La apertura del cabotaje a naves de otros países, tráfico en que hoy las nacionales tienen la exclusividad en nuestro litoral, abre un importante debate. Así, en el encuentro "Revisión de la reserva legal del cabotaje en Chile" se consideraron aspectos económicos, geopolíticos y de seguridad nacional. Atendiendo a la necesidad de modernizar la norma actual, que data de 1979, el coordinador del Departamento Marítimo, Fluvial y Lacustre del Ministerio de Transportes, Gonzalo Frigerio, planteó que "es el momento de introducir algunas modificaciones que permitan el desarrollo de la Marina Mercante". Uno de estos aspectos sería el "reposicionamiento de contenedores del comercio exterior cuando no existan servicios de línea regular de bandera nacional". Sin embargo, informó, en esa propuesta no se ha llegado a acuerdo con la Asociación Nacional de Armadores (ANA), Armadores del Sur y tampoco con los generadores de carga. Esta apertura, señaló el funcionario, cesaría cuando algún armador nacional ofrezca el servicio. Recordó, además, una propuesta para naves de más de 400 pasajeros, lo cual fortalecería la actividad de los cruceros al ofrecer traslados de un punto a otro de la costa, favoreciendo la oferta de servicios portuarios y generando empleo.
Por su lado, Ricardo Tejada, presidente de la ANA, expresó que la exclusividad en el tráfico "no es una protección, sino que un incentivo", agregando que si se produce una apertura "la única manera de sobrevivir es la bandera de conveniencia". Y agregó que si en algunos tramos no hay cabotaje es porque no hay demanda de ese servicio, "ya que el transporte terrestre se lleva la carga, pues está subsidiado indirectamente". ¿Existe ese subsidio? Es un punto que exige respuesta.
Sumando posiciones, el abogado Benjamín Mordoj apoyó una apertura total, en tanto que Rodrigo Pinto-Agüero, presidente de los oficiales mercantes, rechazó una posible apertura.
Agregando planteamientos sobre este debate, son importantes las reflexiones de Boris Leyton Morán, capitán de navío, magíster en Ciencias Navales y Marítimas, quien en un artículo en la "Revista de Marina" concluye que "a pesar de su larga costa, en Chile los principales flujos de carga general se transportan por vía terrestre, notablemente en camión. Por razones económicas, sociales y ambientales, convendría aumentar el modo marítimo, es decir, el cabotaje". Lo que indica Leyton es cierto, el cabotaje, localmente importante en la zona austral, también podría contribuir al movimiento de grandes volúmenes de carga general en el resto del país, sumando competitividad al dominante transporte terrestre.
La importancia del tema, las oportunidades que ofrece el "modo marítimo", exigen que el debate continúe abierto.