La inquietud por sacar adelante la Región es notoria y exige realismo y participación de todos los sectores. Ya en octubre del año pasado el Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció un plan de inversiones por US$ 8.000 millones que considera construir 20 mil viviendas sociales, 26 consultorios de salud familiar además de obras de vialidad. Además, planteó las eternamente postergadas obras de riego, desarrollo portuario y el también largamente atrasado tren rápido Valparaíso-Santiago.
Buscando ordenar las tropas, el Gobierno no ha dudado en aplicar cirugía mayor en el gabinete regional, decisión anunciada localmente e l jueves, pero que sin duda corresponde a una medida capitalina que evalúa con severidad el comportamiento de sus fuerzas en terreno.
Y presionando el acelerador se está pidiendo la colaboración del sector privado en una tarea que es de lógico ordenamiento: hacer un catastro, inventario de proyectos regionales en marcha para agilizar su tramitación.
El seremi de Economía, Javier Puiggros, cuya gestión también debe estar bajo la lupa regional y nacional, afirma que en base a ese catastro y con el apoyo de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS) se busca acelerar las iniciativas y "bajar los tiempos de tramitación en al menos un 30%".
Concretando, afirmó que en iniciativas sobre US$ 100 millones existen en la carpeta GPS proyectos que totalizan US$ 2.600 millones. Agrega que si a esa cantidad sumamos los US$ 8.000 millones anunciados por Piñera el año pasado, llegamos a un horizonte de unos US$ 10.000 millones en inversión regional. Cuentas alegres, sin duda, pero el optimismo nunca está demás.
Y un factor clave para conseguir que las cifras del papel lleguen a la realidad es mantener una efectiva colaboración entre el sector público y el privado, trabajando en generar "las condiciones e incentivos que permitan atraer inversión y nuevos proyectos", como lo afirma el presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso, Pier-Paolo Zaccarelli.
En la misma línea, el presidente regional de la Cámara de la Construcción, Gian Piero Chiappini, expresa el compromiso de buscar aquellos "proyectos concretos que están con problemas o en camino de aprobaciones, para ayudarlos a salir adelante, siempre respetando estrictamente las normas vigentes". Promesa de buena conducta importante, pues las organizaciones gremiales deben tener un rol orientador para evitar que iniciativas de sus asociados naufraguen en conflictos o judicializaciones por saltarse la norma.
En suma, se trata de identificar el estado de avance de proyectos concretos y establecida su viabilidad, sacarlos adelante dentro de plazos razonables, pues el tiempo es factor determinante para el inversionista.