Síndrome del Desgaste Laboral: un tercio de médicos sufre enfermedad
SITUACIÓN. Los más expuestos a ella son los profesionales que están en la primera línea de la atención, en particular los especialistas en medicina familiar, urgencias y cuidados intensivos.
El pasado 20 de mayo la Organización Mundial de la Salud decidió incluir en su clasificación internacional de enfermedades al Síndrome del Desgaste Laboral (burnout, en inglés).
Este trastorno -que el psicólogo estadounidense Herbert Freudenberger describió por primera vez en 1974- se caracteriza por un agotamiento físico y mental permanente que suele provocar en el afectado un severo deterioro emocional, mayor irritabilidad, falta de empatía y baja de la autoestima, entre otros síntomas, lo que finalmente redunda en una menor eficacia y rendimiento en el empleo y, por cierto, en problemas personales, sociales y familiares.
El desgaste laboral es más común en personas que ejercen funciones en ambientes sujetos a una gran presión, dinamismo y responsabilidad y que a la vez implican una relación de contacto constante, directa y estrecha con los beneficiarios de su trabajo. Por ejemplo, entre los profesores, periodistas, vendedores a comisión, policías, personal sanitario y, en especial, médicos.
En efecto, en 2016 la Asociación Médica Americana realizó un estudio que reveló que ninguna especialidad de la disciplina está por debajo del 40% en los índices de este mal y que entre los médicos residentes (becados que inician su perfeccionamiento) éste bordea el 55%.
En Chile, en tanto, se ha podido constatar que el 38% de los médicos que se forman como especialistas en hospitales y clínicas manifiestan síntomas de agotamiento crónico en el trabajo.
"La frecuencia de este fenómeno varía de acuerdo con la ubicación geográfica, el nivel de experiencia, la especialidad, la edad y el sexo. No obstante, se estima que a nivel mundial el desgaste laboral afectaría -en promedio- al 35% de los médicos. Claramente los más expuestos a sufrirlo son aquellos que están en la primera línea de atención, en particular los especialistas en medicina familiar, medicina de emergencia y de cuidados intensivos", explica la gastroenteróloga y magíster en Administración de Salud Catherine Soto Faundes, docente del Laboratorio de Medicina Narrativa de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Sufrimiento
Si bien trabajar a diario en labores vinculadas al padecimiento humano es algo que ennoblece a quienes se desempeñan en el área de la salud, ya que su trabajo contribuye al bienestar de las personas, dicho ejercicio genera -a la larga- un agotamiento que conlleva diversas e importantes consecuencias para quienes las ejecutan: pérdida del altruismo, del profesionalismo y de la calidad y la seguridad de la atención.
"Y desde el punto de vista individual la realidad no es mejor, ya que este síndrome se asocia a enfermedades cardiovasculares, depresión, suicidio y menor esperanza de vida. Es decir, cuando hablamos de este síndrome hablamos de sufrimiento, porque el quehacer en la salud expone a los profesionales a una gran cantidad de emociones, incluida la necesidad de salvar y aliviar a los pacientes; la sensación de fracaso, angustia o frustración cuando la enfermedad progresa; los sentimientos de impotencia frente al dolor, la muerte o al temor a enfermarse y morir ellos mismos", enfatiza la doctora Soto.
El sistema
Otro aspecto a considerar en esta materia tiene que ver con los requisitos que el avance del conocimiento y la tecnología le imponen a la medicina y, por ende, a quienes la estudian y practican. A ello se suma el hecho de que el diseño de los sistemas de salud obliga cada vez más a los médicos a ocuparse, en paralelo, de cumplir gestiones administrativas que atentan contra sus intenciones de practicar una medicina centrada en la persona al tener que dedicar parte de su tiempo al llenado de informes y al manejo de intermediarios y proveedores.
"Si tomamos en cuentas estos aspectos es posible comprender por qué un médico enfrentado crónicamente al sufrimiento y a las necesidades que la profesión le impone comience a responder con una atención de salud diferente, probablemente muy técnica y menos personalizada", asegura la docente de la Escuela de Medicina de la UV.
Herramienta
Reconocer el problema e intentar comprenderlo es el primer paso para superar el desgaste laboral. En el caso de los médicos, una herramienta que favorece esta capacidad es la denominada Medicina Basada en Narrativas, metodología que promueve el desarrollo de las capacidades reflexivas del profesional y del estudiante de la disciplina para que estos puedan encontrar nuevos significados y respuestas a los complejos problemas con los que deben lidiar a diario.
"Realizarlo no es fácil, se requiere de un entrenamiento para que estas habilidades puedan aflorar. En la Universidad de Valparaíso incorporamos la Medicina Basada en Narrativa al currículo de la carrera, como parte de un programa que incluye diferentes elementos que buscan promover los pensamientos y reflexiones en nuestros estudiantes, para así contrarrestar los factores de riesgo del desgaste laboral y de otras enfermedades. Confiamos en que su aplicación será muy útil y rendirá sus frutos a corto plazo", sostiene la doctora Catherine Soto.
Jornada de Medicina Narrativa
El viernes 28 de junio, a partir de las 9 horas, se realizará la III Jornada de Medicina Narrativa de la Escuela de Medicina de la UV, titulada "El profesional de la salud ante el burnout; narrativa médica y claves para la compasión y autocompasión". Tendrá lugar en el Campus de Reñaca (ubicado en Angamos 655) y reunirá a destacados especialistas nacionales y extranjeros. "En nuestra misión, el cuidado de las personas enfermas empieza por una reflexión sobre cómo estamos quienes estudiamos y lo practicamos, para que podamos superar los problemas que a diario se enfrentan como algo inherente al trabajo", explica la doctora Catherine Soto. Los interesados en asistir a esta jornada pueden inscribirse a través del correo jornadamedicinanarratiauv@gmail.com