Del partido que mañana protagonizarán en Sausalito Everton y Colo Colo se esperan dos resultados: el correspondiente a los puntos que entregará el juego en la cancha y el relativo a la seguridad misma en el estadio y en el entorno del tradicional campo de juego viñamarino. Y pareciera que más que deportiva, la mayor incertidumbre es sobre seguridad.
En las últimas semanas se han puesto en entredicho las condiciones del estadio, con cargos y descargos que van y vienen entre la Gobernación Provincial, la Municipalidad de Viña del Mar, propietaria del recinto, y también con la opinión de la dirigencia de Everton.
Pero a este cuadro de opiniones se suma la de quienes, sistemáticamente, resultan ser los más afectados por el descontrol que se advierte tras algunos encuentros en Sausalito: los residentes del sector agrupados en la Junta de Vecinos Quinta Rioja.
En una carta abierta al gobernador de Valparaíso, publicada ayer en este Diario, responsabilizan a las autoridades de eventuales destrozos que puedan ocurrir mañana tras el término del partido que se inicia a las 12 horas. Dan cuenta los dirigentes de la Junta de Vecinos que "con las experiencias de años en nuestros cuerpos y mentes, debo informar a usted que una vez terminado el partido los hinchas salen en tropel rompiendo todo lo que está a su paso, entre otros, vidrios de ventanas, autos, rejas, timbres… también han atacado a personas, destruido señaléticas, etc.".
Agrega la misiva que si no se toman los resguardos que correspondan, "nuestras autoridades serán responsables de tales destrozos". Cierran afirmando que "no tenemos nada contra el fútbol, todo lo contrario, pero sí estamos en contra de nuestras autoridades, entre ellas usted (el gobernador), que dejen libre a los hinchas a hacer impunemente lo que quieran".
¿Exageración en la descripción de los hechos y asignación de responsabilidades? No. Los vecinos hablan desde la experiencia que, por otra parte, no es exclusiva de ese sector, sino que es una reiteración de situaciones que acompañan a muchos encuentros de fútbol. Claro que, mal de muchos, consuelo de tontos, dice el sabio proverbio y, por lo mismo, no nos podemos acostumbrar a la violencia y es urgente perseguirla en forma ejemplar.
Si bien el partido de mañana es decisivo en la etapa final del Torneo de Transición, lo que realmente importa es que se imponga la cordura y el respeto, a las personas, a sus bienes y a su tranquilidad.
Es un hecho que de las casi 10 mil personas que podrán ingresar al estadio, es sólo una minoría la violenta, pero el control de esa minoría y la sanción si actúa, es la tarea de mañana, donde la responsabilidad de la autoridad es ineludible, como claramente lo dicen los vecinos del sector.