Colombia responsabiliza al Ejército de Liberación Nacional del atentado
VIOLENCIA INSURGENTE. Fiscal general dijo que el ataque, el más mortífero de los últimos quince años en el país tras matar a 21 personas en una academia policial, fue cometido por un antiguo integrante del grupo rebelde.
Las autoridades colombianas atribuyeron el ataque con bomba que dejó 21 muertos y más de 70 heridos en una academia policial, a un experto en explosivos, miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el último grupo rebelde en actividad.
El fiscal general, Néstor Martínez, dijo en conferencia de prensa que el autor del ataque, el más mortífero de los últimos quince años en el país, era miembro de muchos años del ELN.
Aunque José Aldemar Rojas no tenía antecedentes penales, informes de inteligencia indican que el hombre manco de 56 años, que usaba el alias "Mocho Kiko", perdió el brazo cuando manipulaba explosivos en una célula del ELN cerca de la frontera con Venezuela, dijo Martínez.
El atentado recordó algunos de los incidentes más cruentos del pasado reciente colombiano y suscitó interrogantes graves acerca de las amenazas a la seguridad que persisten tras el acuerdo de paz con las FARC. Además, complica cualquier intento de reanudar las empantanadas conversaciones de paz con el grupo insurgente.
Martínez expresó que los comandantes del ELN, que residen en Cuba durante el proceso de paz y se cree que tienen mínimo control de su tropa, serán considerados responsables del ataque.
Durante la noche del jueves, el número de víctimas fatales ascendió a 21, lo que hace del atentado el más sangriento desde 2003, cuando la explosión de un coche bomba en el club bogotano de alta sociedad El Nogal dejó 36 muertos.
Con ayuda de cámaras de seguridad y las huellas dactilares de su mano izquierda, los investigadores identificaron rápidamente a Rojas como el dueño y conductor de una camioneta Nissan 1993, cargada con 80 kilos del explosivo pentolita.
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, dijo que Rojas ingresó a las instalaciones por una puerta lateral empleada para entrega de mercaderías, acelerando a través de un portón abierto para permitir la salida de unas motos. Siguió su marcha hasta el centro de la escuela, donde el vehículo explotó frente a una barraca con techo de tejas rojas utilizado por cadetes mujeres. Acababa de finalizar una ceremonia de rendición de honores.
Martínez dijo que menos de 10 minutos antes de la explosión, un hombre no identificado descendió del vehículo en una parada cercana de autobús, un indicio de que la bomba habría sido activada a distancia y no fue un ataque suicida como algunos habían conjeturado inicialmente.
Según Botero, la operación fue planificada durante más de diez meses.
El Presidente Iván Duque, quien visitó la academia tras la tragedia, prometió que su Gobierno no ahorrará esfuerzos en la lucha contra los terroristas "infames" que perpetraron el ataque.
Conversaciones de paz estancadas
El ELN ha intensificado sus ataques contra objetivos policiales e infraestructura petrolera en medio de un conflicto con el Gobierno conservador de Duque por el estancamiento de las conversaciones de paz. Hasta hoy, el grupo inspirado por Cuba, que se cree cuenta con unos 1.500 combatientes, nunca ha tenido la capacidad ni ha demostrado interés por realizar un acto de violencia tan espectacular.