"Espero que los ediles Reyes y Morales actúen de buena fe y no pierdan de vista el bien superior"
Se acabó la "luna de miel" para el alcalde Jorge Sharp. Ese es el comentario que más se ha repetido durante las últimas semanas en los pasillos de la Municipalidad de Valparaíso, periodo en donde el jefe comunal porteño ha debido enfrentar una de sus más turbulentas crisis políticas a raíz de la modificación parcial al Plan Regulador Comunal (PRC) que busca llevar adelante.
Iniciativa en donde Jorge Sharp se ha enfrentado de manera álgida con el Concejo municipal, cuerpo colegiado que ha presentado una tajante negativa a la propuesta municipal que establece una altura máxima de nueve metros para las construcciones en altura, y que se contrapone con los doce metros propuestos por la gran mayoría de los ediles.
Diferencias que, inclusive, han generado un acalorado enfrentamiento entre Jorge Sharp y los denominados "concejales ciudadanos": Daniel Morales y Claudio Reyes, quienes han apoyado de manera irrebatible la iniciativa elevada por el Concejo, restando su apoyo al joven jefe comunal porteño.
Discusión que tuvo su punto más critico durante el último Concejo municipal, espacio en donde Morales se enfrentó de manera directa con Sharp, solicitando inclusive disculpas públicas por parte de su jefe de prensa a raíz de una columna de opinión que Patricio Aeschlimann escribió en el medio digital El Martutino, aludiendo intereses personales por parte de ambos concejales.
Eso, sumado a la carta que Miguel Dueñas, arquitecto y asesor urbanista del municipio porteño, escribió aludiendo vicios en el proceso de modificación del PRC, dejaron en suspenso la votación dispuesta para el próximo 2 de febrero en un Concejo municipal extraordinario.
"Hay que entender lo sucedido en los últimas semanas en el contexto de la decisión que tenemos que tomar, la cual no significa solamente una modificación parcial del PRC, sino que estamos hablando de una de las modificaciones más importantes para la ciudad en los últimos veinte años y que se vincula con una cuestión clave, que tiene que ver con cómo definimos la principal riqueza de la ciudad: su suelo", declaró el alcalde porteño.
- ¿Se va a ejecutar la votación para la modificación del PRC el próximo 2 de febrero?
- Yo voy a velar para que el próximo 2 de febrero se cuente con una nueva norma de altura, cualquier sea esta, pues los antecedentes que nosotros manejamos luego de chequearlos, nos permiten afirmar que el proceso se ha desarrollado dentro del marco que la ley establece, y si bien es un proceso que naturalmente tiene un conjunto de complejidades, en definitiva cuenta con una robustez para poder ser impulsado de cara al 2 de febrero, aunque es una cuestión que vamos a seguir evaluando para evitar que ante una eventual impugnación esta norma se pueda caer, pero creo que ese escenario es poco probable que tenga lugar en la ciudad porque hoy en día existe un consenso entre la comunidad, los concejales y la alcaldía de que hay que evitar las construcciones en altura, y si eso se respeta, no deberíamos tener ningún problema para ejecutar la votación.
- Una cuestión es el fondo, en donde todos al parecer están en la misma línea, pero otra cosa es la forma. ¿Le molestó como actuaron los concejales Morales y Reyes al restarle su apoyo?
- A mí me parece que el alcalde tiene el deber de poder lograr que la ciudad cuente con una nueva norma de altura, y ahí yo reconozco la disposición de los concejales de entender lo que ha propuesto la alcaldía ciudadana. Ahora, este no es un proyecto homogéneo, sino que más bien es heterogéneo, en donde existen distintas orientaciones y visiones, y los concejales son actores que tienen una trayectoria distinta a la de quien te habla. Por ende, pienso que una posición estancada en los doce metros impide la posibilidad de un acuerdo democrático, el cual debe tener un pilar fundamental, que es escuchar a la comunidad, pues por años en Valparaíso se invisibilizó a los movimientos ciudadanos, y ese error este Concejo municipal no lo puede volver a cometer.
- Uno de los puntos para no apoyar la propuesta del municipio es que impediría la construcción de viviendas sociales, ¿que opina sobre ese argumento?
- Eso es falso, pues el Serviu cuenta con un amplio catálogo de viviendas sociales que van desde un piso hasta los ocho pisos, de tal manera que la construcción de viviendas sociales no está asociada a una altura en específico.
- Entonces, según su perspectiva, ¿en qué se basa la discusión sobre las alturas en el PRC?
- Yo creo que la discusión no se trata de metros más o metros menos, sino que se trata de densidades, y nuestra lectura es que tenemos un territorio que se encuentra en vías de saturación, lo que afecta la calidad de vida y suelo, y por eso nuestra propuesta es a la baja.
- ¿Considera que los concejales Reyes y Morales han puesto por delante sus intereses personales por sobre los de la comunidad?
- Eso habría que preguntárselos a ellos, pues si bien están planteando una visión que responde a una posición legítima en el debate y valoro el aporte que Daniel Morales y Claudio Reyes le hacen al Concejo, creo que también es importante que este proceso nos permitan sacar conclusiones y ser autocríticos, pues hay muchas cosas que podríamos haber hecho de manera distinta. Sin embargo, el tramo es largo y tenemos muchos otros desafíos y espero contar con su apoyo, pero también espero que se escuche a la comunidad y una posición cerrada en los doce metros es no hacer eso. Así que espero que los concejales actúen de buena fe y no pierdan de vista el bien superior que es modificar la norma de altura para limitar las construcciones.
- ¿Se quebró el movimiento ciudadano que permitió su llegada al municipio porteño?
- Yo creo que tenemos una diferencia aguda con un sector de ese movimiento, que es el que representa tanto Claudio Reyes como Daniel Morales, pero con la gran mayoría del movimiento político y social mantenemos una visión común.
- ¿Existía un acuerdo programático con el Pacto La Matriz?
- Para mí, claro que lo había, pues el entendimiento con lo que representa La Matriz no es solo un acuerdo formal o electoral, sino que tiene que ver con una visión de la ciudad, y en este sentido, la visión del Pacto La Matriz está muy presente en la municipalidad, pues muchos directores y jefes de departamentos son del mundo de La Matriz, y por ende, el proceso que construimos sigue estando plenamente vigente. Por eso me parece sorprendente lo que ha pasado en estas semanas en el sentido de que es la diversidad la que funda el proyecto de la alcaldía ciudadana, y no las posiciones estancas o cerradas.
- Pero desde el punto de vista político se esperaba una alianza entre la alcaldía y sus concejales en materia de desarrollo urbano...
- Eso hubiera sido lo esperable, pero lamentablemente no fue así porque no tuvimos ese acuerdo.
- En este punto, ¿fue un error la opinión en un medio digital por parte de su jefe de prensa?
- Sí, claro, y yo le pedí que pidiera disculpas públicas.
- ¿Qué les responde a aquellos que lo han acusado de ejercer una gestión "personalista"?
- Nosotros hoy en día estamos en un ejercicio de gobierno local con una alianza muy amplia, y es el ejercicio político más complejo e importante que ha tenido el Frente Amplio en el último tiempo, pues en manos de este equipo hay decisiones que son muy importantes, y yo como alcalde juego un rol dentro de ese proceso, pero la forma en que ejerzo mi liderazgo es siempre de carácter colectivo y siempre estoy revisando cada una de mis acciones y actuando con mucha autocrítica. Y si bien hemos cometido errores, nos hemos sustentado en las manos limpias y en la transparencia teniendo como actor protagónico a la comunidad porteña.
- ¿Se sintió traicionado por parte de los concejales Reyes y Morales?
- Yo creo que claramente hubo un error, porque lo que se puso en cuestión no fue al alcalde de Valparaíso, sino que al proceso de modificación del Plan Regulador Comunal completo, y eso es muy delicado y no puede volver a pasar, pues independiente de que el 2 de febrero tengamos una votación dividida, el Concejo municipal tiene que salir fortalecido como una institución que logró cumplir con un anhelo fundamental en Valparaíso: que es limitar las construcciones en altura, y creo que no se puede seguir actuando en una lógica de boicot de ese objetivo.