La CChC Valparaíso invitó a las inmobiliarias de la zona a postular proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas en el marco del concurso Premio Aporte Urbano (PAU) 2019, que es entregado por el Minvu, la CChC y el Colegio de Arquitectos, entre otros. "Este premio busca relevar aquellas obras que generan un aporte urbano desde distintos puntos de vista", dijo el titular del gremio, Gian Piero Chiappini.
El dólar moderó las alzas iniciales que anotaba ayer en su apertura, en medio de un clima de tensión en los mercados tras el ataque a la planta petrolera de Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo. El billete verde cerró con un incremento de $ 2,10 y quedó en puntas de $ 709,30 vendedor y $ 709,00 comprador, a la espera de lo que decida EE.UU. respecto a sus tasas de interés.
Un total de 24 soluciones a desafíos planteados por empresas de la zona surgieron en el marco del primer bootcamp organizado por el Club Innova de la CRCP de Valparaíso junto con Quintil Valley, en una actividad inmersa en el programa de Apoyo al Emprendimiento e Innovación de Corfo y ejecutado con Fondos de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Valparaíso.
Al evento llegaron 36 participantes que fueron seleccionados de un total de 138 que respondieron a la convocatoria de innovación abierta para desafíos específicos de productividad.
Luego de diversas reuniones que se prolongaron por dos días en el IF Alto Valparaíso, 24 fueron escogidas por las empresas -IST, Puerto Valparaíso, Demaria y Cosemar- para avanzar a la siguiente fase que se realizará a partir del 24 de septiembre.
"Esto es parte de un proceso bastante más amplio, que estamos tratando de implementar en nuestra región hace varios años y que incorpora la innovación en las empresas como una actividad continua, no como una exigencia", comentó el presidente de la CRCP, Pier-Paolo Zaccarelli, remarcando que "poner en contacto a las empresas y sus desafíos u oportunidades con solucionadores es una actividad que no está entre las medidas económicas tradicionales".
En tanto, el director regional de Corfo, Juan Fernando Acuña, recalcó lo que este tipo de actividades contribuye a dinamizar el ecosistema emprendedor.
"Es potente juntar a los empresarios con los emprendedores y sus propuestas. Esto es un trabajo permanente para mejorar la relación público-privada y nos satisface mucho que el ecosistema se mueva. Espero que salgan muy buenas soluciones para grandes desafíos de la región", enfatizó.
Advirtió que el principal trabajo de la entidad es fortalecer estos lazos que vinculan a instituciones privadas con iniciativas locales. "Es una colaboración que siempre ha existido y debemos preservar para fomentar el desarrollo", indicó.
El cofundador de Quintil Valley, Walter Rosenthal, subrayó los beneficios mutuos que se obtienen a partir de estos eventos. "Esta nueva versión del Club Innova facilita el encuentro entre las grandes empresas y los emprendedores para que juntos puedan, a través de la colaboración, crear proyectos innovadores. Así les permitimos a las empresas innovar con la agilidad de las startup y los emprendedores conseguir nuevos clientes corporativos. Estamos felices de la participación y los avances que concretamos en esta etapa", mencionó.
Las empresas participantes destacaron las posibilidades que se abren con este tipo de eventos. Desde EPV, el encargado de Innovación, Roberto González, sostuvo al finalizar la actividad que "como Puerto Valparaíso nos sentimos contentos de participar en el Club Innova que hoy se nos materializa en este Bootcamp, instancia llena de oportunidades y encuentros entre las grandes empresas de la región y los emprendedores deseosos de impactar en el medio. Nos vamos con proyectos bien interesantes de explorar en el ámbito de la logística y la comunidad".
138 postulaciones se recibieron en la primera convocatoria realizada por el Club Innova.
4 empresas son las que plantearon los desafíos: IST, Puerto Valparaíso, Demaria y Cosemar.
24 soluciones fueron las seleccionadas para avanzar a la siguiente instancia, a fines de este mes.
Una instancia para escuchar a las pymes, expertos y a distintos actores involucrados en el tema contempla el Gobierno antes de presentar las indicaciones a la reforma que impulsa sobre modernización laboral. Según explicó la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, "nosotros, dentro de nuestro programa de Gobierno, tenemos comprometido una profunda modernización laboral que esté acorde a los tiempos modernos".
Parece increíble que Puerto Valparaíso insista en hacer oídos sordos al clamor de la creciente industria de cruceros y a la demanda del sector turístico por construir un muelle para este segmento en Valparaíso.
El presidente de la estatal argumenta que el proyecto es económicamente inviable y que las actuales instalaciones son capaces de atender a las naves. ¿Y la proyección a futuro? ¿El crecimiento del rubro y los requerimientos de las nuevas naves? ¿Y la competencia entre puertos por captar y mantener a las navieras?
No vemos ningún atisbo de mirar al futuro y menos de querer transformar a Valparaíso en el homeport de cruceros de la región. ¿Por qué no? Nadie lo entiende, se percibe más una preocupación por el Parque Barón que contempla una millonaria inversión, sin desmerecer en nada esta iniciativa, antes de generar una oferta atractiva para las navieras.
En este escenario nos parece clave refrescar la memoria de las autoridades respecto a esta industria que puede revitalizar el alicaído puerto. Se calcula que para 2020 el volumen de pasajeros a nivel mundial crecerá un 4,1% y que se llegará a los 27,77 millones de viajeros. Además, se espera el debut de nuevas compañías navieras de cruceros entre 2019 y 2020.
Cruceros incluso creados para jubilados y retirados, donde las cabinas costarían hasta 1,25 millones de euros. Las cifras hablan por sí solas. Se calcula que para 2027 el volumen de pasajeros crecerá casi un 50% y se llegará a 39,57 millones de pasajeros. Y la construcción de embarcaciones no se queda atrás. De las actuales 386 naves navegando por los mares se espera que aumente a 459 para los próximos años. Hablamos de un aumento de camas de 563.000 a 746.000. ¿Es de verdad inviable tener un muelle para cruceros? ¿Es responsable dejar fuera de este crecimiento a Valparaíso?
La ciudad agoniza, el desarrollo portuario no crece y los porteños lloran por puestos de trabajo y mejores sueldos, dado ello el análisis de hacer o no infraestructura para atender cruceros necesariamente debe traspasar los muros de EPV. Parece que a la autoridad hay que recordarle que la Región de Valparaíso alcanzó el índice de cesantía más alto en 22 meses. Tenemos un 8,2% de personas cesantes en la región. ¿Por qué extender esta agonía? Valparaíso merece el respeto de un Gobierno, de su propio Gobierno.
Debemos ser consecuentes con el reconocimiento que hizo un organismo internacional como la Unesco y que lo identificó como un legado de monumentos y sitios de una gran riqueza natural y cultural que pertenece a toda la humanidad.
Juan Esteban Bilbao