En un reciente informe dado a conocer por la Intendencia Regional y desarrollado por la Subsecretaría de Prevención del Delito, se detalló que cerca de un 34% de las incivilidades ocurren a menos de cincuenta metros de locales donde se vende alcohol. Si a esta cifra se le suma la gran cantidad de patentes de alcoholes que existe, por ejemplo en las comunas del Gran Valparaíso, estamos frente a un problema de seguridad al que se le debe prestar atención con urgencia.
"Tenemos un problema en la sensación de inseguridad y precisamente por eso queremos colocar el tema de la incidencia que tienen las localizaciones de los lugares donde hay expendio de alcohol", señaló el intendente Gabriel Aldoney, dejando en claro que la idea es discutir los resultados de este estudio de georreferenciación con los municipios, de manera que se puedan adoptar las medidas necesarias de fiscalización y prevención que permitan disminuir los índices de violencia en los barrios o en las cercanías de locales nocturnos.
A este dato, preocupante por cierto, se debe sumar que desde 2015 a la fecha existe un aumento de un 18% en la cantidad de patentes de alcohol autorizadas en la región, cifra que se condice con lo publicado en un reciente reportaje de este diario, donde se señaló que sólo en Valparaíso hay 92% más de autorizaciones de este tipo, según lo estipulado por la Intendencia Regional, calculo que se hizo tomando los datos del Censo 2002... En Viña del Mar la situación no es muy distinta. Existe un 91% más de este tipo de locales, seguido por Concón, con un 36%, y Quilpué, con 12% más de recintos donde se vende alcohol. Sólo Villa Alemana mostró una cifra inferior a lo permitido, con 3% menos. Aquí sólo se consideró al Gran Valparaíso.
Claramente, no se trata de estigmatizar la venta de alcohol en locales o botillerías, pero sí que se debe regularizar, controlar y fiscalizar la entrega de permisos de manera que no ocurra, por ejemplo, lo de la subida Ecuador, en el Puerto, calle donde en menos de 150 metros existen cuatro locales en los que se vende alcohol.
"Uno camina dos pasos y se topa con una botillería", dicen vecinos de Quilpué, mientras locatarios de Villa Alemana piden más fiscalización. Existe, en el fondo, una coincidencia en la necesidad de normar mejor este mercado y de aplicar un mayor control. Sólo falta la decisión de la autoridad de trabajar en serio el tema. Por lo menos, el estudio realizado es un importante paso y habrá que ver ahora qué acciones se aplican en beneficio de la seguridad y los vecinos.