¿Por qué medir la inclusión social?
El cambio de siglo nos hizo testigos de una ampliación sin precedentes de las libertades individuales. El derrumbe de los socialismos reales y el triunfo de la democracia representativa, el mercado y la globalización -en suma, del liberalismo- explican buena parte de este fenómeno.
Una de las consecuencias más visibles de este cambio de época es que la política ya no se resuelve en términos binarios, dictados al tenor de la Guerra Fría. Ahora los intereses que movilizan la sociedad son diversos y la política debe adquirir nuevas formas para gestionarlos. En la actualidad, las luchas no se centran en lo económico -como sucedió tras la revolución industrial-; se han extendido a cuestiones sociales y culturales donde el concepto inclusión resulta cardinal.
En el caso de Chile y Latinoamérica se suma el surgimiento de grandes capas medias que, como colectivo, presentan nuevas demandas y necesidades. La reflexión social, en este nuevo escenario, se ha volcado a comprender la exclusión social, en demérito de los estudios sobre pobreza que dominaron las ciencias sociales en décadas anteriores. Esto ha implicado una mirada multidimensional, pues la exclusión no puede abordarse a partir de los ingresos que un individuo o grupo familiar perciben, sino por un conjunto de variables como redes y oportunidades, capacidad de autodeterminación, equidad, entre otros.
Esto conduce a una contradicción profunda: un individuo con salario bajo, desempleado o pensionistas puede participar plenamente de la vida social en su entorno inmediato; por el contrario, una persona que presenta una situación financiera desahogada, puede sufrir una grave exclusión o rechazo social. Así, la inclusión -más allá de la desigualdad de ingresos-, es una forma ampliada de integración que busca entender fenómenos tan complejos como participación, género y diversidad sexual, medioambiente, etnicidad, discapacidad, etc.
En ese marco, el Centro Regional de Inclusión e Innovación Social de la Universidad Viña del Mar desarrolló el primer Índice Regional de Inclusión Social (IRIS 2017), una métrica multidimensional que analiza las condiciones de inclusión social por comuna en la Región de Valparaíso. No revisaremos aquí sus resultados (documento completo en criis.cl), pero sí adelantamos que en nuestra región la inclusión social enseña brechas significativas en las cinco dimensiones observadas, a saber, empleo, salud, educación, vivienda y género.
El IRIS es un instrumento que responde a la urgencia de la sociedad contemporánea de medir inclusión social. La ponemos a disposición de la comunidad a fin de mejorar la información disponible para el diseño de políticas públicas y enriquecer la toma de decisiones a nivel local.
Dr. phil José Rivera Soto
Director de Investigación y Postgrados UVM