Katherine Escalona M.
El abandono, la precariedad económica, la falta de apoyo en temas de salud mental, el crimen, la victimización, la violencia en las comunidades y la inestabilidad del hogar son, según expertos internacionales en materia de infancia y adolescencia, algunos de los factores que inciden en el suicidio de jóvenes, fenómeno que va en aumento en Chile y que genera preocupación.
En el "Primer Encuentro Científico Especializado en Infancia y Adolescencia", organizado por Fundación Tierra de Esperanza, se dio a conocer que "de acuerdo a los datos entregados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos en el país una persona pone fin a su vida".
Chile es el segundo de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que presenta mayor tasa de suicidio adolescente. Además, "más del 73% de la población infantil ha sufrido algún tipo de maltrato en su vida, según UNICEF", informó la fundación.
La especialista en suicidio en la adolescencia, Carolina Hausmann- Stabile, investigadora y docente de Bryn Mawr College de Philadelphia, Estados Unidos, afirmó que "Chile en el continente es el tercer país con índices más altos de conducta suicida, entonces es un problema serio. Nosotros vemos suicidios a partir de los ocho años".
Según explicó la profesional, antes el fenómeno ocurría en hombres adultos por problemas serios de salud, drogas, alcohol u otra patología. Sin embargo, recalcó, "ahora esto está cambiando (...) más conductas suicidas en mujeres y sobre todo en jóvenes. Un grupo etéreo que tiene índices de salud muy buenos y sin embargo el suicidio es una de las principales causas de muerte de jóvenes en Chile".
Entre los 15 y 16 años, aseveró la experta, se ven "los índices más altos de ideación suicida y los intentos de suicidios no letales. Tienden a declinar o a bajar al resto de la vida".
Además, entre los jóvenes de 18 y 24 años, según explicó, el fenómeno es la segunda causa de muerte después de los accidentes automovilísticos. Es importante, dijo, "prestar atención, porque jóvenes que presentan conductas suicidas en la adolescencia tienen peores trayectorias de salud a lo largo de la vida. Más problemas de depresión, abuso de sustancias, etc.".
Para cambiar la situación y crear una población adulta sana, los expertos postulan que se debe trabajar en políticas públicas para generar una red de apoyo global, prevenir e intervenir de forma individual, con las familias y la comunidad. Estarán una semana analizando el tema y el viernes viajan a Santiago para presentar proyectos en la materia.
"En Chile tenemos una buena construcción teórica de cómo implementar las soluciones para los problemas sociales. Sin embargo, hay un tema que nos hemos ido quedando atrás, la intervención social que hacemos está más bien sustentada en tema teórico y estamos fallando en la verificación de saber si lo que estamos haciendo, es lo que hay que hacer", explicó el psicólogo experto en infancia y director ejecutivo de Fundación Tierra de Esperanza, Pedro Canales.
En el país, dijo, "se implementa un programa porque cree que va a resultar, pero no se recoge el impacto que tiene ese programa. Hay que pensar que lo que hacemos de verdad transforma. Por ejemplo, la responsabilidad penal adolescente, hablan parlamentarios del endurecimiento de penas y nosotros sabemos no disminuye el delito, no es la solución. No estamos midiendo correctamente, queremos medir y evaluar que lo que se implementa, es lo correcto".
En materia de polivictimización, la doctora investigadora y psicóloga de la Universidad de Cataluña, España, Anna Segura, puntualizó que "no sólo hay que ver cuando un joven llega a un sistema de protección, sino que hay que ver cuando tenía 2 o 3 años. Hay programas que son de prevención cuando nacen y se hacen seguimiento, reducen el maltrato y hay un sistema de protección".