Acusación contra Virginia Reginato
El proceso que se iniciará hoy en el Tribunal Electoral Regional (TER) da pie a un nuevo escenario político en Viña del Mar.
La inminente acusación por notable abandono de deberes en contra de la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, fue uno de los tópicos más trascendentes del gabinete político regional de ayer en el piso 19 de la Intendencia, en el cual -por primera vez y tras un largo e incómodo silencio- se deslizaron serias críticas a la jefa comunal por parte de parlamentarios oficialistas, quienes comienzan a calibrar la gravedad del asunto que sería llevado hoy, por la mañana, hasta las oficinas del Tribunal Electoral Regional (TER) de calle Prat.
La poco entendible (y riesgosa, para los incumbentes) ambigüedad respecto del número de concejales que presentarán la citada acusación (tres o cuatro, lo que podría marcar un insalvable error de forma en el procedimiento) fue reparada ayer y respondería a las profundas diferencias existentes entre los ediles Laura Giannici (DC), Víctor Andaur (PC) y Sandro Puebla (PS) con la cuarta involucrada, Marcela Varas (PPD), esta última vista como un personaje de excesivo protagonismo y que ha desconocido la oposición llevada por los dos primeros durante los últimos dos ejercicios municipales.
Las principales acusaciones contra Reginato, contrario a lo que pueda creerse, no son las horas extra ni el déficit en sí, sino la entrega a la población de supuesta información falsa por parte de la alcaldesa y el siempre cuestionado rol de su jefa de gabinete, María Angélica Maldonado, quien -según fuentes vinculadas al caso- ocuparía un capítulo relevante dentro de la acusación en cuestión y cuya salida incluso podría llegar a ser la moneda de cambio para el oficialismo y la siempre dubitativa y cambiante Democracia Cristiana.
Las luces sobre la defensa de Reginato, esta vez, estarían en manos de Raúl Tavolari (servicios que deberán ser costeados por la propia alcaldesa), quien intentará desarticular el tramado opositor que esta vez cuenta -como nunca antes- con la férrea posición de Giannici (pese a discrepancias dentro de su propio partido) y la cuarta firma -decidida ayer, como ya se dijo- de la edil Varas.
Por lo pronto, y en vísperas de un farragoso escenario político que incluye el cambio de registro electoral a la Ciudad Jardín de la excandidata presidencial Beatriz Sánchez y la aparición de varios interesados en hacerse del sillón municipal, sólo cabe esperar que la acusación constitucional sea un proceso político serio y no derive -como sí lo fue en el pasado en casos cercanos- en una estrategia comunicacional que busque diezmar el masivo arrastre de la alcaldesa de cara a las próximas elecciones municipales, antes que plantear propuestas de renovación concretas.