Mayor decomiso de droga del año se descubre en una ambulancia
POLICIAL. Desde Bolivia porteño lidera banda criminal que utiliza vehículos de emergencia para evitar controles. PDI incautó 307 kilos de cocaína base y detuvo a catorce involucrados.
El mayor decomiso de droga del 2018 en la región fue el resultado de una investigación de largo aliento que se inició hace tres años y culminó con la incautación de 307 kilos de cocaína base y la detención de catorce individuos que integraban una organización criminal, liderada por un clan familiar cuyo cabecilla opera desde Bolivia, donde se mantiene prófugo gracias a la inexistencia de convenios judiciales internacionales con dicho país.
De esta forma y producto de pesquisas en las que participaron la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de Valparaíso y la Brigada Investigadora de Lavado de Activos Metropolitana (Brilac) se realizó la denominada "Operación Rescate", que culminó con el decomiso de la droga que era trasladada desde el norte del país hacia la región en una ambulancia que adquirió la banda y en cuyo interior se detectó el cargamento avaluado en $ 4.500 millones de pesos. En dicha diligencia se detuvieron a los "escoltas" de la droga, que se movilizaban en dos vehículos para resguardar el traslado.
Entre los detenidos se cuentan la madre y una hermana del líder de la organización, quien se mantiene fuera del país desde el año 2013, identificado como Manuel Jiménez Meza, el "Car'e Chala", originario de Rodelillo, quien desde Bolivia financiaría los envíos de droga a nuestro país y se encarga de reclutar a los integrantes de la banda que cumplen distintas funciones en el traslado, custodia y distribución de la sustancia ilícita entre traficantes locales.
En el año 2015 y con similar modus operandi, la misma organización ocupó un carro bomba en el que se ocultaban 615 kilos de droga, mientras que en 2014 se incautaron 250 kilos movilizados en un vehículo de emergencia (ambulancia).
La "Operación Rescate" implicó allanamientos simultáneos de doce inmuebles ubicados en la parte alta de Valparaíso, Quilpué y Quillota, en los que se detuvo al cabecilla de la logística de la organización y encargados de distribuir la droga y efectuar cobros a los narcotraficantes que compraban la sustancia.
La investigación se realizó en conjunto la Unidad Regional Antinarcóticos (Uran) de la Fiscalía Regional de Valparaíso, cuyo fiscal, Víctor Ávila, solicitó la ampliación de los imputados hasta hoy, los que serán formalizados en el Tribunal de Garantía de Quillota por los delitos de tráfico de estupefacientes, lavado de activos y asociación ilícita para el narcotráfico.
El intendente Jorge Martínez destacó los resultados de la investigación tras "dos años de trabajo para realizar la mayor incautación de droga durante el último año en la región. Son cifras sorprendentes, nos alegramos que la PDI haya culminado con éxito este operativo".
El jefe regional de la PDI, prefecto inspector Sergio Muñoz Yáñez, resaltó que la diligencia se remonta a tres años atrás y con ello "se ataca un triángulo virtuoso para la investigación antinarcóticos, que es desbaratar una estructura criminal, luego incautar la droga y, finalmente, decomisar el patrimonio que ilícitamente han obtenido estos narcotraficantes, como vehículos y dinero, en conjunto con la Brilac".
La autoridad policial detalló que "el móvil con la droga simulaba ser un vehículo de emergencia, donde las personas que transportaban este cargamento se caracterizaban como funcionarios de salud, con la indumentaria correspondiente, para evitar los eventuales controles y se apoyaban por 'escoltas', para visualizar controles policiales u otros impedimentos".
El fiscal Víctor Ávila destacó que se trata de una "organización criminal" cuyos primeros antecedentes se remontan al año 2010, con el uso de similares vehículos de emergencia. "Hay integrantes de una familia, pero también personas anexas de la familia, pero que trabajan por y para la organización".
Acotó que, respecto al lavado de activos, "se investiga cómo operaba esta organización, los dineros que recopilaba, cómo administraban estos dineros y el mecanismo que usaban para blanquear estos capitales", con la existencia de empresas relacionadas que se conocerán en la formalización.
Según los antecedentes recopilados, la organización ha sido desarticulada en cuatro oportunidades, pero vuelve a reorganizarse. "La droga es adquirida en Bolivia por el líder de la organización, luego ingresada a Chile por pasos fronterizos no habilitados y, desde el sector de la Segunda Región, es trasladada hasta la zona, donde es redistribuida a narcotraficantes que, luego, entregan la droga a microtraficantes desde Valparaíso hasta Quillota", precisó el subcomisario de la Brianco Héctor Huenante.
El operativo se realizó en el peaje de Mantos Blancos, en la ruta que une Calama con Antofagasta, donde la Brianco interceptó a los tres vehículos involucrados en el procedimiento, en conjunto con personal de Antofagasta y Calama de la misma brigada.
En forma simultánea, en la zona se allanaron 12 domicilios en Valparaíso, Quilpué y Quillota, que corresponden a los inmuebles de todos los participantes en la organización que cumplían diversas funciones.
La investigación se desarrolló en conjunto con la Brilac de Santiago, detectando una serie de empresas que formó esta organización criminal. "Con estas empresas estarían lavando el dinero para 'blanquear' lo que generaba el tráfico de drogas", sostuvo el oficial. Se trata de empresas relacionadas con el rubro deportivo, caballos de carrera y otras áreas de negocios.
El líder de la banda permanece prófugo de la justicia en Bolivia, desde donde opera y envía la droga a nuestro país. "Tenemos detenidos a familiares directos del líder de la organización, su madre y hermanos, a través de ellos se realizaba toda la organización y movimiento de estas personas", aseveró Huenante sobre los alcances del operativo policial.
Por los altos ingresos económicos que genera el tráfico de drogas, añadió, es posible volver a rearticular la organización, enfatizando que, tras el procedimiento, "la organización estaría desarticulada en su totalidad".
"El móvil con la droga simulaba ser un vehículo de emergencia, quienes transportaban este cargamento se caracterizaban como funcionarios de salud, con la indumentaria correspondiente"
Sergio Muñoz Yáñez Jefe regional de la PDI"
Investigan el blanqueo de dinero
Una de las principales aristas del caso apunta establecer el lavado de activos mediante esta organización criminal, con penas mayores al tráfico de drogas. "Además de la gente que participaba en la parte operativa de esta organización criminal, también están quienes 'lavan' el dinero con patrimonio ilícitamente obtenido", detalló el prefecto inspector de la PDI, Sergio Muñoz Yáñez. El fiscal de la Unidad Regional Antinarcóticos (Urac), Víctor Ávila León, resaltó que durante tres años de investigación se pudo determinar el modus operandi de la organización: "La forma en la cual se administraban los dineros producto de estas acciones ilícitas, lo cual nos permitió alertar cómo iban a desarrollar esta última acción de tráfico". Ávila añadió que "se logró detectar un núcleo esencial respecto a los proveedores de la droga y la relación con anteriores procedimientos que datan desde el año 2010 a la fecha".
3 años tardó la investigación policial que culminó con la desarticulación de una peligrosa banda que, desde el año 2013, se dedica a la venta de droga en la región.
120 efectivos policiales de distintas unidades de la PDI participaron en la "Operación Rescate", mediante la cual una organización criminal interna droga desde Bolivia para el mercado regional.
2 chalecos antibalas y un arma de fuego fueron incautados durante el operativo, que implicó el decomiso de 307 kilos de cocaína base, avaluada en $ 4.500 millones.