¿Cómo repoblar El Almendral? ¿Por qué se ha llegado al nivel de deterioro que hoy presenta y que se acentúa con el paso del tiempo? Preguntas pertinentes que exigen respuestas, no sólo desde los estudios o la teoría, sino que también desde la acción. El barrio Almendral de Valparaíso, con una superficie de 145,74 hectáreas, representa el 26% de la superficie habitable de la ciudad, pero sólo tiene 8.484 habitantes, sobre casi 300 mil de la comuna.
Y esto, hay que repetirlo una y otra vez, se trata de un sector con urbanización completa, la mejor accesibilidad, educación de todo nivel, comercio y servicios variados.
Pese a todas las ventajas, el deterioro de sus construcciones, en su tiempo de gran calidad, y la falta de seguridad han llevado a un paulatino despoblamiento y falta de inversión.
Un estudio de 2014 de la Cámara de la Construcción y de expertos urbanistas señala que en el área "hay muchos arrendatarios y pocos residentes propietarios… es un lugar de habitación y no de casa". Agrega que tras las fachadas "que aparentan ser casas de dos o más pisos se esconden en su interior varias habitaciones destinadas al arriendo". Ello supone poco compromiso con esas viejas habitaciones y, peor, riesgo de incendios con consecuencias irreversibles: desaparición de edificios que fueron valiosos e incluso muertes.
Pese a algunos esfuerzos para la restauración del sector por parte de autoridades y privados, la subutilización del sector es un verdadero "derroche urbano", impresentable, que exige ser abordado.
El urbanista Iván Poduje, recordando que se trata de una zona de conservación histórica, hace presente que el subsidio de recuperación patrimonial resulta insuficiente, por lo cual serían necesarios apoyos especiales. Postula, además, una "densificación equilibrada".
Camilo Améstica, investigador urbano y candidato a doctor en sociología, señala que la recuperación del barrio "es parte del desafío de las ciudades patrimoniales a nivel mundial por consolidar el retorno a la ciudad construida".
Tania Madariaga, directora de la Secretaría Comunal de Planificación, estima que dentro de las futuras normas reguladoras para el sector se tiene que permitir "densificar con iniciativa privada, pública y ojalá desde una perspectiva social". No condena las alturas, pero si con límites que eviten la desproporción.
El desafío de El Almendral, cuyos factores claves fueron dados a conocer en un reportaje dominical de este Diario, está planteado y no se puede pasar por alto, pues se trata de un activo valioso de Valparaíso que llama a un rescate urgente; a un uso habitacional, que si bien debe tener alcance social, no debe temer a la inversión ni al buen negocio inmobiliario.