"Hay un vacío tremendo sobre qué pasó con el pueblo mapuche en el siglo XIX"
LITERATURA. El periodista y escritor Pedro Cayuqueo enfrenta las versiones oficiales sobre el pasado de su pueblo con "Historia secreta mapuche", que ha sido un éxito de ventas.
"Son contados con los dedos de una mano los políticos que hoy día nos gobiernan que sepan a cabalidad la historia mapuche. Yo creo que la desconocen completamente", dice categóricamente el periodista y escritor mapuche Pedro Cayuqueo; asegurando que "no vamos a resolver el conflicto que tenemos en el sur nunca si la sociedad chilena no se educa en el tema y las nuevas generaciones no entiendan en realidad de dónde viene este problema".
De allí que se haya dedicado a explorar diversas aristas de la cosmovisión de su pueblo que han sido publicadas en libros como "Sólo por ser indios" y "Esa ruca llamada Chile". El último de ellos es la primera parte de la trilogía "Historia secreta mapuche" (Catalonia, 2017), en la que explora lo que sucedió con su pueblo en el siglo XIX -para luego continuar con el XX y XXI-, y que ha permaneciendo dos meses en el ranking de los más vendidos.
Como muestra de este éxito, el martes pasado lo presentó en el Salón de Honor de la Municipalidad de Valparaíso y firmó cerca de 40 libros, algo poco común en una actividad como ésta.
Desde su perspectiva, "hay una ola editorial que tiene que ver con los libros de educación histórica donde está el trabajo de Jorge Baradit, Carlos Tromben y Guillermo Parvex, y yo me inscribo en esa corriente". "No es -continúa- un caso aislado, para nada. Yo me siento tributario de ese éxito editorial y creo que eso conecta con una ciudadanía y unas generaciones nuevas que están consumiendo historia, están queriendo informarse de su pasado de forma distinta, alejado de las versiones oficiales".
La historia "No" oficial
Este lado "B" que explora en "Historia secreta mapuche" enfrenta a lo que se enseña en los colegios, donde "hay un vacío tremendo sobre qué pasó con el pueblo mapuche en el siglo XIX", comenta Cayuqueo. Esto permite que esté instalado el concepto de que el conflicto chileno mapuche se arrastra hace 500 años, algo que afirma "es completamente equivocado".
"Con los españoles hubo una guerra inicial que le costó la cabeza literalmente a dos gobernadores del Reino; hubo un parlamento histórico en Quilín en 1641 que garantizó las fronteras de Biobío; y hubo tres siglos de independencia, de cruce comercial, diplomático, lingüístico que para los mapuches significó una bonanza económica que la gente desconoce", afirma, e identifica que los problemas comenzaron "a mediados del siglo XIX, cuando las Repúblicas de Chile y Argentina deciden invadir militarmente este país mapuche independiente".
"Para mí era clave contar esa parte que el sistema educativo todavía, por alguna extraña razón, la mantiene oculta. Y ahí la gente va a poder tener cabal comprensión del problema que nos enfrentamos hoy día. Porque si tú dices que tiene 500 años estás diciendo que es un tema que no vas a poder resolver, pero si estás diciendo que el problema partió hace 130 años, el tiempo de nuestros bisabuelos, cambia", asegura.
Según explica Pedro Cayuqueo, las ideas que están instaladas en gran parte de la sociedad partieron con Diego Barros Arana: "Él con sus 16 tomos de 'Historia general de Chile' básicamente narró a Chile. Inventó una chilenidad en la cual la población descendía de los barcos europeos, no existía población indígena relevante y la que sí existía eran indios salvajes y bárbaros. No tenían mayor civilización y cultura, y era preferible conquistarlos, invadirlos para civilizar o pacificar", sostiene el autor.
Fueron precisamente estas ideas de Barros Arana las que conquistaron a discípulos, políticos e intelectuales de la época, por lo que "la pacificación de la Araucanía -que así se le llama en la historia-, aparece como una cruzada patriótica, casi civilizatoria"; una mirada que "increíblemente, está todavía presente en nuestros textos escolares de una forma que yo, la verdad, la encuentro insólita. O sea, todavía tenemos en los textos escolares que se habla de pacificación, todavía encuentras el concepto indio en algunos textos o la idea que la machi es una bruja", agrega.
Y es contundente al afirmar que "yo creo que el sistema educativo es en gran parte responsable de un racismo que se mantiene en Chile bastante intacto hacia la población indígena y que tiene que ver con la ignorancia de la historia de la cultura local".
Si bien reconoce que no es un "racismo violento, hostil" está presente "en lo cotidiano", a través de expresiones como 'mapuchito', o la idea que los mapuches son flojos y borrachos, o es una sociedad conflictiva. "Ahí creo yo que hay una deuda pendiente, y mi libro y el trabajo de muchos otros intelectuales mapuches está apuntando a eso, a la pedagogía", comenta.
Por lo mismo, el libro está escrito en "clave muy amigable. No es un libro para eruditos, es uno para que jóvenes, incluso niños de 12 años en adelante, puedan maravillarse con la historia del siglo XIX, que es la que explica muchos de los conflictos actuales". "Creo que se cumplen algunas de esas características porque he tenido críticas bastante positivas al respecto. Es un libro que se lee -me han dicho- de forma muy amena".
Reconocimiento
Para Pedro Cayuqueo, saber más sobre los mapuches permitirá entender que el conflicto actual no es sólo por las tierras, sino también por reconocimiento y participación, lo que considera es una "lucha muy moderna". "Es una lucha porque arribemos a la modernidad y dejemos atrás el siglo XIX, que es este siglo de la uniformidad y que es del pasado, es lo prehistórico. Es lo poco OCDE", sostiene.
Ello porque Chile es el "único Estado latinoamericano que no reconoce pueblos indígenas en su constitución política", dice, y agrega: "Chile se sigue definiendo, desde la dictadura militar a la fecha, como un Estado Nación, un Estado unitario, donde existe una cultura, una lengua, una bandera, incluso hasta hace muy poco existía una sola religión de Estado que era la católica. Entonces esa camisa de fuerza contra la diversidad cultural, contra la diversidad lingüística, contra la diversidad de pensamiento, de saberes, tiene que ser cambiada a un nuevo pacto social".
Para él es importante que, al igual que países como Ecuador, Colombia, España y Alemania, Chile se reconozca como un Estado compuesto por las nueve naciones originarias, que son las reconocidas actualmente, más la nación chilena; ya que así podremos avanzar en un real entendimiento.
"No vamos a resolver el conflicto que tenemos en el sur nunca si la sociedad chilena no se educa en el tema y no entienden la realidad del problema"
Pedro Cayuqueo, Periodista y escritor"
Rapa Nui: La gran oportunidad para avanzar en auto determinación
Para el periodista y escritor Pedro Cayuqueo "en Rapa Nui está la tremenda oportunidad de cualquier gobierno por iniciar un camino distinto y de experimentar una relación distinta", en el sentido que "cualquier gobierno medianamente inteligente aprovecharía las condiciones que ofrece Rapa Nui para con ellos comenzar un proceso de exploración de autonomías indígenas", refiriéndose a que tiene una población pequeña, es un territorio insular y "no hay grandes intereses económicos de pugna, no hay forestales, hidroeléctricas, mineras, en fin".
Según dice, durante el primer gobierno de Sebastián Piñera se "avanzó al respecto, incluso se hizo la reforma a la Constitución para declarar a Rapa Nui como territorio especial, y eso abre la puerta a la posibilidad de un estatuto de autonomía", por lo que podría ser que en este segundo período "sea la derecha la que comience a transitar hacia el terreno de la autonomía".
"Yo soy de los que piensa que la centroderecha, por cuestiones incluso de corrientes ideológicas y filosóficas, debiera ser más cercana a estos temas que la centroizquierda", pues "la derecha, básicamente el neoliberalismo, apuesta a las libertades individuales y colectivas y debiera ser el primer llamado a decir '¿saben qué? Dejemos el paternalismo de lado y que esta gente se autodetermine, decida sus cosas por sí mismos".
"
El problema es que yo no solamente vivo de la literatura sino para la literatura. Siempre estoy escribiendo y si me faltara eso no sé qué sería de mi vida"
Leonardo Padura, escritor cubano