Cristián Rodríguez F.
Un nuevo encuentro realizó este fin de semana la red laical de la Diócesis de Valparaíso en la Parroquia Nuestra Señora de Dolores de Viña del Mar, y que tuvo como finalidad aterrizar en la región la hoja de ruta que a nivel nacional definieron todas las organizaciones a principios de año, cuando llamaron a terminar con el encubrimiento de los casos de abuso sexual al interior de la Iglesia Católica.
Justamente, la reunión tuvo como particularidad que asistió uno de los denunciantes de la institución, el exseminarista Mauricio Pulgar, quien entregó su testimonio respecto a cómo las víctimas de la Iglesia han sobrellevado la situación durante los últimos años.
La vocera de la red laical porteña, Beatriz Mercado, explicó ayer a este Diario que se trata del quinto encuentro que realizan este año desde que en agosto de 2018 decidieran formar la organización en Valparaíso. "Estamos movidos, en parte, por todas las situaciones que atraviesa nuestra Iglesia, que nosotros los laicos miramos con impotencia. Y también por la carta del Papa Francisco, donde nos invita a ser laicos adultos y dejar de estar sentaditos mirando todo lo que está ocurriendo", explicó.
Apoyar a víctimas
"En enero de este año hicimos un gran diagnóstico de nuestra Iglesia chilena. Allí definimos cuáles son nuestras líneas de acción acá en Valparaíso, como el tema de la formación, que es lo que nosotros detectamos como lo más urgente. Pero también se definieron ejes como el de la comisión de unidad, donde coincidimos en que nuestra primera lealtad y solidaridad es con las víctimas y con las personas que han sido abusadas", dijo la vocera.
En esa línea, Mercado reconoció que la última condena del Obispado de San Felipe, en la que se encontró culpable de abuso sexual y de conciencia al sacerdote Humberto Henríquez, podría abrir un nuevo camino en el trato que ha mantenido la Iglesia con los denunciantes, lo que ha sido uno de los principales cuestionamientos en la región por no considerarlos como víctimas.
"Nosotros esperamos que desde ahora los reconozcan como tal. Nuestro movimiento nace, entre otras cosas, para asumir ese desafío y no dejarlos de lado. Porque en la jerarquía nacional hemos visto más signos desalentadores que alentadores, pero a nivel de la Diócesis de Valparaíso también. Por eso lo que buscamos son signos positivos y coherentes. Que no sea sólo un gesto aislado, sino que exista un camino decidido con todas las víctimas y no solamente con una", comentó la vocera de la red laical de Valparaíso.
Diócesis porteña
Consultada sobre el rol que ha tenido justamente la diócesis porteña durante el último año, considerando las críticas que ha recibido de parte del grupo de exseminaristas liderados por Mauricio Pulgar, la representante de los laicos coincidió en que "la jerarquía no ha actuado bien".
"Ya sea por acción o por omisión, han contribuido a mantener los silencios, los encubrimientos y a no actuar realmente en apoyar y acompañar a las víctimas. Cuando cambió el obispo (Gonzalo Duarte) y apareció el administrador apostólico (Pedro Ossandón), pensamos que a lo mejor iba a haber una visión distinta, pero en realidad la tónica se mantiene", criticó.
Agradecen recepción
Para Pulgar, el haber sido escuchado después de 21 años "era una de las cosas que más estábamos esperando". "Teníamos bastante expectativas. Personalmente era importante el hecho de que escucharan mi relato, como también conocer las inquietudes que tenían", comentó el exseminarista.
Por lo mismo, el denunciante también valoró que la red laical haya optado por inclinarse en favor de las víctimas, sobre todo tras ser reconocido como tal -junto a Marcelo Soto- por la Diócesis de San Felipe.
"Lo que ha ocurrido en el último tiempo es muy relevante porque se supone que desde ahora en adelante la Iglesia debería cambiar su actitud hacia los denunciantes. Por eso también fue importante reunirme con la red laical, porque también pudimos conversar sobre las otras víctimas que dentro de las próximas semanas van a empezar a salir a la luz con sus denuncias", dijo Pulgar.
En esa línea, cabe recordar que el sacerdote condenado por el Obispado de San Felipe está incluido en la querella que los exseminaristas presentaron junto al abogado Juan Pablo Hermosilla, quien estuvo a cargo de defender a las víctimas de Fernando Karadima.
"Durante 21 años no hubo ninguna posibilidad de relacionarme con alguna agrupación católica. Desde que denunciamos o manifestamos que íbamos a hablar fuimos excluidos de la Iglesia. Hoy estamos viendo un cambio al ser reconocidos como víctimas y porque la red laical también quiere que la Iglesia cambie su trato hacia nosotros, y que a la vez pueda existir una reparación por todo el daño que se ha causado", sostuvo el exseminarista.
Mayor participación y acciones de justicia
Durante la primera asamblea autoconvocada que realizaron los laicos, a la que asistieron cerca de 350 personas de todo el país, se llegó a la conclusión de que las causas de la crisis de la Iglesia Católica chilena son el "clericalismo, el abuso de poder, la indolencia y la falta de conciencia crítica del laicado". En esa línea, se llamó a la institución a considerar la voz de los laicos en las diferentes instancias de decisión, como también fomentar la participación femenina y "erradicar el abuso de poder". Asimismo, se solicitó adoptar "acciones de establecimiento de justicia y reparación" hacia las víctimas que han denunciado.
"Nuestra primera lealtad y solidaridad es con las víctimas y con las personas que han sido abusadas"
Beatriz Mercado, Vocera red laical Valparaíso