El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer una nueva ronda de sanciones contra Corea del Norte que tienen por objetivo recortar hasta en un tercio de sus exportaciones en lo que constituye el castigo "más amplio y de mayor impacto hasta la fecha" que ha sufrido la nación asiática, en palabras de un diplomático citado por la agencia AP.
La medida se adoptó tras semanas de discusión entre EEUU y China, que evitaron el veto de esta última, cada vez más alejada de quien fuera uno de sus principales aliados. Esta es la séptima ocasión en la que la ONU adopta una determinación similar para penalizar al estado comunista por la expansión de su arsenal nuclear y de misiles.
El texto redactado bajo el impulso norteamericano podría reducir hasta en 1.000 millones de dólares los ingresos norcoreanos al prohibir todas las exportaciones de carbón, hierro, plomo, pescados y mariscos, añadió el mismo representante que conversó con AP.
El carbón reportó a Pyongyang cerca de 1.200 millones de dólares el año pasado, según el cálculo de Washington, antes de que Naciones Unidas limitara ya su venta a un máximo de 400 millones anuales.
Las sanciones incluyen también la prohibición de otorgar permisos adicionales a trabajadores norcoreanos, nuevos proyectos conjuntos con empresas del mismo país o inversiones en esas firmas. El envío de mano de obra a otras naciones se ha convertido en una fuente adicional de obtención de divisas para Pyongyang. Aunque se desconoce el importe real en 2015 el investigador especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos en Corea del Norte, Marzuki Darusman, estimó que dicha actividad -que incluye a unos 50.000 trabajadores- suponía un ingreso anual para Pyongyang de entre 1.200 y 2.300 millones de dólares.
La votación en Naciones Unidas se produjo después de que Corea del Norte realizara dos ensayos exitosos de misiles intercontinentales (ICBM) el pasado mes de julio, que colocan la mayoría del territorio estadounidense bajo el rango de este armamento.
La crisis de la Península de Corea ha generado una escalada militar que podría incluso agravarse ante las inminentes maniobras que ejecutarán los ejércitos de EEUU y Corea del Sur en las próximas semanas en esa región.
El principal asesor de seguridad de Donald Trump, H.R. McMaster, manifestó en una entrevista con la cadena Msnbc que su país se prepara ya para una "guerra preventiva" contra el régimen liderado por Kim Jong-un.