Sangre regional tras la quinta clasificación juvenil a un mundial
BALONMANO. Los viñamarinos Rodrigo Rojas y Francisco Ahumada fueron parte de la selección que salió tercera en el sudamericano, un equipo dirigido por el villalemanino Claudio Lira.
El pasado fin de semana, la selección juvenil masculina (sub 19) de balonmano ratificó una vez más por qué esta disciplina es una de las que ostenta el mejor desempeño dentro de los deportes colectivos en Chile.
El equipo dirigido por el villalemanino Claudio Lira, experimentado entrenador del Club Italiano, obtuvo el tercer lugar en el Campeonato Centro Sur Americano realizado en Sao Paulo, Brasil, logrando clasificar por quinta vez consecutiva (la tercera con el mismo DT) al Mundial de la categoría, que se desarrollará en Macedonia del 6 al 18 de agosto.
El combinado nacional venció a Paraguay (32-25), Uruguay (35-17) y Colombia (33-21), y perdió contra Brasil (28-24) y Argentina (24-20), para quedarse con el último cupo a la cita planetaria. Además, Rodrigo Aedo fue el goleador del certamen con 34 anotaciones.
"Estoy muy satisfecho porque independiente de la clasificación, el nivel de juego presentado fue muy, muy bueno", explicó Lira, también asistente técnico en la selección adulta.
"A Brasil el primer tiempo le ganamos 15-12, o sea, 30 minutos logramos romper el sistema defensivo que tenía e hicimos que lo modificara. Y al final se nos acabó la bencina, porque la diferencia de biotipo era bastante alta, entonces eso también repercute. Pero estamos jugando de igual a igual", añadió.
"Todo el esfuerzo que teníamos detrás, todas nuestras familias apoyándonos, los entrenadores que nos dieron confianza, todo valió la pena porque los brasileños eran casi todos más grandes que nosotros, con jugadores sobre 1,90 metros. Era como los pequeños enfrentándose a los fuertes, y sentir el primer tiempo que los tuvimos ahí, que los brasileños no sabían qué hacer con nosotros, eso fue gratificante", reconoció el portero Rodrigo Rojas, viñamarino perteneciente al Club Italiano, quien considera que "simplemente nos falta confianza para dar el hachazo, porque el nivel lo tenemos, y lo demostramos en el torneo".
Un rendimiento que ilusiona al equipo nacional para ir al Mundial y repetir el histórico puesto 16 alcanzado por la misma categoría el 2017.
"El Mundial es otra vara, juegas contra países donde casi todos que tienen a la disciplina como profesional. Pero somos bastante ambiciosos. Es bueno ponerse metas exigentes y que el trabajo vaya en esa línea, por lo que la idea es tratar de estar de nuevo entre los 16 mejores del mundo. Eso implicaría como mínimo ganar dos partidos en la fase de grupos", aseguró Lira.
Sus pupilos también se tienen fe. "Queremos demostrar por qué el 2017 Chile quedó en mejor posición que Brasil y Argentina en el Mundial. Quizá en lo físico no estamos a tan buen nivel, pero en lo táctico podemos equiparar las diferencias de biotipo y genética", sostuvo el extremo derecho Francisco Ahumada.
Trabajo a largo plazo
Pero tales resultados y expectativas no se generan sólo en base a talento; detrás hay todo un trabajo de largo aliento. De hecho, gran parte de la selección juvenil es la misma que pasó por la categoría cadetes, y también ha llevado a cabo un proceso de preparación con más de 700 horas de trabajo durante un año y medio, de lunes a sábado en el Centro de Alto Rendimiento en Santiago (con regímenes especiales para los de regiones), con una hora de musculación y una hora y media de entrenamiento en cancha.
"Con esto se demuestra que hay un gran trabajo a largo plazo. Hay un trabajo planificado, hay un proceso a través del cual los jugadores van pasando", afirmó Claudio Lira, agregando que "no hay mayor ciencia, si uno las medalla las saca en los entrenamientos y las va a buscar en los campeonatos".
Y a las prácticas se suman además las giras preparatorias, como la que la selección hizo a Sao Paulo para adaptarse a factores como el recinto deportivo, el clima y la hidratación.
"Somos la selección nacional que tiene más horas de entrenamiento, sin duda. Ahí es donde está el tema principal de por qué se han logrado cinco clasificaciones al Mundial en juveniles, junior y adulto. Pasa por el volumen de entrenamientos", recalcó el DT.
"La preparación ha sido lo más importante. Nosotros entrenamos todo el año para conocernos", complementa Ahumada. Y Rojas añade: "Eso influye harto, porque se crea confianza, se crea un equipo, y también se demuestra la disciplina que nos están inculcando para llegar a ser profesionales".
Es la receta infalible de un deporte que cada año regala nuevas alegrías a Chile.
Los junior también van a la cita planetaria
La selección chilena junior masculina (sub 21) se quedó con la medalla de bronce en el Torneo Sur-Centro Americano realizado en Palmira, Colombia, de modo que también clasificó al mundial de su categoría, que se realizará en España, en Pontevedra y Vigo, del 16 al 28 de julio. Los dirigidos por Mateo Garralda, también entrenador de la selección adulta, sumaron tres victorias (Colombia, Venezuela y Paraguay) y dos derrotas (Argentina y Brasil). El equipo donde Claudio Lira se desempeña como asistente técnico logró la séptima clasificación mundialista en junior y la quinta de forma consecutiva.
"Queremos demostrar por qué el 2017 Chile quedó en mejor posición que Brasil y Argentina en el Mundial"
Francisco Ahumada, Extremo de la selección juvenil
Preparación y viaje a Europa
Tras dos semanas de recuperación, los seleccionados retomarán los entrenamientos con miras al Mundial. La idea es viajar una semana antes del torneo a Macedonia para entrenar y jugar dos o tres amistosos con selecciones que estén allá. "Son cinco horas de diferencia, y es un día de adaptación por hora por el tema del jetlag. Entonces hay que hacer una adaptación al cambio de horario y adaptación al recinto deportivo para estar listos, no podemos llegar un día antes y jugar al día siguiente", señala el DT Claudio Lira.
3 jugadores del seleccionado juvenil son de la Región de Valparaíso: Francisco Ahumada, Diego Pérez y Rodrigo Rojas.
6 al 18 de agosto se desarrollará el Mundial juvenil masculino de balonmano en Macedonia. El sorteo se realizará a fines de mayo.