"Todo proyecto que no considere su entorno y posición en el anfiteatro será una afectación a nuestro paisaje histórico"
Sin duda, la palabra "patrimonio" es una de las que más se repite al momento de hablar de Valparaíso. Sin embargo, lo cierto es que el concepto ha sido ampliamente debatido sin llegar a un punto en común sobre su definición.
Casas antiguas, el sector comprendido como puerto o los tradicionales inmuebles como los mercados Cardonal y Puerto son parte de los atributos que los porteños y sus visitantes definen como patrimonio de Valparaíso.
Edificaciones que durante largas décadas se han visto expuestas al olvido y al deterioro. Escenario que la alcaldía encabezada por Jorge Sharp busca cambiar de manera drástica a través de una gestión que describe como cercana a la comunidad, poniendo el trabajo en terreno como su eje principal.
Así lo manifestó María José Larrondo, directora del Departamento Patrimonial del municipio porteño, quien puntualizó que los principales cambios se han traducido "en el vuelco de pasar del objeto físico a entender que estas estructuras son parte de la vida cotidiana de todos quienes vivimos, trabajamos y paseamos por esta ciudad, eso nos hace entender que las necesidades no son sólo de infraestructura, sino que de pensar en el desarrollo sostenible por comunidades empoderadas de su patrimonio".
- ¿Considera que en este año y medio de trabajo hay un cambio en la percepción de los porteños sobre el trabajo de la unidad de Desarrollo Patrimonial?
- No creo que sea notorio aún, ya que hemos estado organizando y recogiendo información, pero sin duda hemos dado un vuelco a la mirada del patrimonio, desde lo físico hasta la memoria y también al contexto social de los lugares denominados como patrimoniales. En aquellos barrios que hemos estado presentes, hemos tenido más interacción, pero no hemos abordado todo, ya que las confianzas con el contexto que conlleva la palabra patrimonio no existían y gran parte del problema, no sólo del municipio, es la falta de democratización del mundo patrimonial.
- Un tema relevante que se puso en cuestionamiento es el Plan de Gestión Patrimonial. ¿En qué está ese proceso?
- El Plan Director de Gestión Patrimonial (PDGP) fue rechazado por el organismo técnico que vela por los Sitios de Patrimonio Mundial y efectivamente es información que implicó años de trabajo, pero no es un plan, y por ende, estamos trabajando en lo que exige y recomienda la Unesco como Plan de Manejo, para el cual, si bien estaba la estructura, hemos estado completando la información, para de una vez por todas lograr obtener números que nos permitan medir y monitorear el estado del patrimonio de la ciudad.
- Uno de los puntos críticos del desarrollo patrimonial es su relación con el borde costero. Allí hubo una decisión sobre el mall Barón, que ya no se realizará. Desde el punto de vista patrimonial, ¿qué propuesta desarrolla su equipo para la bodega Simón Bolívar?
- El problema no está centrado en los proyectos, sino que más bien el problema es que siempre se ha visto el patrimonio como objetos posados en una bandeja, y no han sido incorporados como espacios de desarrollo en una ciudad que requieren entenderse en ese contexto, y no como objetos. Por lo tanto, el desarrollo urbano debe incorporar toda propuesta y no desde un punto, sino desde la integralidad de la ciudad y desde entender que el patrimonio no es más que parte de nuestra memoria. En este punto, lo que nos compete como dirección, no es el pensar sólo en la bodega, es pensar en el patrimonio oceánico y portuario en el anfiteatro de Valparaíso, si no se seguirá estableciendo un conflicto sin solución y la ciudad requiere de planificación desde la misma ciudad, no con objetos patrimoniales, no con proyectos ajenos o con límites de papel.
¿Considera que esta decisión de la Suprema sobre el caso fue una victoria para quienes afirmaban que había un daño al patrimonio de Valparaíso?
- Esta ciudad es particular, de ahí que una parte representativa de ella es parte de la lista de Patrimonio Mundial, por ende no es la bodega, el edificio, el puerto, como una lista que se tacha si es o no recuperación patrimonial, sino que es una planificación consensuada, compartida y respetando el desarrollo histórico y la memoria.
- Otro caso crítico con el borde costero es el Terminal 2, cuyo proyecto está en tramitación ambiental. ¿Cómo está participando su unidad en las observaciones a dicho proyecto?
- Como dirección participamos de la evaluación ambiental como parte del equipo municipal, pero no es sólo la oficina, es trabajo desde todas las perspectivas técnicas requeridas en los procesos de evaluación ambiental.
-¿Qué le parece que el Gobierno en todos sus niveles haya dado señales de que apoya la iniciativa?
- El Terminal 2 tal como está propuesto tiene conflictos, es como dice Isaza, nuevamente el problema está en no pensar la ciudad como un ente vivo, en desarrollo y unitario, además compuesta históricamente como un anfiteatro marino, pues somos ciudad puerto y el Sitio de Patrimonio Mundial valora esa ciudad puerto. Por lo tanto, el tema está en cómo desarrollamos las propuestas con una falta completa de entender el proyecto como si no fuera parte de ese anfiteatro tan valorado.
- ¿Qué pasa con las otras áreas del desarrollo patrimonial porteño, como por ejemplo, la puesta en valor de otros puntos de la ciudad en el casco declarado Patrimonio de la Humanidad?
- La ciudad de Valparaíso, en su anfiteatro completo -incluyendo Laguna Verde y Placilla- es un constructo histórico y patrimonial; toda conexión es reflejo de una forma particular de ciudad, y si bien existe un límite del Sitio de Patrimonio Mundial, no podemos pensarlo como una ciudad amurallada o una isla, sino más bien debemos construirlo en su completitud, y para eso debemos pensarlo y protegerlo en su totalidad. Sólo el pensar en el recorrido de un habitante del Sitio de Patrimonio Mundial por la ciudad, y construir desde lo que valora, implica pensar que el patrimonio cultural no es sólo un objeto, es un constructo social que través de los años ha ido constituyendo la ciudad que tanto queremos. Esa es la manera en que hay que entenderlo y eso implica que cada habitante de Valparaíso, cada visitante, es parte y responsable, es depositario de las memorias de la ciudad, y por ende, es parte activa del patrimonio porteño.
- La Cámara de la Construcción ha sido enfática en acusar falta de certeza jurídica en Valparaíso por la oposición a proyectos inmobiliarios de gran envergadura en la comuna. Muchos opositores a dichos proyectos (Pümpin, Mirador Barón, por ejemplo), afirman que hay un daño en el patrimonio por dichas iniciativas. ¿Usted concuerda con la Cámara?
- No creo que falte certeza jurídica, las normas son claras, creo que hay más una falta de capacidades y de profesionales idóneos que sean capaces de entender que esta ciudad nació frágil y sigue siendo frágil, no creo que las torres en altura sean la única solución habitacional posible. Creo que los proyectos que no piensan en su entorno cercano y lejano, más aun cuando están insertos en un anfiteatro donde todos nos miramos, sean estos proyectos pequeños o grandes, afectaran no sólo al objeto patrimonial, sino que alteran la calidad de vida, presentan riesgo al no contemplar las conectividades, la pendiente y las vistas. Todo proyecto que no considere su entorno y su posición en el anfiteatro, será una afectación a nuestro paisaje histórico urbano.
"No creo que falte certeza jurídica, las normas son claras, creo que hay una falta de capacidades y de profesionales idóneos que sean capaces de entender que esta ciudad nació frágil y sigue siendo frágil". "El problema no está centrado en los proyectos, sino en que siempre se ha visto el patrimonio como objetos posados en una bandeja y no han sido incorporados como espacios de desarrollo"."
"La ciudad de Valparaíso, en su anfiteatro completo incluyendo Laguna Verde y Placilla, es un constructo histórico y patrimonial"."