Como ha sido ampliamente difundido por instancias de Gobierno, el próximo jueves 5 de septiembre se ha programado un simulacro de sismo y tsunami en todo el borde costero de la Región de Valparaíso, en el que se espera participen cerca de 180 mil personas de 19 comunas, incluido el territorio insular.

La Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior, desarrolla y coordina este operativo, cuyo objetivo es que las personas que habitamos, trabajamos, estudiamos o transitamos en las zonas de inundación de estas ciudades, ejercitemos nuestros planes de evacuación para enfrentar de la mejor manera una eventual amenaza de sismo-tsunami.

Se trata de una valiosa oportunidad para poner en práctica y evaluar los planes de emergencia actualmente vigentes a nivel comunal, provincial y regional; permitiéndonos mejorar nuestras estrategias de acción y de seguridad al respecto.

Conscientes de la relevancia de este ejercicio, desde la Municipalidad de Viña del Mar estamos enfocados en preparar la ciudad para el 5 de septiembre. En tal sentido, recientemente hemos reforzado e incluido nuevos puntos a nuestra red de 130 señaléticas informativas instaladas en diversos puntos del plan, Población Vergara, Reñaca y Miraflores Bajo, sectores declarados zonas de inundación por el Servicio Hidrográfico de la Armada (SHOA) en caso de un tsunami. Estos elementos informativos indican claramente vías de evacuación, zonas de seguridad y áreas inundables, para orientar a residentes y visitantes hacia dónde dirigirse en caso de un sismo y tsunami.

Esta iniciativa forma parte de nuestro "Plan Comunal de Protección Civil" y es la continuación de un programa pionero a nivel nacional, gracias al cual hace quince años la comunidad viñamarina ha ido tomado mayor conciencia sobre el tema. Adicionalmente, estamos trabajando en acciones y planes de respuesta dirigidos a la comunidad organizada, de modo de contribuyan a resguardar la integridad de los viñamarinos que residen en los barrios más expuestos a estos fenómenos naturales.

Si bien este ejercicio tiene una fecha definida, su horario no se dará a conocer para reaccionar de la manera más realista posible a esta contingencia. Por ello, y por lo explicado anteriormente, hago un especial llamado a todos los viñamarinos y visitantes que el 5 de septiembre, al momento de comenzar a sonar las sirenas de emergencia y las alarmas de sus celulares, se encuentren en las zonas de inundación de Viña del Mar, a que participen responsablemente en este simulacro; que llegado el momento, se ubiquen en un lugar de protección sísmica y luego inicien su evacuación de manera ordenada, rápida y a pie, hacia las zonas de seguridad definidas.

No olvidemos que nuestras costas están expuestas permanentemente a las manifestaciones de la naturaleza y como habitantes de un país sísmico, tenemos la obligación de estar preparados siempre.

150 años | 19 de agosto de 1869

Denuncian aumento de monedas falsas

Casi no llegan diarios a nuestras manos que no venga denunciando la circulación de monedas falsas. En Santiago, Valparaíso, en el norte y el sur de la República, en todas partes, parece que hubieran casas de monedas ilegales. Hace poco se hizo una denuncia de que en el departamento de Combarbalá había ese tráfico.

100 años | 19 de agosto de 1919

Construyen estación radiográfica poderosa

PARÍS, 18.- Una gran estación radiográfica, que será la más poderosa del mundo, se está construyendo cerca de Burdeos. Esta fue iniciada en mayo del año pasado. Posee ocho torres de 250 metros de altura, con antenas extraordinarias. Su radio será de 12.500 millas, con lo que podrá alcanzar cualquier punto del globo.

50 años | 19 de agosto de 1969

Buque no pudo zarpar por ebriedad general

El capitán y todos los tripulantes del buque mercante "Trans Gulf", de bandera liberiana, se encontraban ebrios al momento del zarpe desde Valparaíso a las 2 de la madrugada del pasado viernes, lo que obligó a la autoridad a cancelar la salida. Sin embargo, 6 horas después, luego de dormir todos la borrachera, el buque zarpó.

Por la vía legal se busca resolver el problema de la "chatarra aérea" que afecta a muchas ciudades con la proliferación de cables en desuso en la postación de las calles. La norma de reciente promulgación, de la cual es autor el diputado UDI Osvaldo Urrutia, dispone que las municipalidades deben retirar esos cables si no lo hicieren las empresas propietarias, asumiendo los costos del caso. El legislador, precisando la norma, indicó que "si las empresas no retiran los cables en el plazo establecido, los municipios podrán hacerlo cobrando los gastos a éstas, arriesgando además una multa a beneficio municipal de 100 a 1.000 UTM, algo cercano a los 50 millones de pesos".

La disposición es de toda justicia pues empresas de telecomunicaciones o eléctricas, que son muy rentables, al cambiar sus circuitos simplemente dejan los tendidos antiguos, produciendo contaminación visual y un riesgo de cortocircuitos en altura debido a la sobrecarga de cableado en los postes y también para personas y vehículos cuando los alambres quedan, simplemente, colgando a baja altura.

Las municipalidades, afirma el alcalde de Quilpué Mauricio Viñambres, no tienen el equipo profesional para hacer el retiro, lo que es cierto, pues se trata de una operación delicada en que es necesario identificar líneas en desuso y trabajar en postes donde hay cables eléctricos energizados, lo que implica costos y riesgos.

Por ello, si las empresas que irresponsablemente han dejado cables abandonados no asumen esa tarea y lo hacen las municipalidades se debe contratar personal especializado para evitar riesgos, insistiendo siempre en el pago por parte de los titulares de las líneas y en la aplicación de las multas correspondientes.

Por otra parte, se supone que las empresas tienen planos de sus redes y con esa información se debe actuar desde ya, pues hay plazos vigentes para retirar el alambrado fuera de uso.

Pero el tema de la "chatarra aérea" no se agota en el retiro de los antiguos cables, debe avanzar al soterramiento de las líneas actuales y futuras, en continuo aumento debido a la demanda de servicios.

Soterrar cables de diversos servicios y especialmente aquellos de baja y mediana tensión eléctricos, supone costos, pero acometer esa tarea es ineludible considerando tanto la contaminación visual que implican esas redes, como la seguridad de la población.

Así, el tema del soterramiento de los cables de servicios y también de transformadores instalados en altura, debe ser abordado en los planes reguladores con el objeto de terminar con una maraña de alambres, útiles e inútiles, que hoy castigan la fisonomía de nuestras ciudades y, como se ha dicho, implican riesgo.