"La autoridad central no mostró suficiente decisión para lograr mantener a los cruceros"
Osvaldo Jara
Director de Turismo de la Municipalidad de Valparaíso
"Pensamos en un terminal con buenos accesos, seguro"
Victoriano Gómez
Gerente de Asuntos Corporativos de Turbus, empresa que está interesada en licitación del rodoviario de Viña
Los perros abundan y esta es la otra peste o plaga que tenemos en Valparaíso; pero lo peor del caso es que contra este problema no hay preservativos ni vacuna que valga. Hay barrios como el del Almendral, donde a ciertas horas de la noche parecen sólo habitados por perros, muchos de los cuales son bravos y acometen al transeúnte.
El prefecto de policía, señor Vargas, propuso a la Intendencia de la provincia prohibir el paso de animales y de bestias de cargas en el Camino Plano, vía que une Viña del Mar con Valparaíso. La razón de ello es el alto número de accidentes que se está produciendo en la citada vía, especialmente en el tramo entre Miramar y la estación Barón.
André Maurois, uno de los escritores más prolíficos y famosos de Francia, falleció hoy en una clínica de los alrededores de París a los 82 años. Fue un maestro de la biografía, un celebrado intérprete de la historia moderna y uno de los novelistas más cercanos a la mujer y el amor. Su deceso fue causado por complicaciones pulmonares.
La conectividad plan-cerro es fundamental para Valparaíso, tanto para los vehículos particulares como para la movilización colectiva. Atendiendo esa realidad se iniciaron el año pasado trabajos de mejoramiento de la subida Baquedano que, partiendo desde la avenida Francia, en el plan, remata en uno de los extremos de la avenida Alemania. Esta vía exigía renovación por su antigüedad, reiterados terremotos, condiciones climáticas y por el aumento del tráfico de vehículos.
Así, se emprendieron las obras, lo cual suponía alteraciones en el acceso a los cerros La Cruz, Mariposas y Bellavista, entre otros, obligando a variados desvíos de tránsito. Estas alteraciones se prolongaron más allá de lo aceptable, pues la tercera etapa de las obras de esa importante vía quedaron interrumpidas por la quiebra de la empresa ejecutora, suspensión que se ha prolongado por varios meses, con las consecuentes molestias para los usuarios residentes y también para quienes llegan hasta el sector donde se ubican La Sebastiana, el Museo a Cielo Abierto, el Teatro Mauri, la Iglesia Carmelita y diversos puntos de interés turístico.
Finalmente, el Serviu decidió licitar nuevamente los trabajos suspendidos, los que se prolongarán por 126 días, retomando el proyecto primitivo que consulta principalmente la pavimentación de 521 metros de calzada y de aceras. Además, se instalarán 56 luminarias y se mejorarán los ductos de evacuación de aguas lluvia.
Es positiva la reiniciación de las obras de la etapa pendiente, medida quizás tardía dada la reconocida importancia de la vía para residentes y visitantes.
Pero más allá de este problema que se espera sea resuelto, aparecen inquietudes ante la próxima iniciación de obras de mejoramiento de la avenida España, trabajo que implica intervenciones de envergadura que van asociadas a cambios de tránsito que afectarán a todo el movimiento del Gran Valparaíso en una temporada de altos flujos.
A esos trabajos se añaden otros en Santos Ossa, principal acceso a Valparaíso desde la Ruta 68, lo que también implica desvíos de tránsito por vías alternativas.
Estos trabajos, necesarios e ineludibles, obligan a la autoridad mandante que los financia a tener especial prolijidad en la asignación de los trabajos, que se asignarán mediante propuestas públicas.
La calificación de los ejecutores debe considerar la capacidad técnica de las empresas y también su respaldo económico para evitar episodios como el de avenida Baquedano que, lamentablemente, no es nuevo en obras públicas, pues muchos trabajos se suspenden debido a problemas de quienes están a cargo de ellos. Estas experiencias negativas obligan a una cuidadosa selección para evitar inexcusables paralizaciones que golpean a las personas y a sus actividades.
En el atardecer de la vida las intensidades de los colores existenciales se tornan más tenues. Las convicciones juveniles se aquietan y sólo se perciben las más profundas que, curiosamente, no hacen ruido, pero si trazan el camino.
Hace pocos días dejó este mundo el Padre Pepo; un revolucionario, como a él le gustaba decir. Pero si lo consideramos en relación a las enseñanzas y vida de Jesús, su revolución se enmarca en la del amor, esa que le hace bien al mundo y que nos ayuda a ser coherentes con nuestras convicciones, comprometiéndonos con el resto de las personas y la creación entera.
Una vida evangélica, según el plan de Dios, siempre es un signo de contradicción: desafía el establishment, cuestiona las certezas y debilita las aparentes seguridades. Fue la acción del Espíritu que movió al Padre Pepo a considerar el valor del ser humano como una ocasión de encuentro con Cristo encarnado; me atrevería a afirmar que es este el fundamento desde donde podemos comprender su existencia. Su irrestricta defensa a los derechos humanos, su compromiso social innegable y su entrega encomiable en la dimensión personal y pastoral siempre tuvieron al ser humano al centro de su atención.
En la vida espiritual del Padre Pepo, Cristo crucificado ocupaba un especial lugar. Ofreció sus dolores e incomodidades por un mundo mejor, en conexión con los dolores de Jesús en la cruz. A él le gustaba repetir: "Pobrecitos, sólo tienen dinero", para aludir a quienes se encerraban en sus posesiones y rechazaban a quienes cargaban con sus cruces cada día. En su riqueza de desprendimiento y en su seguridad de vulnerabilidad descubrió que toda debilidad ofrecida a Dios con amor es fortaleza que permite vivir libre y feliz en medio de la adversidad.
Si tuviera que elegir una faceta del Padre Pepo, me quedaría con la de su amor profundo y martirial a Jesús, y en él, a todas las personas, especialmente las más pobres y necesitadas. Su humor esculpido con fina ironía no dio paso a posibles rencores que eclipsan la vida; más aún, él nunca tuvo deseos de venganza contra quienes lo torturaron. Éste, ya no será sólo el lugar de la pasión y muerte, sino que se transformará eminentemente en espacio de resurrección. Y es esta nueva vida la que esperamos para él, sabiendo que si vivimos, vivimos para el Señor, y su morimos, morimos para el Señor; así es que tanto en la vida como en la muerte somos del Señor (cf. Romanos 14,7-9).
Padre Pepo, lo encontraremos en cada eucaristía que celebraremos, en el hermano necesitado que veamos, en cada sufrimiento que entreguemos. No lo percibo muerto, sino vivo en el Dios que le dio la vida para darla, tal como lo ha hecho por su paso en esta tierra. Percibimos que su convicción existencial fue encontrarse con Jesús en la tierra, sea en la eucaristía, en la palabra de Dios, como también en los necesitados de cada día. Hoy su convicción es realidad de resurrección; hoy más que nunca, la vida vence la muerte; hoy tenemos alegría de resurrección… ¡Ahora, esa es nuestra convicción!
Pbro. Gonzalo Bravo
Párroco de la iglesia La Matriz