Martín Hernández B.
El remo femenino en Chile es un deporte exitoso. Entre grandes exponentes contemporáneas como las hermanas Abraham o Isidora Niemeyer, la historia enseña que hay precursoras que decidieron aventurarse en una disciplina que antaño fue exclusivamente masculina.
Una de ellas es Marisel Fabianovich (43 años), quien se siente orgullosa de ser una de las primeras mujeres que se subió a un bote de remo en Valparaíso y compitió a la par de los hombres.
La historia de la pentacampeona nacional se remonta a finales de los años '80, cuando el exinstructor del Club Regatas Sausalito, Enrique Bergamín, tenía la convicción de que las mujeres podían rendir en la disciplina. "Yo entré porque el entrenador estaba convencido de que Chile podía tener mucho éxito con el remo femenino, en contra de todas las opiniones de ese entonces. Y el tiempo le dio la razón", recuerda la exdeportista.
La médico señala que nunca fue fácil, a pesar de estar familiarizada con la disciplina gracias a su padre, que era remero. Incluso con esa ventaja, "cuando se convirtió en algo más profesional y había que entrenar todos los días e ir a competir, uno se topó con las barreras del machismo de entrada, de los dirigentes, la falta de infraestructura para recibir mujeres en los sectores de alojamiento, la falta de recursos. En ese tiempo nadie creía que las mujeres podíamos remar y que nos podía ir bien".
En ese sentido, Fabianovich indica que "el remo se convenció de que había mucho éxito en Chile con él y las niñas han respondido súper bien. Los resultados ahora son increíbles, y no solo en el tema de las medallas. Las mujeres también han hecho su vida, han estudiado, se han casado, tenido hijos y siguen trayendo medallas".
"El deporte ha cambiado mucho. Por eso a las chicas les va como les va ahora. Yo me siento orgullosa de haberles abierto un poco el camino. Me da gusto subir a Curauma y ver que tienen la infraestructura adecuada, que hay mujeres remando y que no se cumplieron esos mitos de que nos íbamos a poner de espalda ancha musculosas y feas. Son chicas lindas, deportistas, aplicadas, disciplinadas y profesionales que además sacan sus estudios", precisó la médico.
Finalmente, la exdeportista señala que uno de los cambios en la disciplina fue el paso del estereotipo del remero grande y fuerte a uno más delgado y técnico: "El remo se ha convertido en un deporte muy armónico físicamente y mucho más técnico. Se ha vuelto un deporte mucho más femenino, ya no es solo de hombres".
La dura decisión de dejar el deporte
Marisel Fabianovich se emociona al ver a las remeras actuales competir. En su tiempo, en el remo femenino participar en la alta competencia y estudiar era incompatible. "Me hubiera encantado postergar la universidad. Antes era todo muy complejo, habían muchas dificultades en la mente de los dirigentes. Tuve que tomar una decisión. Alguien tenía que hacerlo", rememora la pentacampeona nacional, confiando en que su sacrificio le abrió las puertas a las mujeres en un deporte tan cerrado como el remo.
"Los resultados del remo son increíbles. Las mujeres han hecho su vida, estudiado, tenido hijos y siguen trayendo medallas"
Marisel Fabianovich, Exremera nacional"