acomoda a Trump
La tregua que se dieron Estados Unidos y China, respecto a la guerra comercial que están sosteniendo, sin dudas que es una buena noticia, ya que al menos posterga por un cierto periodo de tiempo una profundización de este conflicto. Cabe recordar que los norteamericanos impusieron un aumento arancelario de hasta un 25% a la entrada de productos chinos, por un valor aproximado a los US$ 250 billones, a lo cual los asiáticos respondieron con un incremento arancelario similar a los bienes importados desde Norteamérica, por un monto aproximado de US$ 110 billones.
Estos aranceles siguen vigentes y, a lo que se llegó en Osaka, en el marco de la cumbre del G20 realizada en Japón, es que-por el momento- no agregarán nuevos bienes a la lista de los que están siendo gravados hoy.
Parte de este acuerdo también resulta beneficioso para el gobierno de Donald Trump, ya que algunas industrias norteamericanas ya están sintiendo los efectos de esta guerra comercial. Una de ellas es, por ejemplo, la automotriz, la que se está viendo afectada por mayores costos del acero y aluminio, y menores ventas en China, así como también algunas empresas del sector de alimentos y bebidas. Sin ir más lejos, Coca Cola anunció que posiblemente tendrá que aumentar sus precios para compensar mayores costos de algunas materias primas. Para qué hablar del sector agrícola, el cual también se ha visto fuertemente dañado.
En ese sentido, dentro de las razones para pactar esta tregua se encuentra la creciente presión de parte de empresas americanas e internacionales para terminar con esta guerra, por el simple motivo de que les está haciendo daño. Por otro lado, la posibilidad de una escalada en el conflicto no fue bien recibida por los inversionistas y eso afectó a los mercados.
En términos políticos, queda claro que ambos países salieron fortalecidos: Trump estaba poniendo en riesgo su reelección, ya que los aranceles impuestos a los bienes norteamericanos se enfocaron netamente en productos agrícolas, cuyos productores son su más fiel electorado. Por su lado, Xi Jinping logra mejorar la situación de Huawei, ya que acuerda que esta empresa continúe comprando tecnología americana y la libera del veto impuesto.
Por último, si aterrizamos esta tregua a nuestro país, dicho acuerdo, al menos, no empeora las perspectivas económicas de Chile, aunque es probable que el impacto del aumento de aranceles que sigue en vigor lo veamos reflejado con más fuerza en 2020. Se estima que esta potencial profundización de la guerra comercial podría significar una reducción en el crecimiento mundial de entre 0,5% y 0,80% para el próximo año, por lo que esa disminución en la actividad económica global se ve menos probable con esta tregua. Como sabemos, una de las variables que mueven la economía chilena es la situación externa, por lo que este acuerdo al menos nos deja en una situación neutra.