Párroco de Los Andes: "Ámbar es una mártir de muchos niños"
TRAGEDIA. Multitudinario adiós a la menor de sólo un año y ocho meses que falleció tras ser violada, aparentemente, por la pareja de su guardadora. Madre de la víctima debió ser retirada del funeral ante los gritos en su contra.
Los cerca de diez grados de temperatura que se registraron ayer en la mañana no fueron impedimento para que cientos de personas llegaran hasta la Parroquia de la Asunción de Los Andes a despedir a Ámbar Lazcano, la menor de sólo un año y ocho meses que el fin de semana falleció tras ser violada, aparentemente, por Andrés Espinoza Aravena (30), pareja de su tía biológica y quien estaba a su cuidado.
Por la conmoción nacional que causó el crimen de Ámbar, desde temprano la ciudad del Aconcagua se paralizó para entregarle un último adiós a la menor. Antes de iniciarse el responso, las calles que rodeaban la parroquia ya habían sido adornadas con globos blancos y rosados con su nombre, mientras que a primera hora Carabineros de la comuna cortó el tránsito anticipando que la despedida que recibiría la menor iba a ser multitudinaria.
Pasadas las nueve de la mañana, dos carrozas fúnebres de un intenso blanco se asomaron por calle Maipú. La primera fue usada para trasladar los cientos de peluches que recibió la pequeña durante los días en que fue velada. Y en la segunda venía ella, que mientras se acercaba al frontis de la parroquia los acompañantes gritaban con mayor fuerza "justicia para Ámbar".
Al interior, el cuerpo de la menor estuvo acompañada en la primera fila por sus padres biológicos, quienes habían perdido la tuición supuestamente por problemas de drogadicción de la madre, y porque el jardín al que asistía la niña había denunciado agresiones físicas en su contra. Además de los padres, en la Iglesia también estaba uno de los tíos, Ignacio Pérez, quien solicitó la custodia de Ámbar pero que según él no se la entregaron por su condición sexual. Así, ante unas 600 personas -muchas de ellas de pie- el padre Gerardo Herrera comenzó la última despedida de la menor.
"No podemos explicar lo que ha sucedido. Pero, ciertamente, lo que vemos también es un reflejo de algo que a veces pasa de manera muy oculta en muchos de nuestros hogares", dijo el párroco de Los Andes, quien invitó a los asistentes a reflexionar sobre la normalización de ciertas situaciones "que no son habituales".
"Hoy, quizás, nos escandalizamos con lo que ha pasado con nuestra pequeña hermana, pero a veces, cuando prendemos la televisión y dejamos que nuestros niños vean cosas que no corresponden, no nos escandalizamos, y normalizamos lo que no es normal", sostuvo el cura.
En poco más de diez minutos, el sacerdote insistió en que a partir de lo ocurrido con la menor las familias debiesen cuestionarse las acciones que se toman y que indirectamente influyen en casos como el de ella. "Si queremos hablar de justicia para Ámbar, también nos debemos cuestionar cómo vivimos en nuestro hogares", dijo Herrera, cerrando con un desgarrador mensaje sobre el recuerdo que dejará la menor tras su crimen.
"Creemos que Ámbar es una mártir, y que es testigo del sufrimiento de muchos niños de nuestra patria. Creemos que ella está en el cielo y su sufrimiento tiene que ser para nosotros una muestra de que no pueden continuar sucediendo en nuestra nación muertes como la de ella", expuso el párroco, dedicando palabras también para la madre biológica de la pequeña: "Queremos pedir también por ella, que el Señor también les permita encontrar el consuelo y el deseo de alcanzar una vida nueva. Creo que ella estaba haciendo esfuerzos por tener una vida mejor. Tiene una hija y una que viene en camino por las cuales seguir luchando".
Casi al término de la misa, el párroco de la Iglesia les ofreció a los asistentes dedicar unas últimas palabras antes de que el cuerpo de la menor fuese trasladado al cementerio municipal de la comuna.
Allí, el tío de Ámbar tomó la palabra, dando cuenta del lazo que mantenía con ella y que justamente lo hizo pelear en reiteradas oportunidades por su custodia. "Tu partida fue injusta. Cortaron tus alas, mi pequeña, de la manera que todos sabemos", partió diciendo el adolescente.
"¿Sabes? Te cuento que hay mucha gente apoyándote... un país entero llora tu partida. Ya no puedo regresarte a mis brazos, pero sí puedo alzar la voz por todos los niños y niñas del mundo que fueron abusados y muertos", lamentó el tío, quien aseguró durante la semana que también pedirá la tuición de la hermana de Ámbar, que tiene cinco años, quien será examinada por un equipo médico para descartar que también haya sido abusada sexualmente, puesto que permanece bajo la custodia de la pareja del principal autor del homicidio.
De hecho, durante la formalización del único imputado, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, señaló que la hermana de la víctima "también parece haber sufrido consecuencias negativas", por lo que se espera que el fiscal exclusivo del caso, Ricardo Reinoso (ver nota relacionada), ordene las diligencias prontamente.
"¿Por qué tuvieron que esperar que todo un país alzara la voz para poder ser escuchados? Mi amor, mi cielo, la persona que más amaba en la tierra, mi mundo cambiará mucho después de tu partida", continuó leyendo Ignacio en el altar de la Iglesia.
En varias oportunidades, el tío de la menor se cuestionó los motivos del crimen de su sobrina, aunque se calmaba tras asumir que "tu alma y tu alegría se fueron a un lugar donde hay tranquilidad, paz y amor".
"Tengo tantas preguntas sobre qué hubiéramos estado haciendo en estos momentos. Hubiésemos estado felices y tú disfrutando de tu vida que recién comenzaba. Pero tu vida y tu paso por este mundo fue tan corto. Me pregunto por qué la vida y la justicia sentenció tu partida, mi pequeña", dijo el hermano de la madre.
Y agregó: "Mi pedazo de cielo, tengo que decirte que te queda un sueño largo y tranquilo. Ya nos encontraremos algún día para darnos un gran abrazo y un gran beso. Sólo me queda el recuerdo de haber escuchado el día en que me anunciaron tu partida, y sólo me quedará el deseo que algún día me dijeras 'tío, te quiero', como tú me querías a mí".
Si en su llegada a la Parroquia la menor estuvo acompañada por cientos de personas, a la salida la presencia de personas fue mucho mayor.
La relevancia que tuvo su caso fue tal, que cuando Carabineros detuvo el tránsito en la Avenida Argentina para darle paso a las carrozas los automóviles la despidieron con bocinazos. También los hicieron las ambulancias del Hospital de Los Andes, que hicieron sonar sus balizas cuando el cuerpo de Ámbar pasó por el sector.
Así, acompañada por a lo menos dos mil personas, la menor fue llevada hasta el cementerio municipal de Los Andes, donde más personas la estaban esperando, quienes elevaron globos de colores en el momento en que llegó.
Sin embargo, a medida que el cuerpo de Ámbar era llevado hasta el sector donde sería enterrada, los ánimos entre los asistentes empezaron a subir de tono, al punto que se registraron a los menos tres desmayos, sobre todo por la alta aglomeración que existió.
"Ahora te apareces" y "ojalá que haya tenido otra madre" fueron algunos de los gritos que se escucharon en contra de la madre justo cuando Ámbar estaba siendo enterrada.
Hasta allí, la situación se había mantenido bajo control, pese a que era la primera vez que la progenitora de la menor se mostraba en público. No obstante, fue en el momento en que una familiar de la madre tomó la palabra cuando los ánimos se encendieron.
"Quiero pedirles que simpaticen con el dolor que está sufriendo la madre, que también sabe lo que significa ser abusada", alcanzó a decir la mujer cuando decenas de personas empezaron a criticar a la madre por el aparente descuido que mostró hacia Ámbar cuando estaba viva.
Por ello, y para evitar que la situación pasara a mayores, Carabineros decidió retirar rápidamente al padre y a la madre, sobre todo para evitar que pusiera en peligro su embarazo. Junto con ella también salieron el resto de los familiares, salvo por el tío de la víctima, quien en todo momento recibió palabras de apoyo por parte de los asistentes.
Respecto al altercado que se vivió, Washington Saavedra, presidente de la Junta de Vecinos de la Villa Los Copihues (Los Andes), lugar donde fue velada la menor, sostuvo que "la conducta que tuvieron las personas es por el sentimiento de rabia que sienten".
"El ser humano tiene esa gran posibilidad de expresarse como quiere. A veces no compartimos el modo, pero es una conducta netamente humana y ellos (la comunidad) sabrán por qué lo hicieron. Pero nosotros no estamos aquí para emitir un juicio a la madre ni a nadie, sino que más bien creo que el cuestionamiento debiese ser directo a quien cometió el maldito y macabro acto, y obviamente a las instituciones que debiesen estar para que esto nunca más ocurra", comentó el dirigente vecinal.
En esa línea, Saavedra defendió que tanto la familia como Carabineros tomaran la decisión de retirar a la madre de la menor antes que los gritos pasaran a una situación más compleja, especialmente por su embarazo.
"Se hizo para resguardar a la familia. El ambiente estaba muy tenso y Carabineros tiene que haber visualizado que en algún minuto se puso en riesgo la integridad física de la madre", agregó el dirigente, quien prefirió no referirse sobre la incertidumbre que rodea el caso, limitándose a decir que "todo se va a tener que resolverse en los tribunales".
"¿Sabes? Te cuento que hay mucha gente apoyándote... un país entero llora tu partida. Ya no puedo regresarte a mis brazos, pero sí puedo alzar la voz por todos los niños y niñas del mundo que fueron abusados"
Ignacio Pérez, Tío de Ámbar"
"No podemos explicar lo que ha sucedido. Pero, ciertamente, lo que vemos también es un reflejo de algo que a veces pasa de manera muy oculta en muchos de nuestros hogares"
Gerardo Herrera, Párroco"
"No estamos aquí para emitir un juicio a la madre ni a nadie, sino que más bien creo que el cuestionamiento debiese ser a quien cometió el maldito y macabro acto"
Washington Saavedra, Presidente JJ.VV. "Villa Los Copihues", donde fue velada Ámbar"
Escasa participación de autoridades
Para evitar, quizás, cualquier altercado mayor, considerando la responsabilidad que existió por parte de diferentes instituciones del Estado al entregarle la tuición de Ámbar a su tía, cuya pareja es el único imputado por su muerte, pocas autoridades se hicieron presentes en el funeral de la menor. Uno de ellos fue el gobernador de Los Andes, Sergio Salazar, quien sólo participó de la misa. Al término, se acercó hasta los padres de la niña y les ofreció su total cooperación, recibiendo el agradecimiento de la familia. A la misa de despedida de la menor también asistió el diputado Pablo Kast (Evópoli), quien llegó hasta la Parroquia de Los Andes con una ofrenda floral.
Abbott designa a fiscal preferente para investigar muerte de Ámbar
En medio de la conmoción nacional que ha generado la violación y posterior homicidio de la pequeña Ámbar, este miércoles el fiscal nacional, Jorge Abbott, se dirigió hasta Los Andes para reunirse con el equipo de persecutores de la comuna, encabezado por Ricardo Reinoso, quien tomó la investigación del caso y solicitó el lunes pasado la prisión preventiva de Andrés Espinoza.
En la ocasión, según consignó ayer "El Mercurio", el jefe del Ministerio Público -quien estuvo acompañado por la gerente de la unidad de Atención a Víctimas y Testigos y Delitos Sexuales, Patricia Muñoz, quien el 30 de junio asumirá como la primera Defensora de los Derechos de la Niñez- decidió que el fiscal Reinoso quedara con dedicación exclusiva (preferente) en el caso, de modo de agilizar lo antes posible las diligencias que están pendientes y la propia investigación.
"Le hemos dado (al fiscal Reinoso) la seguridad de nuestro compromiso en esta investigación", dijo Abbott según consignó "El Mercurio". Frente a las otras responsabilidades que pudiesen existir en el caso, la máxima autoridad de la Fiscalía aclaró que "aquí está en cuestión el sistema en su conjunto... puede haber responsabilidades de todo tipo".
Cabe recordar que el único imputado se encuentra recluido en el Complejo Penitenciario de Valparaíso -durante los seis meses de investigación que decretó el Tribunal-, donde permanece en una celda individual y sin contacto con otros reos.
2.000 personas, como mínimo, salieron a las calles de Los Andes para despedir a Ámbar, quien falleció el sábado pasado tras ser violada, aparentemente, por la pareja de su tía biológica y cuidadora.
1 año y ocho meses tenía la menor. La Intendencia de Valparaíso y la dirección regional del Sename interpusieron querellas y lo propio hará la Fundación Amparo y Justicia.
180 días de investigación decretó el Tribunal de Garantía de Los Andes, dejando en prisión preventiva por dicho periodo a Andrés Espinoza, el único sospechoso del homicidio de Ámbar.