Con nota 3,6 en promedio los porteños califican a la salud pública
VALPARAÍSO. Según la VIII Encuesta Nacional de Salud 2017, porteños se quejan principalmente del tiempo de espera para recibir atención médica.
El Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (ISPAB) dio a conocer los resultados de la octava "Encuesta Nacional de Salud 2017", enfocada en la Región de Valparaíso, en la cual se entrevistó a un universo de 402 personas, y cuyo trabajo de campo fue efectuado por la empresa GFK Adimark durante mayo y junio.
La encuesta arrojó datos que reflejaron el descontento de la ciudadanía, especialmente en lo que se refiere al acceso al sistema de salud. Específicamente en Valparaíso, un 69,4% de los encuestados evaluó al sistema de salud con nota inferior a 4. Respecto a la obtención de hora de especialistas en hospital, un 76,2% de los encuestados calificó con nota inferior a 4, mientras que el 64,9% reprobó el acceso a urgencias en el SAPU y un 75,2% al servicio de urgencia de su hospital (con calificación -4).
Estas cifras se vuelven más críticas si se consideran aspectos como la percepción de acceso de salud en un año, donde un 51,8% considera que será aún más demorosa. "Estos datos reflejan que el sistema de salud y las autoridades del sector y del país, aún no se dan cuenta de que, pese a que ha aumentado un 9% en promedio el gasto al año, por cerca de 10 años , aún hay descontento de la población y hay cerca de dos millones de personas esperando por atención. Se debe asumir que el sistema de salud, tal como funciona hoy, no es capaz de resolver los problemas y necesita una reforma profunda que enfatice no sólo en los problemas del modelo de financiamiento, si no que se deben introducir nuevos modelos de atención en salud y nuevos modelos de gestión en los hospitales y servicios de salud", reflexionó Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la UNAB.
INDICADORES A LA BAJA
Asimismo, Sanchez destacó que este año en especial, se han deteriorado los indicadores de experiencia respecto del año anterior, en las mujeres, y adultos mayores en 8 puntos porcentuales y de seis puntos en el caso de los adultos entre 40 y 60 años.
"Esto hace necesario reformular ciertas políticas de acceso y cobertura de salud para estos grupos poblacionales, respecto a patologías como cánceres en el caso de las mujeres y adultos, así como de enfermedades crónicas y sus cuadros de descompensación aguda en el caso de los adultos mayores", sostuvo el docente.
En la encuesta a nivel país, el sistema de salud chileno fue reprobado. Un 64% de los encuestados puso una nota de 1 a 4, siendo Valparaíso la zona con mayor desaprobación.
"Pese a los programas de especialistas, anuncios de construcción de hospitales, lo que el gobierno aún no ha resuelto es el acceso a la salud y eso creo que la gente lo ve como preocupante, ya que las autoridades insisten en más de lo mismo, más gasto, mas infraestructura y más recursos profesionales y no dan un vuelco a lo que tendrá mayor impacto, controlar el crecimiento de las enfermedades crónicas y el aumento de cobertura de los programas de control de crónicos para mantenerlos estabilizados y así reducir la demanda en su origen y no sólo contenerla con más recursos", advierte el director del ISP de la Universidad Andrés Bello.
Financiamiento de Salud
En relación a la percepción del gasto en salud, los encuestados consideran en un 49,1% que este aumentará dentro de un año. En tanto, la cifra de encuestados que cree que habrá aumentos en el gasto personal, que incluye remedios, alcanza el 41,8%. Esta cifra es menos pesimista que la reflejada en el 2016 donde un 45,5 % de los encuestados respondió que el gasto personal aumentaría.
En cuanto a otro ítem del aspecto financiero, el 51,3% considera que la población chilena en general no se encuentra protegida financieramente. Mientras que un 42,6% advierte sentirse desprotegido ante la eventualidad de sufrir una enfermedad catastrófica que no esté cubierta por el auge.
"Aún el sistema de salud chileno está al debe con la ciudadanía, respecto de generar un modelo que realmente dé protección en los grandes siniestros catastróficos a pesar del AUGE y del seguro de enfermedades catastróficas en las Isapre. Se hace necesario que el sistema en su conjunto hagan esfuerzos coordinados para controlar costos y dar mejor protección en lo realmente importante (lo catastrófico), no traspasar riesgos a las personas y finalmente hacerse cargo en forma efectiva de los mayores costos de la tercera edad", puntualiza Héctor Sánchez.
"Este año en especial, se han deteriorado los indicadores de experiencia respecto del año anterior"
Héctor Sánchez, director ISP, Universidad Andrés Bello"
considera que la 51,3%
población chilena en general no se encuentra protegida financieramente. 42,6%