Con una actividad denominada Misa y Mesa recordarán hoy en la iglesia La Matriz, a las 19 horas, al sacerdote José León Gutiérrez Asenjo, más conocido como el padre Pepo, quien fuera el creador del comedor 421 y que falleciera la semana pasada.

"Queremos celebrar la vida del padre Pepo, la vida que tuvo aquí en la Tierra y, para los que somos creyentes, la vida que tiene ahora en el cielo. Vamos a hacer una misa y después queremos hacer una comida, poner las mesas en el atrio y que la gente que quiera llegue, se siente y comparta con toda la gente que es la que compartía con el padre Pepo, que es la gente que va al 421, de la plaza Echaurren", detalló el párroco de La Matriz, Gonzalo Bravo.

"La misa es a las 7 de la tarde, y si el día nos acompaña, a las 19.45 queremos sacar las mesas del comedor 421 al atrio y que todos compartamos un poco, como le habría gustado a nuestro querido padre Pepo, que era un hombre muy solidario", destacó Bravo.

El sacerdote agregó que "vamos a tener algunos grupos musicales para amenizar la cosa y están todos invitados. Si quieren venir y traer algo, unos fideos número 5, que son los que vamos a cocinar; y si no tienen nada, igual son bienvenidos, que vengan porque la sonrisa y la compañía va a ser lo que nos va a alegrar a nosotros".

A las 9 de la mañana de ayer, el martillo del juez Matías Urrejola dio inicio a la segunda jornada del juicio oral en contra de Giuseppe Briganti, imputado por el homicidio de los jóvenes universitarios Diego Guzmán (25) y Exequiel Borvarán (18), ocurrido el 14 de mayo de 2015 mientras se desarrollaba una marcha estudiantil, además de los delitos de microtráfico y porte y tenencia de arma de fuego, arriesgando una pena cercana a los 30 años de cárcel.

Con una actitud calmada y de buen semblante, Briganti ingresó a la sala 3 del quinto piso del Tribunal Oral en lo Penal de Valparaíso para enfrentar una nueva jornada de alegatos en su contra, comandados por la fiscal Mónica Arancibia.

Relato de briganti

Vestido con un jersey beige y esposado de manos y pies, el joven de 22 años miró hacia el público buscando a algún familiar entre los flashes y cámaras de video que lo apuntaban.

Allí, su hermana, con un cierta tristeza, presenció cómo Briganti se sentó en el banquillo de los testigos para renunciar a su derecho de guardar silencio y relatar, durante más de tres horas, lo sucedido el pasado 14 de mayo de 2015, cuando una bala impactó a Borvarán, quien cursaba primer año de Psicología en la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar, y a Guzmán, militante de las JJ.CC. y estudiante de Prevención de Riesgos en el mismo plantel.

"Yo, ese día, estaba durmiendo, cuando la expareja de mi papá me fue a buscar a la pieza diciendo que lo estaban atacando. Por eso desperté, me puse unos pantalones y bajé a ver qué pasaba, y ahí veo que varios manifestantes estaban empujando e insultando a mi papá. A raíz de eso, yo también empujé a uno de los tipos y como se me vinieron seis personas encima, me saqué el cinturón con la hebilla en el aire", fueron las primeras palabras de Briganti en relación a los hechos por los que fue detenido.

En este sentido, y tras ser consultado sobre el momento en que utilizó el arma de fuego en contra de los manifestantes, señaló que su motivación no era matar a alguien en particular, sino que amedrentar a la muchedumbre.

"Yo subí a la casa, me metí en el dormitorio de mi papá y en el ropero había una caja con dos armas: una de fogueo y una real, y yo con los nervios tomé la pistola sin saber cuál era y pensando que era la de fogueo. Ahí bajé, le pasé el carro al arma, como había visto en las películas, y disparé hacia el aire para espantar a la gente, pero mi intención nunca fue herir o matar a nadie", añadió el imputado.

Existen contradicciones

Una vez terminada la segunda jornada del juicio oral, la fiscal Mónica Arancibia fue tajante al observar que el relato de Giuseppe Briganti estuvo colmado de contradicciones.

"Estamos comenzando el juicio, ha declarado el imputado y yo creo que las en las declaraciones claramente se encuentran contradicciones entre lo que señaló en su oportunidad, lo que dijo en la reconstitución de escena y en lo que dijo hoy. Y si bien no me voy a referir en extenso porque es parte de la estrategia, existen contradicciones importantes", expresó la persecutora.

Por su parte, Miguel Alfaro, abogado de Giuseppe Briganti, comentó que "la actitud del imputado, desde el principio de la investigación, ha sido colaborativa. Renunció a su derecho de guardar silencio y ha entregado toda la información que de él depende, sometiéndose a todas las pericias y autorizando fotografías".

horas duró la declaración de Giuseppe Briganti en el Tribunal Oral en lo Penal de Valparaíso. 3

años de cárcel arriesga Giuseppe Briganti por homicidio, microtráfico y porte de arma de fuego. 30

Cerca de dos millones de pesos sólo en daños es el saldo de los cinco robos que han afectado al comedor 421 de la iglesia La Matriz durante los últimos siete días, delitos cuyas principales víctimas son personas en situación de calle que diariamente acuden a almorzar allí y que ayer no pudieron hacerlo debido al robo ocurrido durante la madrugada del martes.

Según detalló el párroco, Gonzalo Bravo, el monto de lo sustraído es menor en comparación con la alta suma que deberán desembolsar para reparar las paredes y el techo por donde ha ingresado el o los ladrones en estos días, pues exhiben sendos forados. A ello se agrega la reparación del panel solar ubicado en el techo, que también fue dañado por el delincuente, y un televisor con pantalla plana que, en el afán de robarlo, finalmente lo dejó inutilizable, por lo que tampoco pudo ser usado para que los parroquianos vieran el partido de Chile ayer.

Las denuncias ya se hicieron a la PDI y Carabineros, y los delitos están siendo indagados por la Brigada Investigadora de Robos de la PDI.

El sacerdote hizo notar que la mercadería robada no tiene mucho valor, por lo que están más afectados "fundamentalmente por los destrozos. Impresiona el nivel de violencia, yo pienso que esta persona está enferma y necesita mucha ayuda".

Mensajes

Aburridos de los constantes saqueos y destrozos, los trabajadores del comedor dejaron una serie de carteles con recados para el que, a su juicio, es el ladrón, al que identificaron como Camilo, de acuerdo a los datos que lograron recabar entre los propios habitantes del Barrio Puerto.

"Es primera vez que me toca una seguidilla tan violenta de robos y tenemos una sensación de que no tenemos ayuda, pese a que esto lo saben nuestras autoridades, yo me he dirigido a ellas, han sido súper acogedoras, debo reconocer, pero la persona sigue suelta", lamentó Bravo.