Muchos son los llamados y pocos los elegidos, advierte sabiamente el Evangelio. Y la advertencia se puede aplicar a la política, pues los llamados o los que se hacen llamar son muchos, pero los elegidos por el caprichoso electorado son pocos. Y así, con llamados o autollamados, se acerca la elección municipal de 2020, que tendrá la novedosa compañía de la votación para gobernadores regionales.
Pero el foco ahora está en la elección municipal, que toca muy directamente a la puerta de los vecinos con sus quejas y, de vez en cuando, con sus aplausos.
En nuestra Región el tema ya inquieta, más que a los ciudadanos, a los dirigentes políticos. La duda es mantener o renovar.
En el caso municipal de Viña del Mar, con serios problemas financieros y administrativos y con una ciudad opinablemente "bella", para el oficialismo la cuestión es mantener, pero mantener no quiere decir únicamente mantener a la misma persona, Virginia Reginato (UDI), sino que conservar el cargo de una alcaldía importante en constante visibilidad. La UDI, que no ha tenido problemas en Las Condes, pese a la derrota el domingo de la laguna de Joaquín Lavín, no la tiene fácil en Viña del Mar. Se anuncian primarias dentro de Chile Vamos y en el mismo gremialismo aparece el nombre de la concejala Macarena Urenda, pero también la aspiración de RN con varios nombres de concejales actuales que tienen buen capital electoral y el apoyo del poderoso senador Francisco Chahuán.
Pero en la oposición, con los restos de la injustamente estigmatizada Concertación, ya florecen "disponibles". Uno de ellos es el popular animador de Radio Carnaval Sandro Puebla, constante en sus denuncias sobre grietas que amenazan el edificio municipal. Se le acusa de ser el "vocero" del excandidato a alcalde Andrés Silva. Puebla, sanfelipeño, hijo de su esfuerzo, elegido como independiente en la lista socialista, es franco. Reconoce asesorías de un ingeniero comercial y del abogado Silva en sus denuncias. "Hay temas que no conozco al 100%, es ahí donde me tengo que informar por gente especializada", confiesa.
Más allá del micrófono, ¿cuál es el capital electoral de Puebla? 1.948 votos en la elección de 2016, bastante menos que sus compañeros de ruta Laura Giannici (DC) o Victor Andaur (PC). Y no hay que olvidar que en el partido de fondo, alcaldía, en que ganó Virginia Reginato con un 59,9%, el DC René Lues sumó un respetable 32,3%. No se puede olvidar tampoco que el Frente Amplio, con miras presidenciales, quiere hacer correr a la "señora Sánchez", reconoce Puebla.
Puebla esgrime con simpatía el micrófono tal como manejaba con habilidad la tornamesa el popular Dj Méndez que hizo naufragar en Valparaíso a la Nueva Mayoría. Así, la popularidad es caprichosa, peligrosa y no es endosable.