Crisis migratoria: venezolanos esperan en la frontera o deambulan por el norte
DECENAS DE FAMILIAS. Álvaro Bellolio reprochó que el Instituto Nacional de DD.HH. y el Servicio Jesuita a Migrantes "nada" hicieron cuando en 2016 y 2017 llegaron cientos de miles de haitianos y muchos quedaron "botados" vendiendo Súper 8.
La compleja situación que se está viviendo con cientos de venezolanos que buscan ingresar a Chile sin la documentación exigida, a través del paso Chacalluta y otros puntos de la frontera norte de nuestro país, enfrenta al Gobierno con el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y el Servicio Jesuita a Migrantes, que en días anteriores han criticado al Ejecutivo por no facilitar que las personas puedan regularizar su situación.
En horas de la mañana de ayer, el INDH habló de 150 venezolanos en el paso fronterizo de Chacalluta, en el límite con Perú; a veinte de ellos, los que argumentaron razones humanitarias -mujeres embarazadas y enfermos-, se les negó el ingreso. El organismo planteó que otros 190 permanecen en el paso Colchane, en la frontera de Chile con Bolivia, sin acceso a agua potable ni alimentación, y durmiendo en las calles con temperaturas extremas.
La situación migratoria se ha vuelto compleja también en ciudades como Calama, donde decenas de venezolanos piden dinero y comida en las calles. Otros venden frutas, lápices o dulces para generar ingresos y recorren los centros comerciaes arrastrando sus maletas. La mayoría de ellos sólo tiene visa de turista.
El jefe de Migración del Ministerio de Interior, Álvaro Bellolio -quien viajó al norte-, defendió la gestión del Gobierno y recordó que ambas entidades no hicieron "absolutamente nada cuando había cientos de miles de haitianos llegando en avión… los dejaron botados en las calles vendiendo Súper 8 en todas las esquinas".
"Estas mismas organizaciones que aplaudieron el abuso que se dio al ciudadano haitiano durante 2016 y 2017 -más de 130 mil cayeron en la irregularidad-, quieren hacer lo mismo con los venezolanos. Nosotros encontramos muy grave y muy irresponsable que traten de incentivar estas condiciones", añadió el directivo.
"Nos hemos dado cuenta de que la mejor política de inserción es que el extranjero rápidamente obtenga su cédula de identidad. Si la obtiene de forma consular, es mucho más rápido que el proceso de venir acá como turista cuando su intención no es turismo", dijo.
De acuerdo al jefe de Migración, "los extranjeros que llegan con visa democrática obtienen en dos meses contrato de trabajo y contrato de arriendo firmados".
En los últimos días, el Gobierno reforzó los equipos de trabajo en la zona, incluyendo una mayor dotación de funcionarios de la Intendencia y la Gobernación de Arica, además de efectivos de Carabineros y la PDI. Además, se dispuso de más puestos de atención en Chacalluta, algunos exclusivos para venezolanos, con el fin de agilizar los trámites.
Incluso según Mijail Bonito, asesor en política migratoria del Ministerio del Interior y quien estaba en la frontera, ya ayer en la tarde en el paso Chacalluta había "cero personas".
Aun así, el INHD insistió en sus críticas y acusó al Gobierno de faltar a un "acuerdo de palabra" para ayudar a 63 migrantes venezolanos que, según reportaron, se encontraban varados en Chacalluta.
La directora del INDH, Consuelo Contreras, volvió ayer a Santiago desde la zona para oficiar formalmente al Vicepresidente de la República, Andrés Chadwick, sobre su molestia con el Ministerio del Interior por "desconocer" el compromiso de trasladar a las personas a Tacna, donde se les iba a dar un trato preferencial para realizar los trámites.
"Una vez que (los migrantes) llegaron a Tacna, (las autoridades) desconocieron el acuerdo que tenían con nosotros, y la gente hoy está en la calle, no tiene prioridad", fustigó Contreras.
"Encontramos muy grave y muy irresponsable que (instituciones) traten de incentivar estas condiciones (de irregularidad)"
Álvaro Bellolio
Jefe de Migración
"No queremos a los que causan daño"
En Japón, el Presidente Sebastián Piñera se refirió a la situación y dijo: "No queremos que ingresen a nuestro país aquellos que nos causan daño y por eso estamos tomando medidas especiales para proteger mejor nuestras fronteras". El gobernante defendió así la visa que se solicita para el ingreso al país y añadió: "Tenemos las puertas abiertas para aquellos que vienen cumpliendo nuestras leyes, sin engañar a nuestras autoridades, para integrarse a nuestro país y a trabajar de forma honesta".
340 venezolanos están varados en los pasos Chacalluta y Colchane, según el INDH, en malas condiciones.
288.000 venezolanos han llegado a vivir a Chile en los últimos años, según entidades de la ONU.