"Esperemos que puedan reflexionar para que puedan medir sus declaraciones"
Jorge Sharp
Alcalde de Valparaíso, a inmobiliaria del proyecto Parque Pümpin
"En este tiempo hemos logrado premiar a más de 80 instituciones, personas y agrupaciones"
Magdalena Piñera
Directora de la Fundación Futuro, en entrega de Premios Ciudad 2017
Parece que los reclamos del municipio porteño no han hecho otra cosa que activar la obra de prolongación de la vía férrea por el borde costero. La Municipalidad critica que los trabajos de ferrocarriles ponen en peligro la seguridad de las personas, provoca a obstrucción de algunas calles y, además, afecta el uso de la ribera del mar.
El Ministro de Justicia ha invitado a su colega de Justicia a estudiar la mejor manera de obligar al trabajo a reos de las cárceles en las obras públicas que se ejecuten en el país. Los reos recibirían el respectivo salario. Con esta medida se economizaría dinero al Fisco y se evitarían tantas inmoralidades que hoy se ven en nuestras cárceles.
Anoche quedó resuelto el conflicto que por 24 días mantuvieron gremios del Comando del Transporte, por el alza de las tarifas en el peaje del túnel Zapata. Así, hubo un boicot a dicho túnel, usando la cuesta del mismo nombre como alternativa. En un documento de acuerdo se volvió a tarifas antiguas y se extendió el plazo de inicio en otros cobros.
No es un partido de fútbol entre chilenos y argentinos. Hernando de Magallanes y Diego de Almagro fueron un portugués y un español que, si vivieran, estarían disputándose con saña el balón, porque los que avivamos al primero sostenemos que arribó mucho antes a las costas de lo que sería Chile (1520) y los que admiran al segundo lograron asignarle la condición de "descubridor" del país por haber cruzado la cordillera e ingresado al valle de Copiapó. Aunque llegó dieciséis años después que el lusitano (1536), se le reconoce oficialmente el mérito al conquistador del norte. Así se lee y estudia en los textos escolares, desde que alguien consideró que nuestros pueblos antiguos no tenían importancia suficiente para reconocerles sus extensas travesías y asentamientos.
Repasemos: el 21 de octubre se celebraron 477 años desde que el portugués, junto a una controvertida tripulación española, no exenta de traidores y desertores, ingresó con cuatro naves por la boca oriental del Estrecho. En 28 días comprobó que ese paso desembocaba en un océano que lo recibió en la salida occidental con una calma engañosa, al punto que el proceloso mar del Sur -su nombre hasta entonces- se conoció de allí en adelante como nuestro gran océano Pacífico. Fue una de nuestras primeras contradicciones; en el curso de los siglos se sumarían muchas más.
Demostró don Hernando que había un encuentro de mares y dio la primera vuelta al globo terráqueo en la historia de la humanidad. Los chinos han pretendido primacía, pero no hay pruebas convincentes y prevalecen las inconsistencias.
Faltan sólo tres años para que se cumplan 500 desde ese día memorable. Es el mismo tiempo que le tomó a la escuadra del Reino de Castilla y Aragón venir y regresar a una España expectante, aunque sin su capitán, asesinado en Filipinas por un acto de soberbia del lusitano con los lugareños, verdaderos dueños de esos espacios. La conmemoración de este quinto centenario no debe ser considerada sólo una efemérides regional. Es el único hecho de la historia remota de Chile con una dimensión universal. No hay otro. No sólo por la hazaña náutica, sino por todo lo que desencadenó esa memorable travesía, desde la cartografía en adelante.
Son ínfimas las ocasiones en que los hechos trascendentes ocurridos fuera de los límites capitalinos son considerados de importancia nacional. Una vez al año miramos hacia Iquique, en el norte, y rememoramos el valor ejemplar de Arturo Prat. La primera vuelta al mundo por el Estrecho de Magallanes hace 500 años redefinió los mapas de la Tierra, conectó mares y culturas y nos dejó el apellido sonoro e inconfundible del gran explorador en una región como no hay otra.
Patricia Stambuk M.
Periodista
La Fundación Chile Descentralizado... Desarrollado, dirigida por el incombustible Heinrich Von Baer y gerenciada por el no menos constante Diego Portales, lanzó ayer su libro Descentralización 2.0, construyendo la gobernanza regional que Chile necesita: un desafío país.
El volumen, de casi 500 páginas y que es una suerte de continuación de El arranque de la Descentralización: soltando las amarras del centralismo chileno, está dividido en tres partes: la I hace referencia a Un nuevo trato Estado-territorios: el desafío impostergable, en la cual se desglosa el marco político-estratégico y el nuevo modelo organizacional territorial; el programa: medidas estratégicas, que habla de las principales propuestas que contempla el proceso de descentralización; y los programas presidenciales y demandas regionales, con las interesantísimas visiones de los exintendentes Juan Andrés Varas (Los Ríos), Claudio Orrego (Región Metropolitana, en ejercicio), Andrés Molina (La Araucanía) y Jaime Tohá (Biobío).
La parte II, en tanto, se refiere a las Miradas y razones para descentralizar Chile (la voz de los expertos), con imperdibles opiniones sobre el marco estratégico general del constitucionalista José Luis Cea, los economistas Sergio Boisier y Jorge Marshall, la embajadora chilena en la OCDE Claudia Serrano, el exministro Alejandro Ferreiro, el exsubdere Miguel Flores, el exsenador regionalista Carlos Cantero, el exalcalde y parlamentario Esteban Valenzuela y el actual subsecretario de Desarrollo Regional Ricardo Cifuentes. El fortalecimiento de los espacios locales y regionales de desarrollo, en tanto, es abordado por Emilio Pineda, Raúl Sohr, Alberto Undurraga, Pedro Sierra, Michel De L'Herbe, Luis Otero y Camilo Vial.
La III parte y final desglosa las Conclusiones respectivas sobre uno de los procesos más trascendentes en el desarrollo inmediato y futuro del país.
Tras la presentación, en la Biblioteca del Congreso se armó un interesante debate protagonizado por la senadora Lily Pérez y los diputados Andrea Molina, Marco Antonio Núñez, Rodrigo González y Osvaldo Urrutia, en el cual se establecieron los respectivos compromisos (algunos firmes, otro más relativos) en torno al progreso del empoderamiento regional, en un contexto marcado por la amplia experiencia que les cabía a varios de los participantes: ocuparon cargos en el concejo municipal, la alcaldía e incluso la intendencia.