"Los científicos deben perder el miedo de hablar de su trabajo en público"
REFERENTE. Es uno de los mayores difusores nacionales en materia de investigación. "La ciencia no ocurre sólo en los laboratorios", argumenta.
"Tenemos un retraso evidente en materia de institucionalidad de la realidad científica, que depende de una unidad del Ministerio de Educación, que tiene intereses propios" "La imagen del investigador está trastocada por estereotipos culturales. El científico es un tipo normal""
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Felipe Cuevas Mora
redaccion@mediosregionales.cl
Entre paneles y exposiciones, Gabriel León reconoce que este año ha sido uno de los más demandantes en materia de viajes. Hecho reflejado en su reciente visita a Concepción, donde participó en el Congreso de la Sociedad Chilena de Infectología y apoyó la difusión de la conferencia internacional de Cultura Científica, que realizará la Universidad Andrés Bello (UNAB) a fin de mes.
El bioquímico y doctor en Biología Celular y Molecular es uno de los principales difusores de avances en materia de investigación en todo el país, una de las voces obligadas al hablar de comunicación científica y opinar sobre los procesos que vive el país respecto a ciencia, tecnología e investigación.
"Ha sido un año muy agitado, ya que dirijo el Centro para la Comunicación Científica de la UNAB y doy charlas por el país. Además publiqué un libro (La Ciencia Pop) al que le ha ido bien, firmé para escribir dos más y he trabajado para programas de televisión. Este año me ha permitido vincularme con personas de distintas áreas", expone.
- ¿De qué forma califica usted el momento que vive el país respecto a la ciencia? Se habla mucho del boom de la difusión y exposición del trabajo científico.
- Es un momento interesante, porque efectivamente hubo una especie de "boom" que se inició hace algunos años con ciertas iniciativas de difusión masiva, pero este año explotó con la venta de libros, demostrando el interés de las editoriales por un producto atractivo como la ciencia, lo que sirve como un vehículo para acercarla a la gente, demostrándoles que es entretenida, no es lejana ni árida como se piensa. Ha sido provechoso, ya que hay científicos interesados en la difusión y que lo hacen muy bien.
- ¿Existe temor de que este boom no decante, no se traduzca en el desarrollo de políticas públicas o que no represente un cambio de paradigma en el país?
- Eso puede ocurrir en cualquier ámbito. Este, en particular, tiene una consistencia en el tiempo que permitirá que se consolide. José Maza va en la séptima edición de su libro, yo en la cuarta y vendrán muchas más. Esto se materializará y aparecerán autores nuevos. Además hay muchos jóvenes entre 25 y 30 años que estudian ciencia y la difunden por otros canales, como las redes sociales, y han captado un gran interés en la gente.
- ¿Cuál es el camino para que los investigadores puedan difundir de mejor forma el trabajo científico que realizan?
- Los investigadores deben perder el miedo a hablar de su trabajo en público. La ciencia no ocurre sólo en los laboratorios de investigación y la imagen del investigador está trastocada por estereotipos culturales. El científico es un tipo normal, sólo con un trabajo un poco distinto. Es interesante exponer el trabajo que realizan y sobre todo el impacto regional que tiene al resolver problemas para su propia zona, lo que genera interés y cercanía de la ciudadanía.
MINISTERIO Y RECURSOS
- ¿Cree que las decisiones político-administrativas del último tiempo, como la discusión de un ministerio de Ciencia y Tecnología, están acordes al boom que vive la ciencia del país?
- Tenemos un retraso evidente en materia de institucionalidad de la realidad científica, que depende de una unidad (Conicyt) dentro del Ministerio de Educación que tiene intereses propios. Existe consenso dentro del mundo científico que debe existir una nueva institucionalidad. Ningún gobierno ha articulado un aparato estatal que delimite políticas de CyT y no creo que el ministerio llegue a la discusión de Ley de Presupuesto; los tiempos no van a dar, por lo que dependerá del próximo gobierno lo que ocurra con el ministerio.
- En la próxima discusión presupuestaria, con un hipotético ministerio, será clave el rol parlamentario.
- Hay que ver cómo se materializa el compromiso de palabra en apoyos a más recursos. Necesitamos políticos comprometidos con el desarrollo de la ciencia.
- En medio de toda esta discusión, ¿qué se le dice a los más jóvenes, que ven como una posibilidad real desarrollarse en ciencia y tecnología?
- Primero, toda la verdad: hoy hacer investigación en Chile es entrar a un mundo precario, pero la ciencia sigue siendo maravillosa, tanto para sus carreras como para sus vidas. La ciencia es una forma de enfrentarse a la naturaleza de manera sistemática para entenderla mejor. Sigue siendo valioso hacer ciencia, independiente de que si se convierte o no en tu trabajo futuro.
- Una de las áreas no abordadas mayormente en la discusión del nuevo ministerio tiene que ver con la relación del investigador y la universidad...
- Eso se explica por la carencia de una institucionalidad clara que regule cómo deben ser las relaciones contractuales, por lo que hoy muchas veces no hay seguros, garantías y trabajan sólo en base a honorarios. Existe precariedad laboral en esa área y la institucionalidad científica debería resolverla. Esa discusión debe ocurrir bajo el paraguas de la institucionalidad, por lo que no ocurrirá hasta que haya ministerio. Al menos ya se llevan las voces cantantes de ello, que ven necesario reformar el sistema en el que trabajan los investigadores en la academia.
- El comité internacional del Instituto Milenio expuso en estas páginas que sería clave respecto a la discusión ministerial el no repetir experiencias erróneas de otros países, como definir áreas prioritarias para la entrega de recursos. ¿Coincide con ese análisis?
- Hay evidencia de que ha ocurrido en otras partes del mundo con la instalación de ciertas políticas, por lo que debemos usar la evidencia para no aventurarse. Se sabe lo que ocurre y esa información debe fluir para tomar mejores decisiones. Por otro lado, definir áreas prioritarias es una obsesión en los últimos años en el país y debemos generar una discusión respecto a qué vamos a hacer, estudiar todo o cinco o seis áreas.
- ¿Es importante considerar el componente regional en la discusión ministerial?
- Se ha discutido y comentado, pero no se ha hecho mucho al respecto. Las características del país hacen que tengamos necesidades distintas en el norte, centro y sur. Lo más razonable es que existan políticas regionales, con aportes locales e instalación de centros de excelencia de investigación. Se discute, pero no está todo constituido. Además, muchos investigadores no tienen cabida en las universidades que podrían instalarse en estos centros y dar solución a las problemáticas locales.