Este año, Chile tendrá una segunda oportunidad como sede de APEC, tal como lo fue en 2004. ¿Qué sentido y que carácter tiene APEC? ¿Qué significa ser país sede? ¿Por qué nos interesa como región? ¿Es un tema central o marginal en nuestra política exterior?

El Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) es una instancia que reúne a 21 economías de la cuenca del Pacifico, el área más dinámica del comercio mundial. No es una conferencia aislada, son más de cien reuniones a lo largo del año en que participan estas economías y culmina en noviembre con la reunión de líderes. ¿Por qué economías y no países? ¿Por qué líderes y no jefes de Estado y de Gobierno? Porque junto a 19 estados, de Asia en su mayoría, América-EE.UU., Chile, México y Perú, Oceanía y Europa en el caso de Rusia, participan también Taiwán y Hong Kong.

APEC apoya sostenidamente la cooperación en el área, es un eje de acciones de cooperación en diversos sectores, tiene como política promover la liberalización y facilitación del comercio y la inversión con una sede permanente, moderna y relativamente pequeña en Singapur. ¿Cómo se logra? Con el rol activo de los participantes en los planes de cooperación y por la alta responsabilidad que asume el país sede como huésped de reuniones de los altos representantes y las instancias sectoriales y especializadas. En suma, es una comunidad del Pacífico, evolutiva y flexible.

APEC no es un área o tratado de libre comercio. Sus acuerdos son orientaciones y recomendaciones, pero ha cumplido y cumple un extraordinario rol catalizador de acciones de cooperación y de tratados entre sus miembros. Al interior de APEC se genera el conocimiento mutuo y las confianzas que permitieron, por ejemplo, que Corea suscribiera su primer TLC en el mundo con Chile y que China concordara también con nuestro país un importante tratado. De hecho, es nuestro primer socio comercial.

Este foro 2019, que representa el 60% del PIB mundial, el 39% de la población global y que en 2017 creció al 4,1% sobre la media mundial, está llamado a ser un marco de cooperación, diálogo y búsqueda de consensos. Esto es más necesario que nunca cuando surgen supuestas soluciones por la vía del cierre de las economías y dos de sus miembros -EE.UU. y China- han estado envueltos en luchas comerciales, actualmente en una tregua temporal. Esto hace imposible por ahora la creación de un TLC del Asia Pacífico a partir de APEC. No están dadas las condiciones, pero el diálogo es urgente para tratar las diferencias.

La vocación comercial, marítima, universitaria e internacional de Valparaíso la convierte en una sede natural de este evento. El intendente, Jorge Martínez, ya constituyó una mesa de trabajo al respecto, con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y diversas organizaciones. Debemos transformar el diálogo y la cooperación en el Asia Pacífico y la acción concertada para abordar el cambio climático en prioridades de nuestra política exterior y tareas que comprometan a toda la comunidad internacional.

Raúl Allard Neumann

Director del Magíster en Relaciones Internacionales PUCV

150 años | 11 de enero de 1869

Homenaje en muelle a restos de O'Higgins

En la mañana de hoy, en el muelle de Valparaíso, se hará el desembarque de los restos de Bernardo O'Higgins, recibiendo el homenaje de las autoridades civiles y militares. Luego serán trasladados a la Iglesia de San Agustín, recibiendo el afecto de la gente en las calles. Mañana serán llevados en un tren especial a Santiago.

100 años | 11 de enero de 1919

FF.CC.: $140 millones para salir de la crisis

El Consejo de Ferrocarriles determinó que con un empréstito de 140 millones de pesos, la empresa del Ferrocarriles Central puede superar la crisis financiera que afecta a la entidad e iniciar la modernización del servicio y dejar sin efecto el alza de tarifas que se había programado. El empréstito se pagaría en un plazo de veinte años.

50 años | 11 de enero de 1969

Niña de 11 años dio a luz en Concepción

En perfecto estado de salud se mantenía en la tarde de ayer, la niña campesina de 11 años, Floridemia Cáceres Parada, pasadas 24 horas de haber dado a luz a un varón que pesó 2,4 kilogramos. Sobre la paternidad del niño hay varias versiones, entre ellas, que la niña de Concepción fue violada por un compañero de escuela.

Hoy, 11 de enero, se cumple un año más del fallecimiento del destacado escritor Roberto Hernández. Su nombre vuelve a recordarse a raíz de la renovación del directorio de la Fundación que resguarda la indeleble obra de este destacado historiador, periodista e intelectual, quien fuera también el primer director de la Biblioteca pública porteña "Santiago Severín".

Roberto Hernández Cornejo nació en Melipilla, el 18 de diciembre de 1877. Trabajó en diversos diarios, siendo su paso más destacado en el diario La Unión de Valparaíso. Además, publicó veintiocho libros, entre ellos, Álbum panorámico Valparaíso, El Roto Chileno, Valparaíso en 1827 (a solicitud del director de El Mercurio de Valparaíso, Joaquín Lepeley, para el centenario de este medio, en 1927). La importancia de Hernández en el siglo XXI guarda relación no solamente por la cantidad de obras publicadas a inicios del siglo pasado, sino por la representación de valores que, a más de cien años de distancia, ponen su nombre en valor y sirven de ejemplo para las actuales generaciones.

El primero de ellos tiene que ver con su propia vida. Roberto Hernández fue un autodidacta, un hombre que sólo cursó dos años de estudios primarios, pero que luego se volcó a la actividad cultural con una devoción mariana. En especial, la lectura de textos clásicos y su más que activa participación en la prensa, en la que se preocupó de rescatar pasajes desconocidos de la historia de Valparaíso, fueron sus grandes fuentes de aprendizaje.

El segundo punto está directamente relacionado con su sensibilidad social y su obligación moral por denunciar aquellas cosas que afectaban a los sectores más desvalidos. Nos referimos, por ejemplo, a su postura en la huelga por el alto precio de la carne, una de las primeras manifestaciones ocurridas en Chile y que, a juicio de Hernández, era producto de la especulación.

Roberto Hernández, en definitiva, nos recuerda un puerto que, a inicios del siglo XX, acompañaba su actividad comercial con una gran actividad cultural. Un verdadero "puerto de ideas" que debemos rescatar, por ejemplo, a través del recuerdo de estos personajes.

En sus escritos sobre el autor, el olvidado sacerdote y crítico literario Alfonso Escudero (Apartado de la Revista Chilena de Historia y Geografía, de 1966), asegura que "(...) no le dieron a don Roberto el Premio Nacional de Periodismo, que tanto mereció. Pero, naturalmente, la seriedad de sus conocimientos, su espíritu de trabajo, el valor de sus publicaciones y la valentía de sus campañas, tenían que valerle compensaciones honoríficas: sus títulos de miembro de la Real Academia de la Historia de Madrid y de la Academia Chilena de la Lengua".