Definitivamente, el año que se va no fue bueno para la economía regional. El Inacer, que mide la actividad local, mostró una variación acumulada de -2,5% y las ventas minoristas tuvieron una baja real anual de -6,5%. Otro indicador importante, la tasa de desocupación en el trimestre agosto-octubre tuvo un alza de 0,4% en relación al mismo periodo de 2017. Los números son malos y a ello se suman situaciones muy negativas, como el paro portuario que, según sus dirigentes, es un tema que sigue latente.
Ante este cuadro diversos actores regionales interrogados por este Diario han planteado sus puntos de vista, buscando caminos de salida para una situación que podría agravarse.
Para el senador Francisco Chahuán (RN) es necesario "diversificar nuestra base productiva", mientras que el presidente de la Asociación de Empresas de la Quinta Región (Asiva), Ricardo Guerra, apunta a la estimulación de la industria manufacturera y a la construcción, impulsando nuevos proyectos y atrayendo inversiones. Expresaron también su inquietud los diputados Andrés Celis (RN) y Jorge Brito (RD).
En lo concreto, el presidente del Consejo Regional, Percy Marín, se queja por el recorte que ha hecho la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) a recursos para proyectos de infraestructura en la zona, bajándolos de $120 mil millones solicitados a $75 mil.
Desde el oficialismo, el seremi de Economía, Javier Puiggros, reconoce que la situación es complicada, pero confía en la recuperación, destacando en ello al turismo, que crece a tasas del 8%. Plantea, además, una propuesta importante, como es el aprovechamiento de residuos para "generar emprendimiento e innovación". Y precisamente ese es uno de los puntos claves en la recuperación regional, la innovación, considerando que hay avances globales que se deben asumir y en los que es necesario participar y que van más allá de la mera inversión.
Así, la innovación debe estar presente en actividades tradicionales, como el turismo o la construcción, que si bien requieren inversión y generan empleo, están sujetas a una fuerte competencia. La misma mirada es esencial en la industria productiva, donde los empresarios actuales, los numerosos profesionales que egresan de las universidades locales, deben buscar oportunidades, mercados nacionales o extranjeros, considerando que las oportunidades están no sólo en el volumen, sino que en la novedad incorporada a productos o servicios.
La inversión pública es necesaria, pero tiene límites, en tanto que la iniciativa privada es dinámica y su capacidad de crecimiento tiene mil rutas por recorrer, aceptando la posibilidad del fracaso, pero sin caer en el derrotismo negacionista -palabra de moda- tan propio de nuestra zona. Inversión, por cierto, pero las miradas nuevas son esenciales para comenzar al recorrer el 2019.