Índice global abrió debate en la zona sobre la capacidad
ECONOMÍA. "Muy pocas pueden asegurar que en 20 años más estarán haciendo lo mismo que hoy", dijo el director del 3IE de la USM, Werner Kristjanpoller.
En los últimos días, el Foro Económico Mundial en conjunto con gremios del sector productivo y la academia dieron a conocer el Índice de Competitividad Global, que abarca una serie de aspectos que terminan por posicionar a un determinado país en el concierto internacional.
Chile subió del lugar 34° al 33° consolidándose como el país más competitivo de Latinoamérica, sin embargo hay un aspecto para inquietarse y es que entre las debilidades resalta la capacidad de innovación, donde el país se ubica en el puesto 53.
Expertos que participaron en el Encuentro Latinoamericano de Incubadoras que se desarrolló en Valparaíso y Viña del Mar analizaron esta problemática, evidenciando brechas que aún persisten y que requieren ser abordadas para mejorar en este ámbito.
"Pienso que gran parte de las empresas ya entienden que su sustentabilidad financiera, de mediano y largo plazo, pasa por la innovación. O sea muy pocas podrían estar seguras que en 20 años más van a estar haciendo lo mismo que hoy", comentó el director del 3 IE, de la USM, Werner Kristjanpoller.
En esa línea, advierte que hay conciencia de lo que se avecina por lo cual el siguiente paso es que en base a ello comiencen a actuar de manera más decidida. "La gran mayoría de las empresas ya saben que tienen que innovar y que de aquí a un mediano plazo el mercado va a cambiar", enfatizó.
"Estamos en un mercado de digitalización, los productos y servicios están cambiando, se están enfocando de manera diferente, las personas que van siendo adultas tienen otra mentalidad, otros objetivos, otras formas de satisfacer y una visión de vida completamente diferente, entonces la innovación viene y sería muy malo para alguna empresa creer que ella va a seguir siendo sustentable por siempre con su modelo de negocios", remarcó el ejecutivo, subrayando que una organización no puede descuidar ese aspecto.
"Hoy día cualquier empresa que tiene una gestión relativamente eficiente y clara sobre sus objetivos y misión, está repensando y viendo cuáles son las oportunidades de innovar sobre sus productos y servicios para así darle un mayor valor a los clientes y una mayor sustentabilidad a la empresa", puntualizó.
Desde el sector público , el gerente de emprendimiento de Corfo, Tadashi Takaoka, expuso que si bien se entiende que la innovación es algo necesario, todavía falta por asumir ciertos lineamientos.
"En productividad Chile subió un puesto, pero en innovación bajó uno. Ahora, lo que uno esperaría es que diéramos un salto y eso se explica en gran parte porque la cultura de innovación en las empresas todavía está en una etapa juvenil", sostuvo.
"Eso significa, en la práctica, que la gente ya se convenció que había que hacer innovación e incluso muchas cuentan con una gerencia especializada, pero siguen pensando que van a poder romper la inercia de la innovación disruptiva que es básicamente cuando tú creas una solución que transforma la industria", apuntó el profesional.
Bajo esa mirada, sostiene que aún resta por avanzar una etapa importante que pasa por el convencimiento de que se requiere apoyo externo para conseguir ese salto.
"Todavía (las empresas) piensan que lo van a poder hacer de forma interna, de hecho aún sienten que pueden conocer la tecnología de una startup o de un emprendimiento, copiarla y hacerla dentro cuando eso ya está probado de que no resulta. Silicon Valley, por ejemplo, se dio cuenta hace tiempo que eso es imposible, pero acá todavía está el gerente general que cree que podrá y que en algún minuto se va a dar cuenta que no es así y que la innovación más disruptiva viene de las startup o los emprendimientos dinámicos", subrayó.
Takaoka insiste en este punto que requiere también de un cambio cultural que implica que la empresa reconozca que el innovador es un "partner y no un tipo al que uno le hace un favor al reunirse con él, allí es cuando realmente vamos a dar esos saltos de innovación".
Añadió que si bien las compañías deben tener cultura de la innovación para poder absorber esa tecnología y abrirle el camino que necesita, no es suficiente con que tengan capacidad interna de desarrollo. "Es importante que se haga esta innovación abierta, que puedan conectar con emprendedores que realmente desarrollan la innovación disruptiva", recalcó.
Otro punto que resalta el ejecutivo es que para que funcione se requiere el convencimiento y la confianza de toda la empresa. "Por ejemplo, el camino que siguió Walmart comprando CornerShop por US$ 225 millones es para sacarse el sombrero y creo que en gran parte es porque los capitales son de Estados Unidos que es un ecosistema que ya se dio cuenta que ese es el camino"
El vicepresidente de desarrollo global para la Fundación Velocity Texas, el mexicano David Fonseca, señaló que este proceso de adaptación que deben realizar las empresas tradicionales es vital, pero a la vez no resulta fácil por la envergadura de estas organizaciones.
"En mi concepto la empresa tradicional es como un elefante grande y fuerte, pero muy lento y además se ha notado que ese elefante ya no vive tantos años como antes. Y la razón es porque hay muchas compañías como las startups que son más chicas, hambrientas y rápidas. Entonces la pregunta que existe ahora a nivel global es cómo ponemos a ese elefante a bailar para que pueda traer procesos más eficientes y más productivos. Es lo que se llama innovación corporativa", subrayó el profesional.
Asimismo coincide en que no basta con crear una instancia especial como un departamento de innovación o algo similar, sino que debe existir un compromiso real.
"Eso me parece súper interesante porque lo que ha pasado en los últimos 10 años es que se crearon aceleradoras o incubadores en estos centros y muchas de ellas no generaron resultados favorables para las empresas y la razón es porque estaban ayudando por ayudar y no estaba siendo realmente enfocadas en las líneas que podían generar eficiencia o productividad dentro de la organización", comentó Fonseca.
"En mi concepto la empresa tradicional es como un elefante grande y fuerte, pero muy lento y ya no vive tantos años como antes"
David Fonseca, Vicepresidente de Desarrollo Global de Fund. Velocity Texas"
de innovar de las empresas
"La gran mayoría de las empresas ya saben que tienen que innovar y que de aquí a un mediano plazo el mercado va a cambiar"
Werner Kristjanpoller, Director del 3IE (USM)"
"Uno esperaría que ocurriera un salto, pero la cultura de innovación en las empresas todavía está en una etapa juvenil"
Tadashi Takaoka
Gerente de, Emprendimiento de Corfo"
Las ventajas de Valparaíso
El gerente de emprendimiento de Corfo, Tadashi Takaoka, destacó el caso de Valparaíso como un ejemplo en materia de que la innovación "se puede descentralizar". "Valparaíso con su vida universitaria y también con las empresas privadas que han empujado el tema, logró formar un hub interesante que es importante mostrar al resto del mundo". ¿Y entonces qué falta en la zona? Para el ejecutivo se requieren casos de éxito. "Lo que faltan son más ejemplos regionales de ello, de casos de éxito donde una gran empresa se conecta con una startup y sacan una solución que es realmente innovadora (...) se requiere que el Estado esté invirtiendo para que el proceso ocurra constantemente hasta que en algún momento emerja", remarcó.