La riña entre bandas rivales de "cuidadores de autos" en el sector del puente Quillota de Viña del Mar, que dejó un herido, es expresión de un cuadro de miseria, violencia y abandono que cubre un largo tramo del lecho del estero Marga Marga en la Provincia de Valparaíso.
Es la realidad presente entre el acceso al estero por calle Traslaviña y el sector del puente Mercado. El incidente del jueves, en que participaron doce personas, se trató posiblemente de una rivalidad por el uso del territorio del lecho entre los puentes Quillota y Libertad, estacionamiento informal de vehículos "explotado" por estos "cuidadores".
Bajo esos puentes, además, habitan estos "cuidadores", violentos en ocasiones y que, según lo estableció Carabineros que debió actuar ante la riña, tienen antecedentes por diversos delitos y hasta disponen de armas de fuego, tres de las cuales fueron encontradas en el lugar. No se descarta en este ámbito la droga y el microtráfico.
La presencia de estos individuos supone un riesgo tanto para las personas que dejan sus vehículos en el sector como para los usuarios de los concurridos paraderos de buses del tramo mencionado.
Por otra parte, el cuadro de desaseo, terrenos con profundos baches y hasta la instalación de carpas en que viven indigentes, se presenta también en el tramo comprendido entre los puentes Libertad y Villanelo.
Se supone que ese tramo, donde una empresa formal cobra por estacionar, debería estar en buenas condiciones de circulación y seguridad, materia que exige control municipal.
Así, en el centro de Viña del Mar tenemos un grave problema de seguridad y también de miseria que debe ser enfrentado de modo integral, pues la materia no se agota con las necesarias intervenciones policiales, como la del jueves, sino que exige una acción social destinada a erradicar ese foco de conflictos que recientemente anota una víctima fatal.
Esta situación de violencia es, además, la expresión de conflictos por la explotación informal de espacios públicos que se da en estacionamientos en el sector Casino y en las cercanías del estadio Sausalito cuando hay partidos de alta convocatoria, y también en la céntrica calle Valparaíso entre vendedores ambulantes.
En el caso del puente Quillota, hay que destacar la labor de Carabineros que tenía identificados en su base de datos a los participantes en la riña, con lo que se facilita la acción de la justicia y fiscalizaciones para evitar la comisión de delitos y nuevas disputas que pueden tener consecuencias letales.
Sin embargo, insistimos, el punto no está únicamente en lo policial; debe ser tratado como una herida social impresentable que no puede ser escondida tras una discutible fachada de "ciudad bella" que proclama Viña del Mar.