"Veamos que asuman sus cargos, que comiencen a trabajar (…), no prejuzguemos anticipadamente"
Ricardo Lagos
Ex Presidente de la República
"Les pido que tengan paciencia y que esperen mi rol como ministra a partir del 11 de marzo"
Isabel Plá
Futura titular del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género
La Intendencia revocó la licencia que concediera a don Juan Pierau para su fábrica de fuegos de artificio. La razón es que habiéndose repetido amagos de incendio provenientes de la inflamación de los elementos con que trabaja, su establecimiento se ha convertido en una amenaza constante para el vecindario.
Pese a que Villa Alemana elevó su condición a comuna, los impuestos, como el pago de contribución de haberes, se seguirá haciendo en Quilpué. Esto no gustó a propietarios de Villa Alemana, pero la explicación es clara. En la etapa inicial habrá que tener paciencia y aguardar que la comuna organice servicios comunales.
El chileno bebe en exceso porque sigue modelos culturales, a diferencia de ciertas poblaciones europeas que generalmente lo hacen como efecto de neurosis. En Chile, por lo común, el muchacho que bebe lo hace porque los padres le formaron el hábito de ingerir cerveza o vino, creyendo que eso es positivo.
La discusión sobre planos reguladores comunales parece ser una cuestión técnica y lejana; sin embargo, se trata de una materia cercana, que toca la calidad de vida presente y futura de las personas. Por ello es importante la participación ciudadana en la elaboración o modificación de esos instrumentos de regulación urbana, que a veces han quedado en el pasado o exigen modificaciones puntuales a través de seccionales.
Al preguntarse a los lectores de este Diario sobre la materia, un 76% opinó que todos los vecinos deberían votar en las consultas que se formulan al respecto como parte del procedimiento de formulación de esa normativa.
En esa dirección, la Municipalidad de Viña del Mar ha puesto en marcha una proceso de participación que, sostiene el concejal Jaime Varas (UDI), "es una oportunidad en la cual espero todas las viñamarinas y viñamarinos puedan participar". Por su parte, la concejala Marcela Varas (PPD) afirma que "una alta participación ciudadana no significa que hay un alto apoyo a la gestión municipal. Será una oportunidad para que la gente muestre su descontento".
Desde la vereda que sea, se destaca la participación ciudadana, mecanismo democrático que también debería estar presente en la discusión que en estos días se plantea en la Municipalidad de Valparaíso sobre dos seccionales del futuro plan regulador comunal porteño. Hay entre los concejales divergencias referida a las alturas, cuestión que debería ser abordada precisamente considerando la posición de la comunidad.
También en estos días aparecen otras materias de interés urbano, como la declaratoria de Zona Típica para Miraflores y la formulación del Plan Regulador Comunal de Quilpué.
Y a este escenario, donde ciudad y ciudadanos son los protagonistas, se debe sumar la eterna discusión sobre el borde costero, cuestión sobre la cual "hemos hecho un mito" según opina con acierto Agustín Squella al recordar el poco interés de los porteños por amplios espacios ribereños despejados como la avenida Altamirano o el Paseo Wheelwright.
Estas discusiones eternas, las quejas por daños urbanos sin vuelta atrás y las inquietudes basadas en esas experiencias ante problemas futuros, exigen participación, pero una participación amplia y transparente más allá de tecnicismos crípticos o de resultados previamente calculados.
La discusión urbana es parte del ejercicio democrático, pues sus conclusiones y las decisiones a las cuales se lleguen, hay que insistir, tocan directamente la calidad de vida de las personas, su patrimonio y sus actividades.
Y una buena señal de la importancia que el nuevo gobierno asigna al tema urbano es que el ministerio del ramo se denominará ahora de Urbanismo y Vivienda. Cambio que debe ser algo más que un matiz.
Desde fines de los años noventa, y en reiteradas oportunidades, se ha hablado de la posibilidad de construir un tren de alta velocidad que una a Valparaíso con Santiago. Cada vez que comenzaba a ser considerado como una posibilidad real, rápidamente, las contingencias, el poco interés, el alto gasto, y otros varios motivos, terminaban con derribar la iniciativa.
Hoy, nuevamente, escuchamos la noticia de que un consorcio privado tiene la intención de desarrollar y construir un tren, con capacidad para transportar pasajeros y carga, noticia que se ha recibido con gran entusiasmo. Evidentemente, con mayor entusiasmo se ha recibido la noticia que la inversión requerida sería con cargo a muchos inversionistas privados, sin necesitar de un subsidio del estado.
Sentimiento natural, considerando que uno de los dos motivos principales para no avanzar en la idea ha sido el alto costo de una iniciativa como ésta; el segundo motivo, la ausencia de voluntad política.
En estos tiempos en que la falta de consenso en la actividad pública y política se ha transformado en algo habitual, se necesita que se den los espacios de conversación y acercamiento de posiciones que permitan avanzar en objetivos comunes. La necesidad de lograr el desarrollo de nuestra gente y su entorno, mejorar la calidad de vida y lograr que haya oportunidades en la región, no fuera de ella, deben movernos a trabajar con mayor dedicación cada día. En este sentido, el tren se transforma en un compromiso ineludible, que nos llama a dejar de lado cualquier motivo que ponga freno al progreso y ponernos todos a disposición para lograr el objetivo.
Aplaudo y felicito la convocatoria realizada por la Fundación P!ensa, think tank regional, y El Mercurio de Valparaíso, quienes, conscientes de estos desafíos, pretenden reunir a autoridades, académicos, dirigentes y a todos aquellos que sueñen con una mejor región, con oportunidades y desarrollo para todos.
Estoy convencida de que este puede ser el puntapié inicial de ese desarrollo que queremos. Creo y espero que en esta ocasión no suceda lo mismo de siempre, ya que la realidad nos muestra que cada día son más las personas que viven en nuestra región, pero trabajan en Santiago; también que las vías actuales colapsan prontamente al menor aumento del flujo vehicular, basta ver lo que pasa cada viernes en dirección a la zona costera; que el turismo demanda un acceso rápido y expedito a nuestras costas y valles, y que el futuro PGE y toda otra inversión portuaria necesitará obras complementarias como ésta.
Desde ya, todo mi apoyo y gestión para que se concrete esta oportunidad para dar el (anhelado) salto al desarrollo que nuestra región merece.
María José Hoffmann O.
Diputada de la República