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ISP

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El Instituto de Salud Pública, organismo científico-técnico gubernamental dependiente del Ministerio de Salud, es la entidad encargada de ejercer el control de las enfermedades en nuestro país, entre ellas las zoonosis consideradas de vigilancia obligatoria, como el hanta y la rabia, cuyos casos supervisa y analiza a través de diferentes unidades.

http://www.ispch.cl/


Especialidad

La Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso imparte la especialidad médica de Infectología Adultos, programa que -entre otras materias- aborda las infecciones transmitidas por animales, insectos, garrapatas u otros vectores. Tiene una duración de cuatro semestres y se postula a ella a través de concursos Minsal, servicios de salud e instituciones con convenio.

http://postgrados.uv.cl/

Simposio

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El próximo jueves 6 de septiembre se realizará el II Simposio de Zoonosis de Importancia Médica, que organiza el Departamento de Preclínicas de la Escuela de Medicina de la UV. El encuentro considera conferencias y mesas de discusión orientadas a médicos, veterinarios, biólogos, investigadores y autoridades vinculadas al ámbito de la salud y la producción animal. El tema central de análisis en esta ocasión será "Las enfermedades parasitarias en Chile: nuevos escenarios". El simposio tendrá lugar en el Edificio CIAE de la Universidad de Valparaíso, ubicado en calle Blanco N°1931, Valparaíso. Los interesados en asistir deben inscribirse en zoonosis.preclinicas@uv.cl

¿Qué son las enfermedades zoonóticas

DATO. El 61% de los 1.415 patógenos humanos conocidos en la actualidad son virus, bacterias, hongos y parásitos que nos contagian una variada gama de animales domésticos y silvestres.
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Desde que en el siglo XIV la peste bubónica -mortal infección causada por una bacteria presente en las pulgas que portaban las ratas- mató a poco más de un tercio de la población del planeta, los seres humanos desarrollamos una gran aversión a las zoonosis o enfermedades que nos pueden transmitir los animales.

Y nuestro temor a las mismas recobra fuerza cada vez que se registra algún nuevo brote, epidemia o episodio relacionado con este tipo de patologías, como ocurrió con una variante de gripe aviar conocida con "española", que en 1918 dejó millones de muertos a nivel global (40 mil en Chile), o más recientemente -aunque a menor escala- con el ébola, el zika o la influenza porcina, de las que cada año se reportan miles de víctimas en diferentes países.

Lo anterior no es para nada extraño ni tiene por qué sorprendernos si se considera que el 61% de los 1.415 patógenos humanos conocidos en la actualidad son zoonóticos. Es decir, son virus, bacterias, hongos y parásitos que nos contagian una variada gama de animales domésticos y silvestres, entre los cuales figuran perros, gatos y otras mascotas que mantenemos en nuestro hogar, ejemplares de granja, aves y roedores que pululan con libertad por plazas, ciudades, selvas o montañas e insectos presentes tanto en jardines urbanos como en hábitats tropicales, por mencionar sólo algunos.

Afortunadamente, la mayoría de estas enfermedades -de las que han identificado más de 200- no son mortales y tienen una baja prevalencia, pero hay otras que por su letalidad y magnitud representan un alto riesgo para la salud y, por eso, siguen siendo profusamente estudiadas por especialistas que buscan crear mejores vacunas y métodos más seguros de prevención, con el fin de evitar el surgimiento de potenciales focos o futuras pandemias.

Origen multifactorial

Una característica común de las enfermedades zoonóticas es que su aparición está condicionada por múltiples factores, los cuales se definen bajo el concepto de "triada ecológica", que comprende la relación que se da entre el medio ambiente, su reservorio o vector y el agente causante, ya que además de la presencia del portador y la del patógeno, episodios naturales como lluvias, sequías, deforestación o cambios de temperatura también influyen de manera directa o indirecta en el surgimiento de estas patologías.

"La mayoría de las veces el ser humano es un hospedero accidental de estos agentes patógenos, ya que adquiere la enfermedad después de intervenir o entrar en el entorno del animal que lo trasporta. Esto ocurre -por ejemplo- con el ratón de cola larga, que prolifera en zonas rurales tras la floración de ciertos pastizales y que es reservorio del virus Hanta, que no afecta al roedor pero sí a la persona que entra en contacto con él", explica la bioquímica y doctora en Microbiología Ximena Collao Ferrada, docente e investigadora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.

En términos simples, se puede afirmar que existen dos tipos de vectores zoonóticos: los biológicos, que corresponden a artrópodos que amplifican o replican el agente causal y lo transmiten al ser humano -por contacto directo o manipulación-, y los mecánicos, aquellos objetos o superficies que los primeros contaminan con su saliva, heces, sangre, huevos u otra sustancia emanada de sus cuerpos y que luego las personas tocamos.

"Los vectores biológicos más comunes son los mosquitos y las garrapatas. Entre los primeros destacan el Anópheles, que transmite la malaria, y el Aedes aegypti, portador de los virus de la fiebre amarilla y el dengue. Las garrapatas, en tanto, son responsables de males como la Enfermedad de Lyme, la rickettsiosis y la tularemia, entre otras", precisa la académica de la UV.

Pero también son portadores de agentes patógenos las aves de corral, los cerdos, los vacunos, las ovejas y otros animales de crianza, que pueden transmitir males como la Fiebre Q, la influenza aviar y porcina, la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la brucelosis y la hidatidosis. Y por cierto los perros y los gatos, en su condición de potenciales reservorios de rabia y tiña, entre decenas de otros males.

En Chile, además del dengue (presente solo en Isla de Pascua) y del hanta, existe el mal de Chagas, el cual se asocia a la vinchuca, un chinche de nombre Triatoma infestans que se encuentra en viviendas antiguas situadas en lugares secos en las que permanece oculto en las grietas de las paredes, techos de pajas o barro, donde generalmente anida. En todo caso, nuestro país fue declarado "zona libre" de transmisión vectorial de esta enfermedad.

Control

La prevención de este tipo de enfermedades se aborda hoy de manera integral y multidisciplinaria en todo el mundo y, por cierto, en nuestro país, en base a la premisa "One Health" que fomenta la Organización Mundial de la Salud y que implica la necesaria cooperación de infectólogos, salubristas, veterinarios, virólogos, entomólogos y otros especialistas.

"Lo primero que se debe hacer es controlar el vector de la enfermedad, ya sea evitando las condiciones para la multiplicación de éste y, en el caso de las mascotas, por ejemplo, cuidando la salud de los reservorios. En esto la difusión y educación es un tema crucial, al igual que el manejo clínico adecuado de posibles brotes. En esa línea, el contar con tecnologías adecuadas para enfrentar el diagnóstico de las zoonosis emergentes y realizar una tenencia y cuidado responsable de mascotas son acciones relevantes orientadas a resguardar la salud de la población", asegura Ximena Collao.


y por qué afectan a millones de personas en todo el mundo?