Médicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) confirmaron por primera vez en Chile la presencia del Cryptococcus gattii, un peligroso hongo que afecta a animales y al ser humano y cuyas esporas, al ser inhaladas por las personas, pueden causar severas infecciones pulmonares, meningitis y una serie de complejas lesiones en la piel, tejidos blandos, nódulos linfáticos, huesos y articulaciones.
Asociada principalmente a árboles que crecen en selvas o bosques tropicales y subtropicales, la existencia de este agente patógeno en nuestro país se daba por descartada, pero hace algunas semanas, en la comuna de Limache, la veterinaria Paula León dio cuenta de una sospecha clínica al atender a un gato con una extraña lesión nasal.
La profesional, junto a su colega Nicolás Cáceres, del Laboratorio de Estudios Diagnósticos Veterinarios HistoCell de Valparaíso, remitieron muestras de tejido al Departamento de Micología de la Escuela de Medicina de la UV, donde el médico infectólogo Rodrigo Cruz y la tecnóloga médica Peggy Vieille realizaron un estudio histológico y un cultivo, para luego, por métodos tradicionales y por biología molecular, aislar la cepa y confirmar que se trataba de un caso infección por Cryptococcus gattii.
"Se trata de un hallazgo clínico de gran importancia, ya que haber aislado este patógeno implica que es muy probable que éste se encuentre en el ambiente, por lo menos en la zona donde solía deambular el gato que se infectó y que debido la evolución que presentó, lamentablemente tuvo que ser sacrificado", dijo el doctor Cruz.
En el análisis, que derivó en un artículo publicado este mes por la revista científica Medical Mycology, también participó el infectólogo Gustavo Giusiano, profesor visitante de la Escuela de Medicina de la UV y especialista del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste de Argentina.
Hipótesis sobre cómo llegó a la zona
Si bien los especialistas que lo identificaron desconocen cómo un hongo ambiental que suele crecer en bosques o selvas de Papúa Nueva Guinea, Australia y Brasil llegó hasta Limache, estiman que su presencia a nivel local se debe a algún sustrato vegetal contaminado ingresado involuntariamente al país o por algún animal infectado que fue trasladado hasta dicha comuna. El gato afectado solía rondar en torno a leña, lo mismo que árboles podridos.