Pamela Boltei
Un centro cultural y la biblioteca municipal busca instalar en el tradicional Palacio Carrasco la Municipalidad de Viña del Mar, luego de concretar la restauración posterremoto que tienen diseñada y en espera de recibir los fondos que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Subsecretaría de Desarrollo Social (Subdere) comprometieron para ésta y otras obras del plan denominado "Impulsar".
A comienzos del siglo pasado se construyó este palacio, encargado por el empresario salitrero Emilio Carrasco. Tras su muerte, en 1923, se transformó en una escuela privada de educación británica "The Griften School for girls", hasta que en 1930 el entonces alcalde de Viña, Manuel Ossa Sainte Marie compró la propiedad a nombre de la municipalidad y lo destinó como sede alcaldicia por los 40 años siguientes.
Los sismos de 1965 y 1971 deterioraron la construcción y en 1977 el edificio pasó a constituir las dependencias del Centro Cultural de Viña del Mar, pero el terremoto del '85 causó graves daños en el edificio, devastó la totalidad del frontis y las paredes del primer piso.
Al año siguiente fue declarado Monumento Nacional Histórico, incluido el parque que lo circunda y la obra "La Defensa", escultura en bronce de Auguste Rodin, además de ser nombrado Edificación de Interés Histórica y/o Arquitectónica en el 2000, pero el terremoto del 27 de febrero de 2010 lo afectó nuevamente, por lo que desde 2015, tras declararse habitablemente inseguro, se cerró.
Desde entonces se trabajó en el diseño para repararlo y reinstalar tanto el centro cultural como la biblioteca municipal, pero adecuándolas a la visión de ciudad que se busca lograr, la cual Tomás Ochoa, director de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) de Viña describe con el nombre del plan general de mejoramiento del casco histórico de la ciudad llamado "Impulsar": "Buscamos reimpulsar a la ciudad a través de estos puntos estratégicos importantes".
"A partir del terremoto Viña pierde este espacio cultural y nos quedamos con salas muy pequeñas. Es un edificio que ha tenido varias intervenciones que no son parte del edificio original. Este proyecto busca restaurar este edificio a su estado original y transformarlo en el centro cultural y la biblioteca municipal que hoy no tenemos".
Añade que "en la participación ciudadana del Plan Regulador surgió en varios lugares la queja de la falta de espacios culturales en Viña, y aunque la ciudad tiene cierta infraestructura, al tener el Teatro Municipal cerrado, el Palacio Vergara cerrado, se resintió esa pérdida de espacios que teníamos y este proyecto busca resolver parte de ese problema".
Además de la restauración y la reinstalación de ambos espacios, se construirá un edificio en el sector trasero del edificio que contará con una sala multipropósito, un auditorio y una cafetería, además de un mirador. Adicionalmente, se mejorará el parque que lo envuelve y se reubicará la escultura de Rodin un poco más atrás. Las instalaciones principales contarán con la biblioteca, salas de lectura, salas de investigación, una biblioteca infantil, salas de talleres y salas de exposiciones, y se levantará el cielo de la entrada del palacio. "La idea es que tenga la misma lógica de Artequin, pero para toda la comunidad", dijo Ochoa.
María de los Ángeles Valdenegro, arquitecto sectorialista de Patrimonio y Cultura de la Secpla, explica que "el modelo de gestión se enfoca en poner en valor los programas de archivo histórico y biblioteca que han sido reconocidos desde el inicio del sector municipal en Viña del Mar y son activos, a eso se asocian los talleres y todas las actividades del palacio como centro cultural, reforzándolo".
Los estudios de las nuevas instalaciones, que cuestan $5.900.000.000, están terminados en cuanto a la arquitectura, la ingeniería, los permisos de edificación, el permiso del Consejo de Monumentos, y está recomendado técnicamente por el Ministerio de Desarrollo Social, por lo que sólo espera recibir los fondos del BID y la Subdere que fueron comprometidos para varias obras del plan "Impulsar" en agosto pasado.
Ochoa dice que esos dineros deberían llegar al municipio en lo que queda del año o a comienzos del próximo, por lo que planifican iniciar faenas el primer semestre del 2019. "La obra tiene una duración de unos dos años porque está con harto daño, así que podría estar abierto en 2020, esperamos que éste sea el primer proyecto que se financie con los fondos del BID", dijo, y señaló que, a diferencia de la tardanza que hay en el Palacio Vergara por complicaciones en la restauración, en este caso "es menos complejo el trabajo pues es un palacio con menos ornamentación porque no se terminó, el dueño nunca alcanzó a habitarlo, y por eso la cantidad de detalles es muy inferior a los del Palacio Vergara. Además, la nueva infraestructura es una construcción en superficie, más simple".
"La obra tiene una duración de dos años porque hay harto daño, podría estar abierto en 2020, esperamos que sea el primer proyecto que se financie con los fondos del BID"
Tomás Ochoa, Director de la Secpla"