de elaborar juego. Los oro y cielo prácticamente ni llegaban a las cercanías del área rival.
Ya en el final del primer tiempo, Eduardo Lobos evitó un autogol de Cristián Suárez y luego Nicolás Carreño la mandó afuera.
Soportando como sea
Everton salió con nuevos aires al segundo tiempo, decidido a ir por ese gol de la tranquilidad. Empezó a manejar la pelota con criterio y con mucha mayor precisión. Pero lo cierto es que bien poco le duró esa iniciativa.
Rápidamente el equipo local volvió a adueñarse de la pelota y esta vez fue todavía más punzante.
A los 49', nuevamente Larry Vásquez apareció y por poco no marcó el segundo. Después, Ibargüen desperdició un contragolpe que parecía fulminante y luego Omar Vásquez definió desviado en inmejorable posición dentro del área.
Más increíble fue la que tuvo Uvaldo Luna, quien se lo perdió prácticamente solo ante Lobos casi en área chica.
El control y dominio era total en el local, sobre todo ya bien entrado el segundo tiempo. Everton apenas podía hilvanar jugadas y perdía la pelota con abrumadora rapidez, cansando aún más a unos ya agotados viñamarinos. Pese a ello, los oro y cielo aguantaban como podían.
Y a eso se sumaba el insólito despilfarro colombiano. A los 84' otra vez se lo perdió Luna y dos minutos después Lobos se lució para volar y sacar del ángulo un gran remate de distancia de Carlos Mosquera.
Así el partido terminó extendiéndose hasta los penales. Iban 2-2 en esa instancia cuando el golero auriazul se erigía como figura al taparle un lanzamiento a Mosquera. Sin embargo, Álvaro Villete contuvo el remate de Steven Almeida, y luego Franco Ragusa estrelló su disparo en el travesaño, sentenciando la suerte de Everton y terminando con el sueño copero ante un equipo que jugaba su primera copa internacional.
Ahora los oro y cielo saldrán de vacaciones buscando recobrar fuerzas, renovar a parte del plantel actual y olvidar el deslucido cierre de temporada.
"Encontramos un equipo que justificaba su táctica,Patriotas conoce perfecto su sistema".
Pablo Sánchez, DT de Everton"
El percance con el ancho de la cancha
Antes del inicio del compromiso en el estadio La Independencia de Tunja, se vivió un hecho insólito en el fútbol mundial. Y es que mientras los jugadores de ambos equipos hacían su respectivo trabajo precompetitivo en el campo de juego, los cancheros del recinto deportivo se vieron en la obligación de arreglar el ancho de la cancha: el reglamento de la FIFA establece un máximo de 75 metros, pero medía 79. Mucho se especuló con que Patriotas intentaba sacar ventaja deportiva al ensanchar la cancha, sobre todo pensando en la altura y en darle mayor espacio a sus laterales. Sin embargo, lo cierto es que los cancheros debieron actuar rápidamente para pintar otra vez los bordes del campo de juego y borrar la marca anterior, recortando el ancho en cuatro metros. Todo alcanzó a efectuarse con relativa rapidez, por lo que el inicio del cotejo ni siquiera se vio alterado.
había ganado el conjunto viñamarino en el estadio Sausalito de Viña del Mar, con gol de Maximiliano Cerato de tiro libre. 1-0
metros de altitud se disputó el encuentro, en el estadio La Independencia de la ciudad de Tunja, en Colombia. 2.800