Funeraria conserva al interior de joyas el adn de personas fallecidas
La innovación genética llegó con éxito a los servicios funerarios en Austria, mediante la confección de joyas únicas con el ADN de seres queridos, de acuerdo a un reporte de la agencia EFE.
La tradicional funeraria vienesa Bestattung Wien es la empresa que ofrece el servicio donde, además de joyas, se ofrece la conservación del ADN durante 300 años, o plasmar su secuencia en un cuadro decorativo.
La portavoz de la compañía, Florian Keusch, explicó que el material genético se recoge de las uñas, y se le da un tratamiento específico de acuerdo a la voluntad de los dolientes.
En un collar
El procedimiento más solicitado es la confección de un pendiente -de collar -con los cromosomas en su interior.
En este caso, el ADN es purificado e introducido en un líquido azul o transparente, que luego se utiliza para rellenar la joya hecha de vidrio soplado.
La gema obtenida se engancha a una cadena de oro, antracita u oro blanco.
La opción de imprimir un cuadro con el perfil del ADN, técnica que se utiliza también para estudios de paternidad, consiste en un conjunto de líneas apiladas en distintas columnas, las cuales representan la secuencia del difunto.
Para quienes sueñan con utilizar la información genética en el futuro, la empresa funeraria también ofrece guardarla en una cápsula de metal con triple sellado, artefacto que la mantendría en perfecto estado hasta 300 años.
Esta técnica permitiría, entre otros usos, que el ADN sea empleado un día para fines médicos, como, por ejemplo, identificar defectos genéticos hereditarios que puedan traducirse en la predisposición a tener determinadas enfermedades.
Dependiendo del producto, los precios de los cuadros y joyas con ADN varían entre US$ 395 y unos US$ 930, señaló la firma austríaca.
Negocio de alta gama
Cortejos diarios
La funeraria austríaca Bestattung Wien asegura, en su página web, la realización de 55 cortejos diarios, debido a que trabaja los 365 días del año.
Diamantes
La firma también ofrece convertir las cenizas del difunto en un diamante, a través de un proceso químico que se extiende durante varios meses.