"Erradicar los campamentos es un gran desafío para la V Región"
P. B.
Mirar la pobreza desde un ángulo multidimensional, generar alianzas y dar educación de calidad son, para esta ex profesora y ex ejecutiva de empresas, elementos claves para mejorar la calidad de vida y propiciar la inclusión de los sectores más desposeídos.
Combinar ayuda social y trabajo ejecutivo es una tarea que Alejandra Pizarro sabe hacer, ya que por varios años fue profesora de Religión en el Liceo Manuel de Salas y en Las Ursulinas y posteriormente fue gerente general de la empresa de mercería Lainière de Picardie DHJ Chile S.A. Ambas vivencias la llevaron a adquirir herramientas que hoy pone a disposición de su labor como directora ejecutiva en la Comunidad de Organizaciones Solidarias (COS), que agrupa a más de 200 ONGs.
Desde allí trabaja en lo que es el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU: la superación de la pobreza, que en el caso de la Región de Valparaíso afecta -según ingresos por hogar- al 6,2% de la población. Una situación que para Pizarro puede revertirse, entre otros factores, con un cambio de paradigma en la mirada de dicho problema social, y que ya está en desarrollo.
"Hasta hace muy poco (la pobreza) se medía sólo por ingresos, pero esta situación va mucho más allá que este simple factor. Por ello la sociedad civil presionó en positivo para que hubiera una medición más exhaustiva que contemple distintas aristas. Por ello, hoy día, cuando hablamos de pobreza multidimensional estamos modificando los estándares, y evaluamos acceso a la vivienda, a la salud, a la educación, etc", dice la directora de COS. "Es un hecho que nos aumenta el porcentaje de pobreza en el país, que por ingresos está en un 8%, mientras que al medirlo multidimensionalmente asciende al casi 20%, cifra mucho más desafiante al reflejar la calidad de vida de esas personas y de cómo participa en la sociedad, y es justo ahí donde están los grandes desafíos que enfrenta Chile", agrega.
- Con respecto a la pobreza en la V Región, ¿cómo visiona el trabajo de la COS?
- Hay que tener en claro que la Región es muy diversa y posee muchas comunas con distintas características. Por ello es muy relevante considerar este factor en la manera de abordar la superación de la pobreza a través de la inclusión social, considerando también factores como la gran cantidad de población adulta mayor y de campamentos, donde inevitablemente hay que trabajar en acceso a la vivienda y en la problemática de hacinamiento, siendo este último factor uno de los más preocupantes, porque la calidad de vida está muy empobrecida, por eso erradicar los campamentos es un gran desafío para la V Región.
- ¿Qué otros desafíos tiene la Región en esta materia?
-Sin duda la inclusión de la población migrante, porque es la Región que más extranjeros recibe después de Santiago y Antofagasta, lo que implica un desafío en el área de desarrollo como trabajo, educación, salud y cultura; por sobre todo, el cómo aprendemos a convivir en la diversidad. (…)Es necesario que la ciudad se vaya construyendo de manera más integrada, es decir, que las viviendas sociales no estén excluidas, así como también se necesitan servicios descentralizados en el área salud y educación, porque las personas que viven en comunas más lejanas a las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar se ven obligadas a trasladarse constantemente por estos factores. A esto se suma la necesidad de crear políticas públicas adaptadas al territorio y sus características (…) Otro factor para tener en cuenta es la creación de la División de Desarrollo Humano y Social que creó la Gobernación de Valparaíso, donde el desafío que deben sortear es cómo coordinar los distintos servicios privilegiando la infancia y los adultos mayores, articulando las seremis con el trabajo de las municipalidades a través de las Dideco, siendo primordial el trabajo articulado.
La principal línea de acción de la COS es, precisamente, articular. Generar alianzas y sumar esfuerzos de distintos sectores. "Es necesario que conversen el Estado, la sociedad civil, la academia y las empresas, porque el Estado no puede gestionar solo la inclusión social; se necesitan muchas manos para ello y el compromiso conjunto", dice Alejandra Pizarro.
- ¿Y la Región de Valparaíso tiene las herramientas para un trabajo de este tipo?
- Sin duda alguna, creo que hoy día la Región de Valparaíso tiene enormes potencialidades y todas las herramientas para superar los índices de pobreza, ya que están las voluntades y sólo se debe articular. Es sorprendente la cantidad de organizaciones sociales que cohabitan en el territorio, el cual es muy rico en diversidad y patrimonio. Creo que tiene todos los ingredientes para ser una Región extraordinaria, lo que se traduce en tremendas oportunidades, siempre y cuando se trabaje articuladamente y poniendo el interés de todos por sobre el individual desde los sectores gubernamentales, ciudadanos y empresarial.
Mejor educación
-Hoy en día el enfoque de inclusión apunta a entregar herramientas a las personas para salir de su situación de pobreza y vulnerabilidad. ¿Se debe terminar con el asistencialismo?
-Aún no podemos hacer eso. Primero debemos sentar las bases de un trabajo mancomunado, donde se garantice un acceso igualitario a vivienda, educación, trabajo, entre otros, para poder terminar con ello. Porque la gente en situación de calle requiere de asistencialismo, porque si no se nos muere en invierno, pero paralelo a eso es necesario crear políticas públicas que vayan ofreciendo espacios para estas personas. El foco es ir creando los mecanismos para que todas las personas participen de la vida societaria, porque todos podemos colaborar con ir erradicando la pobreza en el país.
-¿Qué brechas debe sortear la Región para ir contribuyendo a la disminución de la pobreza y a una mayor inclusión social?
-Hay factores clave que permiten un desarrollo más inclusivo, y uno de ellos es la educación y su calidad, porque esta arista se convirtió en una brecha en el momento en que el país no invirtió a la par como en el desarrollo productivo. Y poner la mirada no solamente en los contenidos, si no en las habilidades que se quieren potenciar, porque la educación es clave para la movilidad social. Sumado a esto, también es necesario que se invierta en ciencia y en cultura, porque sin estos factores no se terminará con la pobreza. Como partes del desarrollo del capital social, porque el progreso económico es insuficiente con estos factores, por ello es necesario ir articulando estrategias que nos hagan crecer como país.
Extendiendo las redes
regionales de la inclusión social
Apoco más de un año de su llegada a la Región de Valparaíso, la Comunidad de Organizaciones Solidarias (COS) trabaja actualmente con 28 fundaciones y corporaciones sin fines de lucro.
"Nuestro objetivo en la Región, en una primera etapa, fue vincular proyectos de áreas parecidas, logrando desarrollar dos mesas de trabajo en las áreas de infancia y hábitat; coincidentemente, dos temas relevantes en los que está trabajando el Gobierno, lo que nos ha permitido trabajar muy coordinadamente y desarrollar instancias muy enriquecedoras", comenta el director regional de COS en Valparaíso, Juan Carlos Concha.
Agrega que la Comunidad también está en líneas de trabajo para incluir a la sociedad civil en la toma de decisiones sobre el diseño de la ciudad, con un enfoque que busca "descentralizar las voces del país, porque cada lugar, Región, comuna, etc, tiene sus particularidades y es preciso que podamos aportar en políticas públicas que vean esta individualización de las situaciones y no sea una réplica de Santiago".
En el sector privado hay empresas que han hecho parte de su política el trabajo de inclusión social y el trabajo junto a entidades públicas para superar la pobreza. Un ejemplo es lo que hace BAT Chile junto a la Municipalidad de Casablanca en el proyecto "Mercadito Casablanca", que busca desarrollar y mejorar las relaciones con la comunidad a través del fomento de diferentes emprendimientos de sus vecinos. Este se realiza una vez al mes en las dependencias de la fábrica de British American Tobacco y a él acuden emprendedores de la comuna que ofrecen productos como manjar, miel, infusiones, quinoa, flores, artesanías y más.
GNL Quintero, por su parte, trabaja en iniciativas como la de "granjas marinas", que va en apoyo de los pescadores de la zona. Se trata del resultado de un proyecto experimental que permitió repoblar con especies marinas y que, en su primera etapa, finalizada en 2017, logró instalar exitosamente cultivos de choritos y erizos en las caletas El Papagayo, Ventanas y Horcón, abriendo nuevas expectativas de crecimiento para quienes viven de la pesca artesanal.
En el caso de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, su Incubadora Social Gen-E, perteneciente a la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados, actualmente está ejecutando tres programas de apoyo para personas en situación de vulnerabilidad. Entre ellos se encuentra el Ciclo del Emprendedor, programa permanente de la incubadora que busca dar apoyo multidisciplinario a personas de la Región de Valparaíso por medio de una metodología inclusiva que permite potenciar microemprendimientos sostenibles para mejorar su calidad de vida y transformarlas en actores sociales activos.
Esfuerzos privados y públicos se articulan para que la comunidad tenga un rol activo en temas que van desde la mejora del lugar donde viven hasta el desarrollo de emprendimientos de apoyo laboral.