Pamela Boltei

Una inversión de $ 7 mil millones está realizando el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en las zonas más críticas de playas y caletas del borde costero de la región, tras los daños ocasionados por las marejadas del último año.

Hasta la fecha la Dirección de Obras Portuarias (DOP), dependiente del ministerio, efectúa diversas obras de emergencia en la zona para reparar y rehabilitar rápidamente la infraestructura costera.

"No son parches"Se contabilizan 16 sectores que están siendo intervenidos en la costa, desde Algarrobo hasta Maitencillo. "Se han invertido ya $ 7 mil millones de pesos en distintos proyectos de caletas pesqueras, artesanales e infraestructura, muros de contención en el borde costero en Viña del Mar, Valparaíso, Concón, Puchuncaví, Algarrobo", informó el secretario regional ministerial (seremi) de Obras Públicas, Miguel Saavedra.

"Esta inversión es bastante alta porque las obras que se realizan son ejecutadas con alto estándares de ingeniería, básicamente para poder enfrentar de mejor manera la marejadas. No son reparaciones parche, sino que se rehabilitan las estructuras para que éstas tengan un mejor desempeño en el tiempo", explicó.

Desde 2015

Entre los sectores intervenidos se cuentan, desde 2015: Caleta Portales; Avenida La Marina; Avenida Altamirano; caleta Horcón; y caleta Higuerillas, en total más de $ 1.870 millones de inversión, siendo la obra más cara las reparaciones de las caletas Horcón e Higuerillas, con un valor de $ 999.985.541.

En 2016 se comenzó la intervención de tres sectores: el Paseo Juan de Saavedra, tras la erosión del borde del paseo que puso en riesgo la estabilidad de la línea férrea; el malecón sur de la desembocadura del estero Marga Marga, donde se construirá un socalzado en toda la base del muro, y parte de este será generado por una cama de rocas, entre otras medidas que ya se hicieron, como un enrocado para disipar la energía del mar y la reposición de pavimentos; y la etapa 1 del Pase Wheelwright, cuyas obras consideran la reposición y mejoramiento de los deck de madera, la reparación de vigas y anclajes, la reinstalación de escaleras, reposición de pavimento, construcción de muro y enrocado de protección. Todas estas obras alcanzaron los $ 1.585 millones y la más alta fue la primera etapa del Paseo Wheelwright ($ 747.505.368).

Más de $ 3 mil millones

Este año se iniciaron nueve obras en la región, por un total de $ 3.619 millones. La segunda etapa del Paseo Wheelwright, donde se consideran trabajos de conservación de estructuras deterioradas; el borde costero de Punta Ángeles, que tras las marejadas se socavó el material del pi de dicho talud, generando situaciones de riesgo para peatones y vehículos; Maitencillo, también dañada por las marejadas en el muro de Los Pocitos, locales comerciales y escuelas de surf; caleta Horcón, nuevamente dañada por la fuerza del mar; caleta de Algarrobo, con daños en rampa, rotura de ventanales, el paseo del borde costero y comercio.

También se consideraron trabajos en Cochoa, que tuvo daños bajo el muro y tres socavones que ponen en riesgo la calzada; la Playa del Deporte de Viña del Mar, cuyo anfiteatro resultó dañado tras las marejadas y donde se pretende retranquear la línea de ocupación de la infraestructura para alejarla del mar; la Caleta El Membrillo, con el desplazo total del puente de acceso lateral del muelle, que consiste en una nueva estructura metálica con vigas de mayor altura y parrilla metálica, la instalación de roca coraza de protección en el muelle; y en caleta Higuerillas, donde nuevamente las marejadas obligaron a reparar algunas instalaciones. De estas obras, la reparación en Horcón es la más cara, con un costo de $ 836.810.213.

La espondilitis anquilosante es una rara enfermedad que sufren cerca de 1.500 personas en Chile, dos tercios de los cuales no pueden costearse el tratamiento, cuyo valor fluctúa entre los 3 y los 10 millones de pesos anuales, por lo que deben soportarla en base a paliativos analgésicos que no contribuyen a mejorar su condición, viven a diario con fuertes dolores y la larga pueden desarrollar un daño estructural óseo irreversible, por la fusión de las vértebras de la columna, provocando una limitación de la movilidad. Es por eso que anhelan que la enfermedad sea incluida en la Ley Ricarte Soto.

Una de las personas que la padece es la viñamarina Viviana Retamal, de 41 años, quien relata que "me hice un sinfín de exámenes y nadie daba con lo que yo tenía, y por lo mismo esto fue aumentando, los dolores que partieron en mi espalda se extendieron a mis rodillas, hombros, manos, en los pies y las articulaciones, es un dolor crónico y hay días que te impide hacer una vida normal, no puedes ni levantarte de la cama".

27 mil firmas

Viviana es parte de la Fundación Espondilitis Chile, una de las 31 agrupaciones de pacientes de distintas enfermedades que están postulando a ser incluidos en la Ley Ricarte Soto, para lo cual tienen una campaña de recolección de firmas en la plataforma Change.org, que ha reunido más de 27 mil rúbricas, las que le fueron presentadas al subsecretario de Salud, Jaime Burrows.

El doctor Sebastián Ibáñez, reumatólogo del Hospital Padre Hurtado y de Clínica Alemana, subrayó la importancia de que la Espondilitis sea incluida en el tercer decreto de la Ley Ricarte Soto, resaltando que "cerca del 40% de nuestros pacientes ya está discapacitado, hay que llegar temprano con estos pacientes y tratarlos de forma temprana y evitar las crisis, y para que vuelvan a ser productivos para el país".